BERLÍN (JTA) — En un salón de baile decorado con una menorá gigante de Janucá hecha de globos dorados, unos 400 sobrevivientes del Holocausto y sus familias se reunieron para la segunda noche anual de sobrevivientes del Holocausto.

El evento, patrocinado por la Conferencia de Reclamaciones Materiales Judías contra Alemania, fue tanto festivo como sombrío. Los oradores reiteraron sus preocupaciones sobre encuestas recientes que muestran que el conocimiento sobre el Holocausto está disminuyendo.

“No debemos olvidarnos de lo que sucedió”, dijo Roman Haller, director de la Organización Sucesora de la Conferencia de Reclamaciones en Alemania, en declaraciones a la reunión, que se realizó en el centro de la comunidad judía en Berlín. “Pero no sólo somos víctimas”.

Haller nació en 1944 mientras sus padres se escondían en Ucrania.

La Conferencia de Reclamaciones también organizó reuniones en Jerusalén, Moscú y el área metropolitana de Nueva York en la tercera noche de Janucá. La organización estima que unos 400,000 sobrevivientes viven en todo el mundo hoy en día, incluidos los que huyeron al este de la antigua Unión Soviética.

En Berlín, los oradores incluyeron funcionarios gubernamentales y líderes judíos junto con representantes de la Conferencia de Reclamaciones. Una de ellas fue Charlotte Knobloch, jefa de la comunidad judía de Múnich y Alta Baviera, que sobrevivió al Holocausto escondida en Baviera.

Sentados en largas mesas decoradas con globos, los participantes se servían una ensalada de arroz pilaf con pollo, carne y ensalada de remolacha, y lo servían con vino de Manischewitz. Al menos un participante trajo su propio vodka en un moderno frasco. El ruso se escuchaba en todas partes.

Sobrevivientes del Holocausto se reúnen en frente del Muro de los Lamentos en Jerusalén mientras la ceremonia oficial de encendido de la menorá es dedicada en su honor, 4 de diciembre, 2018. La Conferencia de Reclamaciones Materiales Judías contra Alemania patrocinó eventos en cuatro ciudades para honrar a los sobrevivientes en la tercera noche de Janucá. (Jordan Cassway)

Junto con el rabino Jonah Sievers, Assia Gorban, de 85 años y oriunda de Ucrania que escapó de un campo de concentración allí con su madre, encendió una de las velas de Janucá junto con la comunidad berlinesa. Fueron liberados por el Ejército Rojo en marzo de 1944.

En 1992, se mudó de Moscú a Berlín. Hoy ella es bisabuela y está “llena de alegría al ver las menorás de Janucá” en toda su ciudad adoptiva.

Desde que la Conferencia de Reclamaciones inició las negociaciones en 1952, Alemania ha pagado más de 80 mil millones de dólares en indemnización a individuos por sufrimientos y pérdidas resultantes por la persecución nazi.

El próximo año, la organización distribuirá unos 350 millones de dólares en compensación a más de 60,000 sobrevivientes en 83 países, más 550 millones de dólares en subvenciones a más de 200 agencias de servicios sociales que ayudan a las personas de edad.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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