Enlace Judío México e Israel- Iosef Neira vive con la pistola pegada a la cadera. Es habitante de Bet El, asentamiento fronterizo con Ramallah. Lo entrevistamos después del atentado fatal en el cual Shira Ish-Ran resultó gravemente herida la noche del domingo y en el cual falleció el neonato que fue sepultado ayer.

Iosef Neira hizo Aliá desde Chile, y no se arrepiente, pues su vida en Israel ya tiene “un significado”.

Le preguntamos su sentir ante el atentado que acababa de suceder. Para él, los atentados no son una sorpresa: “Sabemos que no va a dejar de haber terrorismo. Conocemos los riesgos que hay y los tomamos conscientemente. No vamos a pedir que haya más protección. No queremos inspirar lástima. Estar aquí es simplemente nuestra forma de luchar”.

Lo siguiente es parte de lo que expresó:

Nosotros somos judíos de frontera. Existe el judío común y el judío que debe de cuidar la frontera, poner el pecho a las balas, porque lo nuestro es ir marcando las rutas.

Soy ingeniero comercial, y podría ganar 4 veces más de lo que gano viviendo en Tel Aviv. Pero vivo acá una vida con sentido y no la cambiaría por nada, porque hacemos lo mejor que se puede con la vida que llevamos.

Sabemos que no va a dejar de haber terrorismo. Pero el terrorismo no nos va a vencer. Estamos aquí para quedarnos.

No somos suicidas ni gente a quien no le importa la vida de sus hijos, sino que nosotros y ellos entendemos que ésta es otra forma de vivir.

Vivir acá es mucho más seguro que en Jerusalén, yo siempre he vivido en la frontera. Hoy, vivo en un edificio al cual han disparado en varias instancias desde la carretera. Alguien tiene que vivir acá.

Cuando ocurre algo en Judeo y Samaria, no es algo que vemos en la tele, sino que le ocurre a alguien que conocemos.

Esto no va a cambiar en nada nuestra posición, conocemos los riesgos que hay y los tomamos conscientemente. No vamos a pedir que haya más protección. No queremos inspirar lástima. Estar aquí es simplemente nuestra forma de luchar.

Trabajé 3 años como Sayar Layla (patrulla de noche), patrullaba toda la frontera, del lado solitario que colinda con Ramala (en la foto, una de las noches de patrulla de Iosef). Toda la noche con la ametralladora fuera de la ventana, el dado sobre el gatillo. Lo hice porque alguien tenía que hacerlo, porque alguien tiene que cuidar de los demás.

Aquí, mucha gente, después de trabajar, sale a patrullar con la policía para mantenernos seguros. Nuestra casa ES la frontera.

Mis hijas no se casarían con alguien que no viva acá o que no haya servido en el ejército. Es así de simple. Ellas sueñan con vivir en un asentamiento pequeño, para ser pioneras y no beneficiar de lo que ya hemos construido acá.

De hecho, el hijo de mi rabino fue parte de Sayeret Matkal. Los jóvenes corren por la calle, no porque les gusta hacer ejercicio, sino para pertenecer a las unidades de élite, donde más peligro hay.

Sabemos que no va a dejar de haber terrorismo. Es como el cáncer. Pero no tenemos odio contra los árabes, ellos vienen a trabajar en nuestras ciudades. Si sentimos odio contra ellos, nos convertimos en terroristas.

Para saber más, ve el resto de la entrevista en nuestro video.

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