Enlace Judío México.- Los cuerpos estaban tapados por una gran cantidad de piedras y tierra, en un pozo de unos 2 metros de profundidad. Así, Nicolás Gil Pereg, hijo de una de las dos turistas israelíes desaparecidas durante 15 días, logró mantener oculto en su casa el misterio de lo que había pasado con su madre y su tía. Pero la trama comenzó a resolverse este viernes, con su detención, y se cerró este sábado, cuando encontraron los cuerpos de las dos mujeres enterrados en su casa.

El hallazgo se produjo durante el segundo allanamiento en 24 horas en la casa de Pereg, que ahora está preso acusado por el doble crimen. Las víctimas fueron identificadas por los pasaportes y la vestimenta.

Un rato antes, el imputado había estado cara a cara con la fiscal del caso. “Si usted no me deja ir a mi casa a atender a mis gatos, va a encontrar un cuerpo”. Esa fue la única frase que dijo cuando le comunicaron que estaba imputado por los homicidios de su madre, Pirhya Sarussi (63), y su tía, Lily Pereg (54). Los cadáveres aún no habían sido hallados.

De esta manera el israelí, que vive en Mendoza desde 2007, amenazó con quitarse la vida, pero no mostró signos de dolor o arrepentimiento por lo que ocurrió con las hermanas que habían llegado a la provincia el viernes 11 de enero.

Desde el día siguiente nada más se supo de ellas, por lo que comenzó una investigación que siempre apuntó al hombre de 36 años como principal sospechoso. Sin embargo, los investigadores no conseguían pruebas para incriminarlo.

Hasta que el viernes por la tarde policías llegaron al predio ubicado en calle Julio Argentino Roca al 6000 de Guaymallén, donde Gil Pereg vivía en condiciones de indigencia, para detenerlo.