JERUSALÉN (JTA) — Un hombre palestino que posee la ciudadanía norteamericana fue condenado a cadena perpetua por vender tierras en el este de Jerusalén a un judío israelí.

Issam Akel fue condenado este lunes por un tribunal de la Autoridad Palestina en Ramallah. Akel, de 53 años, fue arrestado hace tres meses. Su familia dice que fue torturado durante el interrogatorio.

La cadena perpetua también incluye trabajos forzados. Puede apelar, dijo a Reuters un funcionario judicial palestino.

Es ilegal bajo la ley de la Autoridad Palestina vender tierras a “un Estado hostil o a cualquiera de sus ciudadanos”. Vender tierras requiere el permiso de la Autoridad Palestina

Akel, residente de Belén, había trabajado para la Autoridad Palestina. Se le acusa de ser un intermediario entre el propietario palestino de la casa ubicada en el barrio musulmán en la ciudad vieja de Jerusalén y una organización judía que la compró, dijo el asambleísta de Nueva York, Dov Hikind, quien se reunió en noviembre con la esposa de Akel. Los funcionarios palestinos no han identificado al comprador.

Akel vivió en EE.UU. durante 12 años. Como residente del este de Jerusalén, también tiene una tarjeta de identificación azul israelí. Sus cuatro hermanos y sus familias continúan residiendo en EE.UU.

La familia de Akel niega haber intentado vender la tierra.

El embajador de EE.UU. en Israel, David Friedman, pidió a fines de noviembre a la Autoridad Palestina que pusiera en libertad inmediatamente a Akel.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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