Enlace Judío México.- El Presidente Trump sobresaltó al mundo el miércoles, y anuló a algunos de sus propios asesores, anunciando una retirada abrupta de todas las fuerzas estadounidenses de Siria. La decisión puede cumplir una promesa de campaña, y puede ser popular con muchos estadounidenses. Pero el Sr. Trump está también enviando una señal de retirada estilo Obama que tendrá consecuencias perjudiciales para su estrategia hacia Irán y los intereses estadounidenses.

El Presidente anunció la retirada en un tweet que asumía el crédito por derrotar al Estado Islámico, lo cual él dijo fue “mi única razón para estar allí durante la Presidencia Trump.” ¿Misión cumplida? No tan rápido.

Den al Sr. Trump crédito por acelerar la campaña de la coalición contra el ISIS y borrar su afirmación de ser un califato territorial. Pero el ISIS todavía retiene terreno en la frontera de Siria e Irak, y se ha reagrupado en células más chicas esperando que el espacio militar se vuelva a formar. Barack Obama también declaró la victoria sobre los extremistas suníes cuando retiró todas las tropas estadounidenses de Irak. El Estado Islámico se formó en el vacío.

Un informe del mes pasado del inspector general del Pentágono destacó la persistencia del Estado Islámico. El ISIS ha “seguido moviéndose clandestinamente y solidificándose como una insurgencia en Irak y Siria”, decía el informe. “A pesar de la pérdida de casi todo su territorio, la organización terrorista mantuvo en vigencia algunas de sus estructuras burocráticas y continuó recaudando fondos. Estas operaciones, en combinación con preocupaciones acerca tanto de la capacidad de las Fuerzas de Seguridad iraquíes para operar sin apoyo de la coalición y la guerra civil siria en curso, plantearon el potencial para un resurgimiento del ISIS.”

El Sr. Trump heredó un desastre en Siria, y para la época en que asumió el cargo era mucho más difícil aplicar una zona de exclusión aérea para proteger a los opositores al régimen de Bashar Assad. Pero la presencia de Estados Unidos en el nordeste de Siria equivalió a una zona de exclusión aérea de facto que facilitó a las fuerzas kurdas y Fuerzas Democráticas Sirias árabes eliminar a tantas células del ISIS como fue posible. Mantener 2,500 fuerzas en el nordeste de Siria para continuar esta tarea es difícilmente un compromiso exorbitante. No es construcción de nación.

Los riesgos son también más grandes que el ISIS. El Sr. Trump tomó su decisión enseguida después de una llamada telefónica con Recep Tayyip Erdogan de Turquía, quien ha estado amenazando con atacar a los kurdos en Siria. Funcionarios de Trump insisten en que no están abandonando a nuestros aliados, pero las FDS ahora tendrán que sacar sus propios cálculos de supervivencia al hacer acuerdos con el Sr. Erdogan, el Sr. Assad y sus sostenes rusos e iraníes.

Retirar las tropas estadounidenses reduce enormemente la influencia de Estados Unidos en una solución diplomática a la guerra civil siria. Estados Unidos puede reclamar en las Naciones Unidas, y puede bloquear el dinero para reconstruir al país, pero los hechos en el terreno cuentan para mucho más. Eso es especialmente así con Irán, el cual está convirtiendo el sur de Siria en una base de operaciones de avanzada contra Israel.

Funcionarios estadounidenses dijeron el miércoles que su objetivo de expulsar a Irán de Siria no ha cambiado. ¿Pero cómo? Retirándose de Siria, el Sr. Trump está perdiendo una posibilidad de imponer costos militares sobre el aventurismo de Irán. Los mulas en Teherán estarán llenos de alegría y verán las señales de debilidad de otro presidente estadounidense.

Será menos probable que ellos ajusten su programa nuclear. Y a Israel se le dificultará más detener la acumulación del ejército y milicias de Irán en el sur de Siria, lo que significa riesgos crecientes de una guerra regional.

El Sr. Trump se ha beneficiado en sus primeros dos años proyectando una imagen de fuerza que el Sr. Obama nunca proyectó. El contraatacó el uso de armas químicas por parte de Assad, revocó el acuerdo nuclear con Irán, y vendió armas letales a Ucrania para que resista la agresión rusa. La retirada en Siria es una señal de debilidad que advertirán amigos y enemigos.

Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.