Enlace Judío México e Israel – Localizado en Tel Aviv, cerca del teatro Habima, el Museo Joseph Baum es el más pequeño del mundo, pues se conforma de dos pequeños cuartos que albergan el taller y una muestra de la obra de Joseph Bau: tanto un testimonio del Holocausto como una oda al naciente Estado judío.

El recinto cobija una historia de amor que inició en las barracas de uno de los lugares más infames sobre la faz de la tierra: el campo de trabajos forzados de Płaszów en la Polonia ocupada por los nazis.

Allí inicia la historia de Joseph y Rebeca, quienes lograron casarse en condiciones infrahumanas, salir vivos y juntos de él, logrando incluso después de la guerra dar testimonio en Viena, en el marco del juicio de uno de los líderes nazis más despiadados, el Dr. Erich Gruen.

Dicen que para ser un hombre hay que plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Si eso es cierto, Bau fue muchos hombres a la vez. Su libro “Querido Dios, ¿has estado alguna vez hambriento?” conjuga la terrible experiencia de la vida de un subhumano con un humor negro, casi caricaturesco. Su mirada implacable relata los detalles más atroces de la vida en el campo. Salpicado de sus ilustraciones e incisivos poemas como su “Oda al pan”, el libro aún no cuenta con versión digital en Amazon.

La boda de Joseph Bau aparece en la película “La lista de Schindler”. De hecho, el joven se disfrazó de mujer, poniéndose un vestido de rayas y cubriéndose la cabeza con un pañuelo blanco para poder ingresar a las barracas de las mujeres. En su libro, describe su boda: los anillos fueron formados con la plata de unas cucharas que se consiguieron a cambio de pan; y su madre fungió como rabino e impartió las bendiciones.

Rebeca es quién registraría a Joseph como integrante de la lista de Schindler.

El museo muestra, en el marco de un recorrido espectacular, el equipo de fotografía, la imprenta y las películas de quien fuera el primer autor de cortos animados de Israel. El niño que se salvó porque sabía dibujar las letras góticas favoritas de los alemanes, a pesar de no saber alemán, fue el hombre que creó fuentes tipográficas del hebreo, el idioma del Estado judío. El caricaturista testigo de los campos fue también el profeta que vaticinó la alianza Israel-EE.UU., y la importancia de Jerusalén.

Jugó con las palabras hebreas, diseñó campañas publicitarias, realizó cortos humorísticos y amó a la nación judía sobre todas las cosas. En resumen, saliendo de los campos, se dedicó a hacer travesuras y a divertirse con la vida, acompañado de su Rebeca que conoció calva y emaciada pero que hasta su muerte llenó su vida de luz y de calor.

Las dos hijas de la pareja (Tzlilah y Hadassa quien encabeza el recorrido en nuestro video) libran una lucha constante para mantener vivo el legado; el museo Joseph Bau busca donadores para sobrevivir. Si pasan por Tel Aviv, no dejen de visitar este recinto lleno de arte, de amor y de lecciones de vida.

Museo Joseph Bau, 9 Berdichevski, Tel Aviv 6425808, Israel. Laureado por Trip Advisor.

 

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