Enlace Judío México e Israel.- En 1936 Anita Brenner, escritora, periodista, antropóloga y promotora de la cultura mexicana en Estados Unidos, envió un mensaje al muralista Diego Rivera para que gestionara la llegada de Trotsky a México.

AÍDA CASTRO SÁNCHEZ

Este 9 de enero se cumplieron 82 años de la llegada de León Trotsky a México. Contrario a lo que se piensa que detrás de la petición de exilio al presidente Lázaro Cárdenas no sólo está el muralista Diego Rivera, poco se ha reconocido la labor de la escritora mexicana Anita Brenner Duchan (1905-1974).

Radicada en Nueva York, en 1936 la periodista envió un telegrama al pintor a nombre de “el comité americano para la defensa de León Trotsky” y averiguar si el gobierno mexicano lo podía asilar tras su inminente expulsión de Noruega.

El 13 de noviembre de 1933 Brenner entrevistó en secreto al líder revolucionario cuando estaba exiliado en París y después publicó un texto en el periódico The New York Times. Algunas de sus biógrafas comentan que Anita fue detractora de Joseph Stalin y se unió al Comité de John Dewey en defensa de Trosky.

La escritora judía nacida en Aguascalientes el 13 de agosto de 1905, fue registrada como Hana Brenner Duchan. Su padre, Isidoro Brenner emigró a Estados Unidos desde un pueblo de Letonia en 1880, conoció a Paula Duchan con quien se casó y tuvo cinco hijos, posteriormente viajaron a México.

Durante la Revolución la familia Brenner dejó el país varias veces y en definitiva se fueron a vivir a Estados Unidos en 1916, de acuerdo con el libro Anita Brenner. Una escritora judía con México en el corazón, de Marcela López Arellano.

En 1923, a los 18 años Brenner regresó a México porque en la Universidad de Texas vivió racismo y rechazo. “La universidad fue peor, cuando fui allí, había un letrero en una exclusiva casa de huéspedes que decía: No se permiten judías. Así que hui. Me fui a México, renunciando a una licenciatura”, dijo la escritora, según la extensa investigación de Marcela López Arellano.

“Anita Brenner fue una mujer revolucionaria que desafió los roles tradicionales”, describe la historiadora Alicia Gojman de Backal. Su regreso a México le valió las críticas familiares y así lo comentó en sus cartas: “Todos se lamentaron. Una chica joven sola en un salvaje, inestable e incivilizado país”.

La periodista fue muy amiga de Frida Kahlo, Tina Modotti, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera. Sus libros y textos impulsaron el arte mexicano posrevolucionario, registró la máxima especialista en la vida y el trabajo de Brenner, Marcela López Arellano.

El exilio de Trotsky en México

El político revolucionario de origen judío Lev Davidovich Bronstein (Ucrania, 1879-México, 140) mejor conocido como León Trotsky, creador del Ejército Rojo y artífice de la Revolución de Octubre en Rusia, se enfrentó a Joseph Stalin y fue expulsado de su país en febrero de 1929. Residió en Turquía, Francia y Noruega antes de llegar a México.

La relación de Anita Brenner con los intelectuales mexicanos de la época posrevolucionaria le permitió ser artífice para que Trotsky viviera en nuestro país. En los tres años y siete meses de la estancia del líder soviético no hay registro de que ellos se encontraran en México ya que Brenner vivía en Nueva York y regresó a tierras mexicanas a partir de 1944, después de que lo asesinaron.

En noviembre de 1936, después de recibir el telegrama de Brenner el pintor Diego Rivera y el profesor Octavio Fernández, líder de los trotskistas mexicanos, gestionaron personalmente ante el presidente Lázaro Cárdenas la petición de asilo, según el libro El grito de Trotsky. Ramón Mercader, el hombre que mató al líder revolucionario, de José Ramón Garmabella.

El 7 de diciembre de 1936 nuestro diario publicó la noticia: “El gobierno mexicano le concederá el permiso”. Trotsky pensó que todo formaba parte de un plan para asesinarlo ya que le habían dicho que viajaría en un petrolero y habían planeado el hundimiento del mismo con él abordo, así lo escribió en su libro Los Gángsters de Stalin.

Las gestiones de Brenner, Rivera y Fernández ante el gobierno mexicano fueron exitosas.Trotsky y su esposa Natalia Sedova viajaron a México en el barco petrolero Ruth, que zarpó de Noruega el 9 de diciembre de 1936.

El 9 de enero de 1937 entró al río Pánuco, en Tampico y los refugiados fueron recibidos por Frida Kahlo, George Novak, secretario del Comité Estadounidense de Defensa de León Trotsky y Mas Shachtman, fundador del movimiento trotskista en Estados Unidos, de acuerdo con las notas publicadas.

Después de hospedarse unas horas en Tampico, el más grande enemigo de Stalin y su esposa llegaron a la capital mexicana en el tren presidencial Hidalgo. El matrimonio Trotsky fue recibido por Diego Rivera en la estación de Lechería y los llevaron a Coyoacán, que a finales de los años treinta era una zona residencial de paisaje rústico al sur de la capital. Ahí se encontraba la Casa Azul, casona ubicada en la calle de Londres, lugar en el que Frida Kahlo nació y murió. Hoy es un museo que lleva el nombre de la pintora mexicana.

El líder político ruso fue acusado por el Tribunal de la Suprema Corte de la Unión Soviética en Moscú de encabezar una banda terrorista dedicada a planear el asesinato de Stalin, entre otras imputaciones. Es por ello que durante su exilio en México, en abril de 1937 dio su testimonio para defenderse ante la Comisión de Investigación dirigida por John Dewey (conocido como el Comité John Dewey).

Anita Brenner estaba en el grupo de intelectuales judíos de izquierda de la revista Menorah Journal que mostraron su simpatía por Trotsky. También formó parte de este Comité, de acuerdo con la investigadora Marcela López.

“Estuve involucrada en el famoso Comité… que intentó destapar y hacer pública la mentira que hace que las cosas funcionen tan brutalmente en la Unión Soviética y que fue elegido por Hitler como un “modus operandi” e hizo al mundo entero un daño inmenso…”.

Antes de ser asesinado Trotsky fundó en México la Cuarta Internacional (1938). El 24 de mayo de 1940 sufrió un atentado en su casa ubicada en la calle de Viena, en Coyoacán (hoy es el Museo Casa León Trotsky).

La persecución contra el enemigo más grande de Stalin culminó con el asesinato del pensador marxista el 21 de agosto de 1940, tras ser atacado por Ramón Mercader quien le asestó un golpe en la cabeza con un piolet (herramienta que utilizan los montañistas para escalar)

Brenner, una pluma incansable

A principios del siglo XX, Anita Brenner vivió un tiempo entre México y Nueva York. Su primer artículo lo escribió a los 19 años para un periódico judío. Era bilingüe, siempre escribió en inglés y para lectores estadounidenses. Entre otros temas, se enfocó a la vida de los judíos en México, a promover a nuestro país como destino turístico en la época de la pos revolución cuando la imagen.

La historiadora de arte Alicia Azuela comenta que el libro Ídolos tras los altares (1929), escrito por Brenner es una obra pionera por ser el primer estudio especializado acerca del “renacimiento artístico mexicano” y por ser la primera vez que este movimiento fue difundido en el extranjero.

Para Carlos Monsiváis, Brenner fue “una personalidad de un tiempo de la vida cultural de México”. “Su escritura nos presenta una relación fascinante entre su pertenencia a la cultura judía y su profundo interés en México, una mujer que nunca se definió como feminista pero que hizo visibles a las mujeres en sus escritos”, afirma Marcela López Arellano.

En 1930 se casó con el médico David Glusker con quien tuvo dos hijos, Peter y Susannah Glusker. Ya casada, terminó sus estudios de doctorado en la Universidad de Columbia en 1931.

En la biografía de su madre, Susannah Glusker señala que en esos años en Nueva York, Anita “se convirtió en una escritora profesional de desbordante energía”. Tan sólo durante la década de los años treinta, ella publicó más de 160 artículos en temas de arte, México, política y la guerra civil española como corresponsal para The New York Times. También hizo libros para niños.

Desde 1944 vivió en México con sus hijos y en 1952 le diagnosticaron cáncer. Entre 1955 y 1972 Anita editó su revista Mexico-This Month para que la leyeran en Estados Unidos. Durante estos años regresó a su ciudad natal, Aguascalientes, para rescatar el rancho de su padre.

En 1967 el gobierno mexicano le otorgó el Premio Orden Mexicana del Águila Azteca (distinción para reconocer a los extranjeros por sus servicios humanitarios) que ella rechazó: “¡Habrase visto! ¡Otorgarle el Águila Azteca a una mexicana!”.

De acuerdo con sus biógrafas, los últimos años de su vida los pasó en Aguascalientes donde recuperó el rancho de su padre, abandonado tras la Revolución Mexicana. Se dedicó a cultivar un huerto y árboles frutales.

La escritora judía estadounidense de origen mexicano tuvo un accidente automovilístico cerca del pueblo de Ojuelos, Jalisco, al regresar a la Ciudad de México desde Aguascalientes y murió el 1 de diciembre de 1974.

Días después el crítico literario Antonio Acevedo Escobedo escribió un artículo en El Universal (16 de diciembre) lamentando su partida y destacando su obra. “Voluntariosa, inteligente, sarcástica, amiga a pecho partido, ha muerto de manera trágica Anita Brenner”.

El 14 de septiembre de 2017 el Skirball Cultural Center de Los Ángeles inauguró una exposición en su honor titulada Another Promised Land: Anita Brenner’s Mexico (Otra tierra prometida: el México de Anita Brenner), para mostrar al mundo su legado.

 

 

Fuente:eluniversal.com.mx