Enlace Judío México e Israel – Estudiantes inspirados por los proyectos de la Fundación Ramón rinden homenaje a una mujer que los motivó a “mirar más lejos para crear una mejor sociedad”.

MELANIE LIDMAN

Miles de personas pasaron por el ataúd de Rona Ramón, la viuda del astronauta israelí Ilan Ramón, en el Centro Peres por la Paz y la Innovación en Tel Aviv esta mañana.

“Definiría la vida de Rona Ramón como una tragedia de proporciones bíblicas, pero también fue una heroína del espíritu, de proporciones bíblicas”, dijo el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. “La pérdida de Ilán y Assaf, a una edad temprana, son golpes crueles para una familia espléndida”.

Ilán Ramón, el primer y único astronauta de Israel, murió en el desastre del transbordador espacial Columbia en 2003. Seis años después del accidente de Columbia, su hijo Assaf, quien había seguido los pasos de su padre para convertirse en piloto de caza en la Fuerza Aérea de Israel, murió en un accidente de entrenamiento.

Un soldado frente al ataúd que lleva el cuerpo de Rona Ramon, en el Centro Peres por la Paz y la Innovación en Tel Aviv, el 19 de diciembre de 2018. (Miriam Alster / Flash90)

Posteriormente, Rona Ramón se convirtió en una heroína nacional por su labor en la Fundación Ramón y su liderazgo en terapia holística.

Rona Ramón, de 54 años, falleció el lunes después de sufrir un largo cáncer pancreático. Le sobreviven tres hijos, Tal, Yiftaj y Noa, y sus padres.

“Lo que conquistó el corazón de Rona fue la otra cara de esta difícil moneda, la forma en que se levantó y siguió trabajando, no sólo como una esposa que perdió a su marido y como una madre que perdió a su hijo, sino como “líder que se movilizó a sí misma y a los demás para seguir trabajando, creando y liderando en el cultivo de la excelencia, el genio y las habilidades latentes en nuestro pueblo, y quizás en cada uno de nosotros, y la capacidad de elevar esto aún más”, agregó Netanyahu.

Amigos, políticos, militares y estudiantes pasaron junto al ataúd de madera de Rona, debajo de una foto sonriente de ella, con los brazos extendidos detrás de un panorama montañoso. El Canal 10 de la televisión israelí informó que ese mismo ataúd se utilizó para transportar los restos de su esposo a Israel después tras el desastre de Columbia.

Muchos de los estudiantes llevaban camisetas de los diversos programas relacionados con la Fundación Ramón, una organización benéfica fundada por Rona en honor de Ilán y Assaf Ramón.

“Estamos aquí para honrar a Rona, sus actividades, y su estilo de vida, que fue optar por la vida”, dijo Oren Elkabetz, instructor del Club de Aviadores de la Fundación Ramón, un programa que une a pilotos de la Fuerza Aérea con escuelas en vecindarios afectados para promover el liderazgo y la responsabilidad social.

Estudiantes de la Preparatoria Amal Bet en Petah Tikvah frente al ataúd que lleva el cuerpo de Rona Ramón, en el Centro Peres por la Paz y la Innovación en Tel Aviv, el 19 de diciembre de 2018. ( Miriam Alster / Flash90)

“Cada vez que tuvo que elegir, optó por la vida”, continuó Elkabetz. “Llevamos este mensaje a los adolescentes, trabajamos con ellos para crear una mejor generación, más fuerte y más conectada, y les enseñamos que aunque se encuentren en las peores situaciones, pueden elegir por la vida”.

Rita Gorbunov, de 16 años, de Petah Tikva, participó en el programa SpaceLab de la Fundación Ramón, un grupo que ganó un concurso nacional para enviar un experimento a la Estación Espacial Internacional. Su clase en la Preparatoria Amal trabajó en un proyecto de investigación sobre el efecto de suplementos de calcio en astronautas para contrarrestar la osteoporosis o los problemas de densidad ósea que surgen en entornos de gravedad cero. Después de ganar una competencia nacional, su proyecto de investigación salió al espacio en junio de 2017. Los resultados, desafortunadamente, no fueron concluyentes, pero eso también fue una experiencia de aprendizaje, dijo Gorbunov.

“Aprendimos a trabajar juntos, a pedir ayuda a los expertos, cuando necesitamos información de médicos u otros expertos de todo el país”, dijo.

“Este programa realmente inspira a los adolescentes a mirar más lejos”, dijo Ofer Zitman, un profesor de física que dirige el programa SpaceLab en la escuela de Gorbunov. “Integra aspectos de biología, física, química. Y no se trata sólo del conocimiento y la curiosidad del alumno, el programa realmente motiva a los alumnos a buscar formas más allá del aquí y ahora para construir una mejor sociedad para todos”.

“Nuestros experimentos están ahí para intentar hacer una diferencia, para mejorar los viajes espaciales”, dijo Noam Kuperman, de 15 años. Este año, está trabajando en un experimento para utilizar la bacteria E. coli, combinada con glucosa y otros productos químicos, para que la utilización de gas en la estación espacial sea significativamente más eficiente. “Sabemos que ganaremos el concurso, y pensamos que la estación espacial podrá beneficiarse de nuestro experimento”, dijo. “Es decir, ¡solo estamos en la preparatoria!”

El uso del gas es uno de los mayores desafíos que limitan los viajes espaciales, explicó Kuperman a una de las amigas de Rona Ramón fuera del Centro Peres, mientras limpiaba las lágrimas.

“Esto es exactamente lo que Rona quería, llevar a esta generación joven al espacio y desarrollar una forma de pensar acerca de toda su sociedad”, dijo Didi Leibovitz Azarar, un amigo de la familia.

Rona pidió que su cuerpo sea incinerado, para evitarle a sus hijos el dolor de presenciar otro entierro. Ella planeó muchos de los detalles de las ceremonias del miércoles, entre ellos, la opción de exhibir su ataúd en el Centro Peres de Innovación.

“Su relación con mi padre fue muy estrecha”, dijo Chemi Peres, hijo del fallecido presidente Shimon Peres, quien comentó que su padre había firmado el acuerdo espacial con el presidente estadounidense Bill Clinton en la década de 1990, que allanó el camino para que Ilán Ramón se convirtiera en el primer astronauta israelí.

Assaf Ramon, a la derecha, con el presidente Shimon Peres luego de graduarse en la base aérea de Hatzerim en junio de 2009, varios meses antes del accidente. (Dudu Greenspan / Flash90)

Ilán Ramón envió un correo electrónico a Shimon Peres desde el espacio, y en 2009, Peres le otorgó a Assaf Ramón sus alas de piloto, sólo unos meses antes de que este último muriera en un accidente de entrenamiento.

“Vivimos estas tragedias con Rona”, dijo Chemi Peres. Unos meses antes de su muerte, Rona Ramón donó los restos de la bandera israelí que sobrevivió a la explosión del Challenger. “Es sorprendente que lo que quedó de la bandera es la Estrella de David”, dijo. “Rona la donó para que cuando abramos el Centro Peres por la Paz y la Innovación en febrero, todos puedan ver esta parte de la historia de la innovación de Israel”.

La bandera se encuentra en una caja de exhibición, detrás de un video de Ilán Ramón que grabó en el espacio, flotando sin peso, con los brazos extendidos.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico