Enlace Judío México e Israel – El chef Moshé Basson preparó la cena ofrecida al presidente checo en la Cinemateca de Jerusalén.

Momentos antes, recibió a los participantes de la Cumbre de Medios Judíos en el Restaurante Eucaliptus de Jerusalén.

Desde Israel, Enlace Judío entrevistó al reconocido “Chef Bíblico” oriundo de Irak, quien compartió su historia con los presentes:

En Irak teníamos una gran fábrica que producía aceite de sésamo e incluso éramos proveedores del ejército iraquí. Un día recibimos una carta del gobierno diciendo, “Vete y no regreses”.

Cuando llegamos a Israel, mi abuela vivió en una casa de campaña en Rehovot durante tres años, luego fue trasladada a una choza. En Jerusalén fuimos hospedados en pequeñas chozas de aluminio. No teníamos electricidad ni agua potable, pero éramos soñadores y pioneros, y… miren el milagro que hemos logrado.

Yo pertenezco a un grupo apolítico llamado Chefs por la Paz. Una organización de palestinos, judíos, musulmanes, cristianos. Mostramos a la gente que podemos hacer cosas buenas juntos. A veces los molesto y les digo que no escuchen a sus líderes y actúen. Creo que podemos lograrlo, porque los jóvenes no son tontos, son muy inteligentes. Y a través de las redes sociales podremos romper las barreras hacía una mayor colaboración. Creo que esto es lo que sucederá.

Les pido que no se llenen con el pan que les servirán enseguida, dijo a sus invitados. Es muy buen pan. El mismo pero poco más suave que el que mi padre hacía cuando arribó a Israel como refugiado.

Mi padre compró una panadería del gobierno en Mea Shearim (un vecindario ultraortodoxo en Jerusalén). Así que aprendí a hablar idish con acento iraquí, comentó.

Pedimos a Basson nos revele el menú de la cena ofrecida al presidente checo. Milos Zeman en la Cinemateca de Jerusalén. Los líderes disfrutaron de platillos tradicionales como berenjena con tajina, hojas de parra miniatura, tabule (ensalada de trigo), falafel de pescado, pastilla (pato envuelto en pasta de hojaldre).

“Mi platillo favorito es la sopa de lenteja roja, de la historia de los dos gemelos Yaakov y Esav”, concluye Basson.

La historia dice que Yaacov había preparado un tazón de sopa de lentejas para reconfortar a su padre Yitzhak por la muerte del abuelo Abraham. Esav regresaba del campo hambriento. Olió la sopa y le dijo a Yaacov que daría cualquier cosa por ella. Así que cambió su derecho de progenitura por el placer de un tazón de sopa de lentejas.


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