Enlace Judío México e Israel – El primer ministro de Israel aseguró en su “dramático” mensaje en vivo, como se calificó previamente, que la investigación sobre presunta corrupción en su contra está sesgada y arremetió contra cuestiones procedimentales a las que asegura se le han negado.

Lo que mantuvo expectante a Israel por casi 3 horas desde que se anunciara el mensaje terminó simplemente por arquearle la ceja a no más de uno: Benjamín Netanyahu aseguró que pidió confrontarse con algunos de los testigos protegidos por el Estado que han testificado en su contra en las investigaciones, pero que esta petición le fue negada en dos ocasiones.

Por ello, decidió realizar este anuncio en vivo en el horario prime time de Israel mientras las ediciones principales de los noticieros se emiten, para que “el público escuche la verdad. Quiero verlos a los ojos [a los testigos] y arrojarles la verdad. ¿Qué tienen que esconder? Yo no tengo nada que esconder”, y aseguró que podría realizar el encuentro con los testigos incluso en vivo en una transmisión. Uno de los noticieros, el del Canal 10, sin notar mayor interés en el anuncio, decidió cortar la transmisión del mismo y continuar con su edición nocturna.

Netanyahu consideró por esto la existencia de un “sesgo” en su contra, y aseguró que se le ha negado la oportunidad de testificar a individuos que podrían contrarrestar la balanza a su favor en las investigaciones. Así mismo, dijo que con estos casos de presunta corrupción, la izquierda sólo busca derrocarlo del gobierno.

“¿Acerca de qué hablan cuando hablan de un soborno? ¿Hablan acerca de dinero? ¿Sobres? ¿Cuentas de banco? ¿Islas en Grecia? ¿Qué?”, cuestionó el mandatario. “Hablan acerca de un medio simpatizante. ¿Yo, la personalidad más difamada, fui tratado con simpatía por un medio? ¡Pero qué absurdo! Esta acusación es una broma. Por primera vez en la historia de Israel, una cobertura positiva es corrupción. ¿Cómo no investigan a Yair Lapid que se reunió con Arnon Mozes en un departamento secreto en Savyon y para que su partido votara a favor de una decisión de cerrar el Israel Hayom? ¿A mí, que disolví la Knéset para enterrar la ley y recibí de Noni Mozes una difamación, a mí me quieren llevar a juicio? Y a los 43 legisladores de la Knéset que votaron a favor de la ley, a ellos no les invitan ni un café con los investigadores”, dijo Netanyahu.

Poco después, en respuesta al mensaje realizado por Netanyahu, el Ministerio de Justicia dijo en un comunicado que todos los procedimientos en las investigaciones alrededor de los casos de presunta corrupción en los que está involucrado se han realizado de manera profesional y completa”.

La oposición política al primer ministro criticó lo expuesto por este y aseguró que sólo se trata de propaganda política y de mecanismos para eludir su presunta responsabilidad en los casos en su contra de cara a las elecciones y ante el público israelí.

La presidenta del partido de izquierda Meretz, Tamar Zandberg, criticó a Netanyahu por su declaración y dijo: “Tenemos un primer ministro que aún gobierna bajo una recomendación para acusarlo por tres casos de soborno. Hasta que Netanyahu renuncie, esta es una propaganda electoral que no es adecuada para ser transmitida por televisión”, dijo.

El presidente del partido laborista HaAvodá, Avi Gabbay, también fue tras el primer ministro, diciendo que “en un país normal, el primer ministro no ataca a las autoridades. En lugar de lidiar con la seguridad de los residentes del sur, el costo de la vida o el colapso del sistema de salud, Netanyahu, está ocupado salvándose de los interrogatorios”.

La líder de HaAvodá en la oposición en la Knéset, Shelly Yacimovitch, declaró que a la luz de sus comentarios, “el primer ministro ya no está en condiciones de cumplir su función. Vimos un discurso de campaña cínico y aburrido, de alguien que está tratando con todas sus fuerzas para escapar del veredicto. Esta es una intervención descarada y audaz de Netanyahu en su proceso legal, mientras crea un drama falso sobre nada”.

Por su parte, la presidenta del partido de centro Hatnuá, Tzipi Livni, que recientemente rompió con Gabbay en la coalición que mantenían, la Unión Sionista, calificó la declaración de Netanyahu como “otro intento obvio de posponer el ejercicio de la justicia en Israel en un ataque histérico como una víctima contra la Policía por sus necesidades personales”.

Este fin de semana, un reporte del periódico Haaretz indicó que el fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, tiene previsto emitir su decisión al respecto de uno de los casos de presunta corrupción el próximo mes, antes de que se realicen las elecciones para la Knéset el próximo 9 de abril, un acto que de ocurrir, Netanyahu ha acusado de “ilógico” y sesgado respecto al proceso electoral en ciernes.

Netranyahu ha dejado en claro que aún con una acusación formal en su contra, no renunciaría a su cargo como primer ministro de Israel, y ha acusado a sus opositores políticos, a los medios de comunicación y a la izquierda israelí de presionar a Mandelblit para que emita su decisión.

Uno de los casos contra el primer ministro, denominado el Caso 1000, involucra alegatos de que el primer ministro aceptó regalos de figuras de empresarios millonarios en violación de la ley.

Un segundo caso, el Caso 2000, se centra en las pláticas entre el primer ministro y Arnon Mozes, el editor del periódico israelí Yedioth Ahronoth, que supuestamente involucra una cobertura de noticias favorables para el primer ministro a cambio de políticas gubernamentales que beneficiarían a la publicación.

El tercer caso, el Caso 4000, involucra alegaciones de que Netanyahu otorgó concesiones regulatorias al dueño de la firma de telecomunicaciones Bezeq a cambio de una cobertura favorable del sitio web de noticias de la compañía, Walla! News.

El primer ministro niega cualquier irregularidad en los tres casos.

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