Enlace Judío México e Israel – Benny Gantz fue recibido por sus partidarios en el centro de convenciones Expo Tel Aviv como un auténtico peso pesado en su primer evento público de campaña, donde declaró la guerra política contra Netanyahu y prometió la unidad y un camino diferente para Israel en caso de llegar a ser primer ministro.

“Ahora que finalmente he empezado a hablar, no pararé”, bromeó el líder del recién fundado partido Hosen LeYisrael (Resiliencia de Israel), al mismo tiempo en que agradeció a todos los congregados ante su primer discurso político que se alargó por más de 30 minutos. El general reiteró algunos de sus eslogans de campaña y entonó sus palabras iniciales alrededor de una unidad en torno a Israel, “antes que nada”.

Gantz dijo sentirse orgulloso de Israel, pero se mostró preocupado por las divisiones existentes actualmente, entre izquierda o derecha, religiosos o seculares, y acusó al gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, sin mencionarlo por nombre, de propiciar estas mismas reyertas internas entre israelíes. “Ningún líder de Israel es un rey”, “Nuestro gobierno será estatal, y no monárquico”, “El Estado no soy yo: el Estado somos nosotros”, lanzó sutilmente contra el actual mandatario.

Así mismo, en el plano de la seguridad, enfatizó en que esta “se hace con hechos, no con palabras”, prometiendo que erradicará la amenaza de Irán en contra de Israel. En esta línea, dijo que, al contrario del gobierno actual, no permitirá la entrega de fondos millonarios a Hamás, pero sí la ayuda humanitaria para los palestinos de Gaza.

A pesar de los ataques en contra del gobierno de Netanyahu, Gantz aún así lo llamó “patriota”, así como a los exprimeros ministros Menajem Beguin y a Itzhak Rabin, por sus esfuerzos por tratar de lograr la paz en el conflicto palestino-israelí, refiriéndose al intento del actual mandatario de lograr un acuerdo con Yasser Arafat en 1998.

Jerusalén continuará siendo la capital unida de Israel, se continuará con la expansión de los bloques de asentamientos israelíes en Cisjordania, y los Altos del Golán, reclamados por Siria, no dejarán de ser parte del territorio nacional en su gobierno, señaló el general retirado, expresando con ello sus primeros lineamientos alrededor de un futuro acuerdo de paz con los palestinos. Aunque dejó en claro que quizá no logre conseguir la paz con los palestinos, pero luchará por conseguir la paz entre los israelíes.

Gantz también aseguró que su gobierno luchará contra la corrupción en el Estado de Israel, y fue en este momento en que se comprometió a no permitir que un primer ministro con un cargo de presunta corrupción en su contra, Netanyahu, obtenga otro cargo como primer ministro, calificando de “ridículo” que pueda seguir en el cargo con ese peso detrás, al que “agradeció” por sus servicio de 10 años en el poder, pero que será tarea de Hosen LeYisrael continuar con el camino.

En el marco económico y social, Gantz dijo que un gobierno bajo su cargo vería por el beneficio de los habitantes del Néguev, Galilea y la periferia israelí, se construirían miles de departamentos por medio de incentivos de emprendurismo, y se enfocaría a darle un giro a los servicios sanitarios públicos y en un cambio de excelencia en el plano educativo.

Se comprometió además a impulsar medidas seculares en Israel como el transporte público disponible en Shabat y la autorización de matrimonios civiles en el Estado, así como derechos plenos para la comunidad LGBT.

Casi al finalizar sus lineamientos de campaña, Gantz invitó al escenario a otorgar unas palabras a su hoy aliado político y colega de otros tiempos, Moshe Ya’alon, exjefe de Estado Mayor de las FDI. Horas antes se reportó la alianza forjada entre ambos generales retirados rumbo a las urnas.

El propio Netanyahu lanzó su primer ataque contra Gantz después de su discurso, en el que lo calificó de izquierdista y de no ser más que otra figura política como Yair Lapid, el político del partido centrista Yesh Atid.

“Otro discurso de Lapid. Quien dice que no es ni de derecha ni de izquierda, es de izquierda”, escribió el mandatario a través de un tuit.

Y en un video publicado algunos minutos antes del evento, el partido Likud de Netanyahu soltó la rienda en contra de su aparentemente hasta ahora rival más peligroso y publicó un video en el que lo calificó de “débil izquierdista”.

El Likud acusa al general, en ese entonces con el Comando de Judea y Samaria a su cargo, de haber abandonado a su suerte al soldado druso-israelí Medhat Yosef en un ataque palestino ocurrido en la Tumba de José en Cisjordania el primero de octubre del año 2000, en los albores de la Segunda Intifada.

Yosef murió desangrado 4 horas después de recibir un tiro en el cuello en medio de las fallidas negociaciones entre autoridades israelíes y palestinas para lograr su evacuación. Inmediatamente después de haber sido lograda, manifestantes palestinos asaltaron el santuario y le prendieron fuego, de acuerdo al periódico Haaretz. Su muerte levantó polémica y provocó fuertes críticas en contra de las FDI.

“Alguien que abandonó a un herido podría abandonar a un país”, asegura presuntamente en una llamada telefónica Mahadi Yosef, hermano del soldado fallecido hace 18 años. “No merece ser primer ministro de Israel”, agrega.

El pasado mes de diciembre, Netanyahu sugirió igualmente que Gantz se enmarca dentro de la izquierda política en Israel, poco después de que Hosen LeYisrael fuera fundado. “Muy bien por ellos, no intervengo en cómo la izquierda divide sus votos”, dijo en su primera reacción hacia el paso dado por su antiguo colega de gobierno.

El tema volvió a dar de qué hablar este mes luego de que Gantz rompiera relativamente su silencio después de que ciudadanos drusos se presentaran frente a su hogar para pedirle su apoyo en contra de la Ley del Estado-nación aprobado por el gobierno de Netanyahu hace un año, ante lo cual, partidarios del mandatario se le abalanzaron acusándolo de “izquierdista”.

El tema volvió a dar de qué hablar este mes luego de que ciudadanos drusos se presentaran frente al hogar de Gantz para pedirle su apoyo en contra de la Ley del Estado-nación aprobado por el gobierno de Netanyahu hace un año.

La polémica ley ha sido acusada, tanto por la oposición política a Netanyahu en Israel como a nivel internacional, de discriminar a las minorías no judías del país, como los propios drusos y árabes.

Gantz prometió ante los drusos realizar cambios a la ley, “tenemos un pacto de sangre, pero más que eso, tenemos una alianza de vida”, dijo sobre la relación entre los judíos y drusos de Israel.

Esto soltó un asedio desde la derecha en su contra, acusándolo de izquierdista. “Cuando Gantz ataca la ley del Estado-nación y Tzipi Livni lo felicita por ello, todos entienden lo obvio: Gantz es de izquierda, al igual que [Yair] Lapid”, dijo el Likud en una declaración enviada a medios.

“El gato está fuera de la bolsa”, declaró el ministro de Turismo Yariv Levin en un video. Gantz, agregó, salió con ello del clóset como un izquierdista. Comentarios similares se presentaron de boca de funcionarios y políticos como Miri Regev, Avi Dichter, Gideon Saar, Yehudah Glick, Oren Hazan y más miembros del partido de Netanyahu, de acuerdo al sitio The Times of Israel.

En una melodía partidista publicada esta semana, el partido de Gantz asegura que “no hay más izquierda ni derecha”, y que “sólo está Israel, antes que nada”, reiterando el eslogan con el que el exjefe del Estado Mayor se ha lanzado rumbo a las elecciones y presuntamente delineándose como un partido de centro.

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