Gracias, Eizenkot

Enlace Judío México e Israel – Se ha convertido en un cliché, pero Israel se encuentra en un barrio difícil, con amenazas en todas sus fronteras. Un día tranquilo en el Medio Oriente no es algo que se da fácilmente, pero el Jefe de Estado Mayor de las FDI, Gadi Eizenkot, comandó magistralmente el ejército de Israel, de manera que hubo varios días tranquilos en los últimos cuatro años.

EDITORIAL JERUSALEM POST

No hubo una guerra ni una operación militar importante que pudiera definir el mandato de Eizenkot, pero en general, Israel es un país más seguro que hace cuatro años. Los esfuerzos iraníes para establecer bases en Siria se han obstaculizado y los esfuerzos de Hezbolá para obtener cientos, o tal vez miles de misiles precisos, se han frustrado. El Estado Islámico tampoco es una gran amenaza en las fronteras norte o sur.

Bajo la guía de Eizenkot, las FDI libraron una “guerra entre guerras”, es decir, operaciones encubiertas contra los enemigos de Israel. Cuando los medios sirios informan sobre presuntos ataques aéreos israelíes, Israel no los confirma ni los niega, en la mayoría de los casos.

La finalización de la Operación Escudo del Norte, con el descubrimiento del sexto y último túnel construido por Hezbolá desde el Líbano hacia Israel a dos días de que Eizenkot termine su mandato, es un símbolo de su mayor logro que se ha dado a conocer: mantener al margen a Irán y a los terroristas que apoya en Siria y el Líbano.

Más polémica fue la estrategia de Eizenkot para contrarrestar a Hamás en Gaza.

Las protestas semanales en la frontera de Gaza comenzaron hace casi un año y no se han detenido. Los disparos de cohetes contra civiles en el sur de Israel se han reducido en las últimas semanas, pero más de 400 cohetes fueron lanzados desde Gaza a ciudades israelíes en un solo día de noviembre.

Muchas figuras políticas e israelíes en el sur han criticado lo que consideran una menor disuasión. A menudo parece que Hamás marca la pauta; Israel espera a ver lo que hace y luego responde si es necesario.

El ex ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, comparó al jefe del Estado Mayor de las FDI con “el liderazgo de Paz Ahora”, en su frustración por su persistente oposición a una amplia operación militar. Eizenkot rechazó repetidamente a los ministros del gabinete de seguridad que pidieron una escalada, o que dijeron que el ejército debe atacar a los gazatíes que lanzan globos y cometas incendiarios a Israel.

Estas disputas llevaron a una situación desafortunada en la que Eizenkot y el primer ministro Benjamín Netanyahu tomaron decisiones entre los dos y las presentaron en el gabinete de seguridad como un hecho consumado. No es así como se deben tomar decisiones importantes en una democracia. La libre circulación de ideas es esencial para encontrar soluciones creativas a los muchos problemas y amenazas que enfrenta Israel.

Sin embargo, Eizenkot y Netanyahu tenían una buena razón para no dejarse llevar por los tambores de guerra. No había un mayor objetivo estratégico para una amplia operación militar y en cambio, existían altas probabilidades de que Israel terminara exactamente en el mismo lugar, pero con más bajas en ambos lados, y debilitado en el marco internacional. Aunque este punto parece haberse perdido en muchos, si no en la mayoría de los israelíes, es un componente importante de la seguridad de Israel.

Gaza no fue el único tema en el que Eizenkot se enfrentó a la opinión pública para hacer lo que creía que era correcto. El soldado de las FDI Elor Azaria fue declarado culpable de homicidio involuntario por disparar a un terrorista desarmado y herido en Hebrón, un caso que fue objeto de intensos debates. Eizenkot dejó claro que pensaba que es incorrecto disparar y matar a un palestino desarmado, incluso si antes había atacado a un soldado de las FDI. Azaria recibió un gran apoyo del público, al tiempo que aumentó el discurso de odio contra Eisenkot, pero él defendió los valores que sintió que deben guiar a las FDI.

Eizenkot debe ser recordado como un jefe del Estado mayor con fuertes convicciones, que mantuvo a Israel relativamente seguro durante cuatro años. Por ello, y por sus cuatro décadas de servicio a este país, se lo agradecemos.

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