Enlace Judío México e Israel – El nuevo jefe del Estado Mayor de las FDI deberá encontrar una manera de mantener al ejército fuera del juego político previo a las elecciones del 9 de abril, formular un plan nacional para elevar la motivación de los nuevos reclutas y hacer los ajustes necesarios en los frentes volátiles de Israel.

YOSSI YEHOSHUA

Durante sus 36 años de servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel, el nuevo jefe del Estado Mayor de las FDI, teniente general Aviv Kojavi, buscó hacer cambios en donde estuvo. Después de asumir el cargo este martes, intentará, sin restar valor a la labor de su antecesor, Gadi Eizenkot, promover movimientos significativos para reforzar el ejército y su estrategia. Se puede suponer que Kojavi reiterará las palabras “sofisticación” y “creatividad” durante las reuniones del Estado Mayor.

Como jefe de la Dirección de Inteligencia Militar, Kojavi mejoró los métodos empleados por las FDI para recopilar información, promovió la investigación y desarrolló el campo del ciberespacio y estableció nuevas unidades. Hará lo mejor que pueda para duplicar este éxito como comandante del ejército. Pero como tal, se verá obligado a trabajar bajo distintas condiciones.

Incluso antes de mencionar los desafíos planteados por nuestros enemigos y el hecho de que el Estado Mayor ha tenido mejores días que estos, el punto de partida de Kojavi es bastante complicado.

El nuevo jefe del Estado Mayor no fue la primera opción del primer ministro Benjamín Netanyahu para el cargo. Además, Kojavi no tendrá un ministro de defensa de tiempo completo a su lado (ya que Netanyahu también asume la cartera de defensa).

Además, el Jefe de Estado Mayor Adjunto, general de división Eyal Zamir y el Jefe de Inteligencia Militar, general de División Tamir Heiman, que no provienen de la comunidad de inteligencia, fueron nombrados no hace mucho tiempo.

El primer desafío de Kojavi será mantener a las FDI fuera del juego político previo a las elecciones del 9 de abril. Debe ser cauteloso, responsable y valiente para cumplir con esa misión.

Su segundo desafío será el del personal de las FDI, los soldados en servicio obligatorio y en la reserva. Aunque el ejército no es responsable de que haya una menor motivación para servir en las unidades de combate, sigue siendo su mayor problema.

En colaboración con el Ministerio de Educación, Kojavi deberá formular un plan nacional para cambiar esta imagen sombría, porque con el debido respeto a la tecnología avanzada de las FDI, el ejército no puede existir sin los mejores jóvenes de Israel.

Además, el nuevo jefe del Estado Mayor tendrá que encontrar una manera de mantener a los soldados profesionales en el ejército, tanto en área de tecnología como en las unidades de combate.

Tendrá que convencer a los comandantes de compañías a que sigan una carrera en el ejército cuando la mayor parte de su trabajo consiste en llevar a cabo operaciones en los territorios y disparar a infiltrados que intentan cruzar la valla de seguridad se está convirtiendo en un reto, especialmente cuando saben que la esfera política no cree en movilizar a las fuerzas terrestres, sin mencionar sus salarios relativamente bajos en comparación con el mercado laboral.

El ex jefe del Estado Mayor Gadi Eizenkot terminó su mandato sin lanzar una guerra, mientras que su sucesor debe lidiar con cuatro frentes volátiles: Irán y sus intentos de atrincheramiento en Siria, Hezbolá en la frontera con Líbano, Hamás que gobierna Gaza y el área de Cisjordania que hierve a fuego lento.

Las restricciones de Rusia hacen que cada ataque aéreo israelí en Siria sea más complicado, mientras que los sistemas de defensa aérea de Damasco están mejorando. Además, Irán continúa enviando armas guiadas de alta precisión Siria y el Líbano, y las posibilidades de represalias están aumentando.

Eizenkot termina su mandato con el frente norte libre de túneles transfronterizos de ataque, sin embargo, el objetivo general de Israel es preparar al ejército para una victoria en ese frente, lo que requerirá el restablecimiento de la disuasión contra Hamás, que se ha debilitado tras la reciente ronda de enfrentamientos en Gaza.

Además, la batalla por la herencia tras el retiro del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas creará una nueva realidad, y no necesariamente será mejor.

Kojavi, que es inteligente, razonable y conocido por su autocrítica, tendrá mucho cuidado de no provocar escándalos mediáticos y, por lo tanto, se abstendrá de hacer declaraciones escandalosas durante su mandato.

Pero sus acciones en el Líbano, Cisjordania y como Comandante de la División de Gaza indican que no dudará en usar la fuerza cuando sea necesario.

Kojavi es la persona adecuada y está bien preparado para ocupar el cargo; sin embargo, si no hace los cambios necesarios, especialmente en la estructura del ejército y sus ajustes a los desafíos actuales, será el hombre adecuado en el lugar equivocado.

Fuente: Ynet / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

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