Enlace Judío México e Israel.- Una ley de 2015 ofrece a los descendientes de sefardíes la posibilidad de ser ciudadanos. Venezolanos, mexicanos y estadounidenses solicitan el trámite y rinden exámenes de idioma y conocimientos cívicos.

Como una vuelta paradójica de la historia, los descendientes de los sefardíes a los que España expulsó, por antisemitismo, en 1492, y que formaron una importante comunidad en la colonia que hoy es Nuevo México, en los Estados Unidos, vuelven a la península. “Algunas familias que han estado aquí durante siglos sienten ahora que su lugar en la sociedad es tan vulnerable que hallan refugio en un país que expulsó a sus ancestros”, señaló The New York Times.

Horrorizada por “el racismo renaciente” que observa, Ana María Gallegos se sumó a una cantidad creciente de hispanos que se amparan en una ley española de 2015 destinada a “expiar uno de los capítulos más nefastos de la historia de España: la expulsión de miles de judíos sefardíes”. La norma ofrece la nacionalidad a los descendientes de aquellas personas, muchas de las cuales se convirtieron al cristianismo por la fuerza pero adhirieron en secreto a las tradiciones judías.

“Algunos vecinos empezaron a vomitar el mismo discurso racista que el presidente de los Estados Unidos”, dijo Gallegos al periódico. “Ese odio me aterró, pero por fortuna tenía esta conexión ancestral”. En 2018, junto con su esposo y su hija de 12 años, emigró a Málaga.

Los estadounidenses que solicitan la ciudadanía española citan razones culturales, el acceso a la salud pública, o el costo menor de la educación superior en las universidades europeas. “Pero muchos también manifiestan alarma sobre un aumento reciente en los delitos de discriminación y en el acoso contra los hispanos”, según el artículo.

“El 67% de los hispanos en los Estados Unidos dicen que las políticas del gobierno de Donald Trump han sido dañinas para los hispanos, en comparación con el 15% durante el gobierno de Barack Obama, según una encuesta del Pew Research Center”. Por eso las solicitudes de ciudadanía española han aumentado.

“Algunos quieren la ciudadanía como una suerte de póliza de seguro, en caso de que las cosas empeoren mucho en este país”, dijo al Times Sara Koplik, directora de extensión comunitaria de la Federación Judía de Nuevo México, una organización que participa en el proceso de solicitud ante el gobierno español.

Las autoridades del reino no exigen que los solicitantes sean practicantes, pero sí que hayan confirmado su genealogía sefardí mediante las organizaciones judías establecidas. También les solicitan que pasen exámenes de castellano y educación cívica.

“Las estimaciones varían sobre cuántos estadounidenses podrían ser elegibles, dado que muchos hispanos ignoran su propia ascendencia sefardí. Pero los académicos que se especializan en las migraciones sefardíes dicen que la gente con esa genealogía llega a los cientos de miles en los Estados Unidos, o más”, reseñó la nota.

Albuquerque es una de las ciudades con más solicitudes, adonde llegan distintas personas del país y de América Latina. Muchos han rendido los exámenes en la filial local del Instituto Cervantes. Según Koplik, tres grupos se destacan: venezolanos que tratan de escapar de la situación en su país, mexicanos de Nuevo León (donde hay una gran cantidad de descendientes documentados de sefardíes) y familias de varias generaciones en el suroeste de los Estados Unidos.

“Sabemos que muchas personas que llegaron a Nuevo México en las primeras etapas de la colonización española tenían origen sefardí”, dijo Dennis Maez, genealogista de Albuquerque que ya ha realizado los estudios de antepasados a más de 60 aspirantes a la ciudadanía española. “A partir de eso, es cuestión de llenar los blancos a lo largo de los siglos”.

Hasta el momento más de 6.400 personas se han convertido en españolas a partir de esta ley de 2015, cientos de ellas de los Estados Unidos. Las solicitudes se seguirán recibiendo hasta octubre de 2019, según extendió el plazo España.

Durante la Inquisición, muchas personas de tradición judía se convirtieron a la religión católica bajo amenaza de muerte. Pero no renunciaron a su identidad y al salir de la península en los siglos XVI y XVII, primero a las islas Canarias y luego a las colonias españolas en América, conservaron sus prácticas en secreto.

“El aislamiento de Nuevo México en relación al centro gubernamental en la ciudad de México fue una atracción”, dijo Stanley Hordes, un ex historiador del estado. Los registros administrativos y genealógicos muestran cómo los cripto-judíos participaron en la exploración de la región en las décadas de 1580 y 1590.

“Patricia Aragón Luczo, una aeromoza retirada de Nuevo México, rastreó sus antecedentes sefardíes hasta Juan de Vitoria Carvajal, un miembro de la expedición española que conquistó el territorio en 1598”, ilustró el Times. Ahora la descendiente espera vivir la mitad del tiempo en España y la mitad en los Estados Unidos.

Elmer Sierra, un militar retirado de Brownsville, Texas, explicó al periódico que se sintió muy afectado por la decisión de la Casa Blanca de enviar tropas a la frontera con México. “El momento decisivo para mí fue Charlottesville”, dijo, en alusión a las declaraciones del presidente, quien dijo que había “gente de bien” entre los nacionalistas blancos que protestaron en un episodio que causó una muerte.

Sierra acababa de aprobar el examen de conocimientos cívicos para recibir la ciudadanía española por sus ancestros sefardíes expulsados. “Hay tanto patas arriba en la sociedad estadounidense, que si las cosas empeoran, quiero tener esta opción”, explicó.

 

 

Fuente:infobae.com