Enlace Judío México e Israel – La Corte Suprema de Justicia emitió este jueves una suspensión que impide que las FDI destruya parte del hogar de un palestino acusado de matar a dos israelíes en un ataque terrorista el mes pasado.

El máximo órgano de justicia de Israel le dio al gobienro 10 días para responder a una apelación presentada por la familia de Ashraf Na’alowa, de 23 años, para no demoler su hogar en la aldea de Shuweika, en el norte de Cisjordania.

El tribunal dijo que un panel judicial escucharía la apelación de la familia en los próximos días, y que se tomaría una decisión antes del 22 de noviembre.

Na’alowa ha estado prófugo desde que asesinó a sus compañeros de trabajo israelíes Kim Levengrond Yehezkel y Ziv Hajbi el pasado 7 de octubre en una fábrica de la Zona Industrial de Barkan, en la zona central de Cisjordania.

Días después del ataque, las FDI emitieron una orden de demolición para el hogar de Na’alowa, de acuerdo con la política israelí de arrasar hogares de terroristas palestinos condenados.

En la mayoría de los casos, las órdenes de demolición se emiten después de que un sospechoso haya hecho la confesión de su crimen o haya sido condenado por un tribunal. Sin embargo, en el caso de Na’alowa, las FDI decidieron seguir adelante con la medida punitiva porque el servicio de seguridad Shin Bet tiene pruebas incriminatorias significativas contra él, dijo el sitio de noticias Ynet.

La familia apeló las órdenes de demolición a las FDI, pero el martes, esa apelación fue rechazada y el ejército volvió a emitir las órdenes.

En un aviso distribuido por el Comando Central de las FDI, el general de división Nadav Padan dijo que los sótanos y las plantas bajas de la casa de Na’alowa, donde vivía el presunto agresor, serían destruidos.

El miércoles, las familias de las víctimas exigieron medidas de represalia más severas de Israel contra Na’alowa y su familia.

En un mitin conmemorativo celebrado en el complejo de Barkan, el padre de Levengrond Yehezkel, Rafi, dijo que la familia exigió la muerte de Na’alowa si este es capturado.

El hermano de Hajbi, Tal, criticó a las FDI por la decisión de demoler sólo el sótano y las plantas bajas de la casa de Na’alowa.

“Una demolición parcial de la casa del terrorista es inaceptable. Toda la casa debe ser arrasada”, dijo Hajbi, “y la familia debe ser expulsada “.

Los manifestantes marcharon desde la entrada de la Zona Industrial de Barkan hasta la fábrica del Grupo Alon, donde fueron asesinados Yehezkel y Hajbi, y una tercera israelí, Sara Vaturi, resultó herida.

Después de que se emitió la orden judicial el jueves, Rafi Yehezkel criticó a la corte por “celebrar el derramamiento de sangre de mi hija y humillar a nuestra familia”. El padre dijo a los medios de comunicación que estaba avergonzado de vivir en “un país sin justicia ni compasión”, y dijo que estaba considerando renunciar a su ciudadanía israelí en protesta.

Los militares iniciaron una investigación del ataque de Barkan para determinar, entre otras cosas, cómo el arma usada se introdujo de contrabando en el parque industrial y si el terrorista había tenido la intención de tomar a Levengrond Yehezkel como rehén, después de haberle atado las manos antes de dispararle.

Levengrond era secretaria, mientras que Hajbi trabajaba en contabilidad en la fábrica del Grupo Alon en el parque industrial. Na’alowa fue empleado allí como electricista.

Varios miembros de la familia de Na’alowa han sido detenidos o arrestados después del ataque. El ejército israelí ha emitido una serie de advertencias a los palestinos en el norte de Cisjordania para que no ayuden al atacante en su huida de las autoridades.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico