Enlace Judío México e Israel – Irán podría ser una presencia vocal en Siria, donde todavía está tratando de lograr sus objetivos, pero ya los ha logrado en el Líbano, donde gobierna efectivamente el país.

GUIORA EILAND

El ataque israelí en Siria el martes por la noche logró su objetivo al demostrar una vez más que el Estado judío hace más que hablar, reforzando su credibilidad y disuasión. Al atacar los depósitos de armas del grupo terrorista Hezbolá y las fuerzas iraníes en el país devastado por la guerra, Israel señala que el derribo de un avión ruso por parte de las fuerzas sirias durante un ataque israelí en septiembre, o la retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria no cambiarán su política en el norte.

Aún así, el incidente podría representar un punto de inflexión en tres cuestiones. El ataque de tres horas que involucró un gran número de aviones, refleja la determinación israelí de garantizar la destrucción de los blancos iraníes, así como su poder militar. Siria también señala sus intenciones al activar sus defensas aéreas para interceptar misiles disparados por la Fuerza Aérea de Israel desde territorio libanés.

Por otro lado está el ángulo libanés. Israel ha reiterado el hecho de que los túneles excavados por Hezbolá bajo la frontera entre Israel y el Líbano constituyen una violación de su soberanía, lo que requiere represalias, mientras que el Líbano sostiene que Israel está violando constantemente su propia soberanía. Este intercambio de acusaciones, que se intensificó tras el discurso del primer ministro Benjamín Netanyahu en la Asamblea General de la ONU hace unos meses, podría aumentar las tensiones entre las partes.

Israel debe preocuparse más por el frente libanés que por el sirio. Irán realmente aspira atrincherar sus fuerzas en Siria, pero aún está lejos de alcanzar esa meta. Por otro lado, ha cumplido todos sus objetivos en lo que respecta al Líbano.

Puede parecer que el Líbano es un país independiente, aunque Hezbolá opera en su territorio, pero no es así. El Líbano y la organización terrorista chiíta tienen un acuerdo no escrito: el gobierno es responsable de los asuntos civiles y representa el lado bello del país, mientras que Hezbolá, respaldado por Irán, es la única fuerza militar en el país, le dice al ejército libanés dónde desplegar sus tropas, y decide si mantener o no la calma en la frontera israelí-libanesa. Hezbolá es un satélite o agente iraní, lo que significa que el Líbano está controlado efectivamente por Irán.

Este hecho nos lleva a dos conclusiones: Rusia, como Israel, no está interesada en fortalecer a Irán en Siria. Moscú, que busca mantener su control sobre Siria a través del régimen títere del presidente Bashar Assad, no está dispuesto a permitir que Irán se apodere de Siria como se apoderó del Líbano. Por lo tanto, Rusia continuará tolerando los ataques israelíes en Siria, pero sólo mientras Jerusalén apunte contra blancos iraníes. La retórica rusa podría ser agresiva, pero su reacción será leve.

Partidarios de Hezbolá en Beirut (Foto: AFP)

Además, Israel debe informar al mundo que si Irán decide activar a Hezbolá en su contra, esto no sólo provocaría otra guerra entre Israel y la organización terrorista, sino una conflagración mayor entre Israel y el Líbano.

Si Estados Unidos, Francia y Arabia Saudita, que han invertido grandes esfuerzos en el Líbano, desean salvarlo de la destrucción, deben explicar al gobierno libanés las consecuencias de poner la fuerza militar del país en manos de Hezbolá y su patrón, Irán.

Si estalla una tercera guerra en el Líbano, Israel actuará contra el país para garantizar una corta campaña militar, a diferencia de la Segunda Guerra del Líbano en 2006, que duró 34 días.

Irán es Hezbolá es el Líbano.

Fuente: Ynet /Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

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