Enlace Judío México e Israel – Pese a ser un católico devoto, el polémico futuro presidente de Brasil mantiene una estrecha conexión con el cristianismo evangélico de su país, y algunos creen que este factor fue clave para su arribo al poder.

¿Por qué ganó Bolsonaro la presidencia de Brasil? Algunos apuntan al encono de amplios sectores de la sociedad del país en contra de la corrupción que arrastró el Estado en los últimos años. Otros apuntan hacia el mal estado de la situación económica del país. Algunos más hacia la criminalidad que agobia el país. Pero para la académica norteamericana Monica de Bolle, los evangélicos ocupan un lugar importante al momento de analizar el proceso que ha llevado a Bolsonaro al poder, dijo al periodista judío venezolano Moisés Naim.

Monica de Bolle es directora del Programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad John Hopkins de Maryland, EE.UU. Uno de sus focos de estudio recientes es la importancia de los evangélicos alrededor de la controversial figura de Jair Bolsonaro en la política de Brasil, el ex capitán del ejército que se volvió una figura controversial en la política de su país por sus comentarios racistas, sexistas y nostalgia por la dictadura militar brasileña de la segunda mitad del siglo XX.

De manera simbólica, el primer acto público de Bolsonaro tras su imponente triunfo en las urnas fue en una ceremonia religiosa en la iglesia evangélica Assembleia de Deus Vitória em Cristo en la ciudad de Rio de Janeiro. “Tengo la certeza de que no soy el más capacitado, pero Dios capacita a los escogidos”, dijo el presidente electo en aquella ocasión.

“Los evangélicos facilitaron el triunfo de Bolsonaro, en particular los sectores de la población evangélica que ya tenían tiempo en la política”, señala De Bolle.

El porcentaje de quienes se identificaron como evangélicos en Brasil ha aumentado del 6.6% que constituían en el año de 1980, para el 22.2% en el año 2010, alcanzando una cifra de casi 42 millones actualmente en un país de 123 millones. Una de las cabezas evangélicas más prominentes de Brasil, el millonario obispo Edir Macedo, líder de la Iglesia Universal del Reino de Dios, expresó públicamente su apoyo a Bolsonaro en la recta final electoral, y fue en su cadena televisiva, Record TV, donde Bolsonaro otorgó su primera entrevista tras las elecciones. Políticamente hablando, en el Congreso de Brasil está presente un grupo legislativo evangélico que representa casi una quinta parte de la cámara. De este tamaño es la influencia de los evangélicos en la política del país sudamericano.

De Bolle analizó los resultados de las últimas 3 elecciones a nivel municipal realizadas en Brasil. Bolsonaro ganó en localidades cuyos habitantes evangélicos sobrepasan el 20% de la población total, de acuerdo a las indagaciones de la académica norteamericana, contrario a los resultados de 2010 y 2014, cuando el voto evangélico se dividió entre el Partido de los Trabajadores y el Partido Socialdemócrata Brasileño.

“Mi teoría es que, a pesar de que los evangélicos siempre han tenido presencia política en Brasil, en los últimos años comenzaron a volverse un grupo más cohesivo”, dice de Bolle. Previo a la segunda vuelta electoral entre Bolsonaro y su contrincante Fernando Haddad, los evangélicos publicaron un manifiesto de 65 páginas con propuestas políticas y económicas propias, por lo que considera que este paso fue una señal de que la comunidad evangélica logró encontrar al candidato ideal para su voluntad electoral al contrario de lo ocurrido en años pasados. Esta especie de plan de gobierno evangélico ha sido ya tomado por Bolsonaro en su período previo a su investidura, de acuerdo a la académica.

Uno de los puntos más importantes de igual manera en el que Bolsonaro y los evangélicos mantienen un foco en común, es el Estado de Israel. “En su escatología, la creación del Estado de Israel, la unificación de Jerusalén y su reconocimiento como la capital, la reconstrucción del Tercer Templo…Para ellos, todo esto acelerará el regreso de Jesús”, dijo en mayo pasado Marta F. Topel, académica de la Universidad de Sao Paulo, al sitio The Times of Israel. Para muestra un botón: de acuerdo a un reciente reporte del periódico israelí Haaretz, cristianos evangélicos han destinado en la última década cerca de 65 millones de dólares para beneficio de los asentamientos israelíes en Cisjordania, los cuales la comunidad internacional considera ilegales.

A pocos días de resultar electo, Bolsonaro expresó a través de un mensaje en su cuenta personal de Twitter que mantenía su intención de realizar el mismo histórico movimiento que EE.UU., Guatemala y Paraguay han realizado en el último año respecto a Jerusalén al reconocerla como capital de Israel. “Como he afirmado durante la campaña, tenemos la intención de trasladar la embajada de Brasil desde Tel Aviv ha Jerusalén. Israel es un Estado soberano y nosotros lo respetamos”, dijo.

Israel considera que toda la ciudad es su capital, mientras que los palestinos ven a la zona oriental de la ciudad como la capital de su futuro Estado, con un consenso internacional existente de que el estatus definitivo de toda la ciudad debe ser negociado entre las dos partes. Israel capturó Jerusalén oriental de manos de Jordania en la Guerra de los Seis Días de 1967 y luego la anexó a inicios de la década de 1980 en un movimiento que nunca fue reconocido por la comunidad internacional.

A finales del mes de noviembre, su hijo, Eduardo Bolsonaro, sostuvo una reunión con el yerno y asesor de Donald Trump, en la cual aparentemente quedó claro que el traslado de la embajada es ya una cuestión solamente de cuándo. “No sabemos la fecha para el traslado de la embajada de Brasil a Jerusalén o cuándo sucederá, pero tenemos la intención de hacerlo. La pregunta no debe ser si lo haremos, sino cuándo lo haremos“, dijo Eduardo en esa ocasión.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, abierto receptor del respaldo cristiano evangélico hacia Israel que provenga de cualquier parte del mundo, ha visto con excelentes ojos la intención de Bolsonaro y ve una gran oportunidad para mejorar la relación con Brasil. Con ello, es ya uno de los líderes a nivel mundial que ha confirmado su asistencia a la toma de posesión del nativo de Sao Paulo el próximo 1 de enero de 2019, con lo que se convertirá en el primer mandatario israelí en visitar de manera oficial al país más influyente de América del Sur.

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