Enlace Judío México e Israel.- Desde el inicio de la guerra civil Siria, las aerolíneas comerciales iraníes han sostenido a la dictadura de Bashar Al Assad y a las fuerzas que están librando una campaña de tierra arrasada en su nombre. Mahan Air ha estado a la vanguardia de esta campaña, provocando que el Departamento del Tesoro imponga sanciones contra ella en el 2011. Hasta hace poco, Mahan y sus socios de negocios enfrentaron pocos costos materiales como resultado de las sanciones.

EMANUELE OTTOLENGHI

Sus aviones siguieron aterrizando no sólo en Damasco sino también en aeropuertos a lo largo de Europa, el Medio Oriente, y Asia. Entonces, el año pasado, el Tesoro cambió de táctica. En vez de sólo golpear a la aerolínea con sanciones, el Departamento comenzó a castigar a los proveedores de servicios terrestres que facilitan las operaciones comerciales de la aerolínea a través del globo.

La administración Trump señaló que tenía intención de aumentar el costo de la complicidad de Mahan en el asesinato en masa de civiles sirios haciendo los cielos hostiles para la aerolínea. Sus primeros blancos fueron los proveedores de servicios de Mahan Air en Malasia y Tailandia. La semana pasada se hizo evidente que estos pasos son parte de una estrategia más amplia: No habrá cielos amistosos para Mahan Air en tanto éste ayude a la guerra en curso del régimen iraní en Siria y su patrocinio global del terrorismo.

El jueves 24 de enero, el Tesoro sancionó a otro proveedor de servicios de Mahan – esta vez en Armenia – junto con Qeshm Fars Air, una aerolínea que opera vuelos de carga en nombre de Mahan.

Estados Unidos debe continuar golpeando a estos facilitadores hasta que Mahan cierre.

Las medidas recientes contra los proveedores de servicio en Asia y el Cáucaso ofrecen una dura advertencia a sus homólogos en países europeos de que ellos pueden ser los siguientes. Estas medidas, junto con la defensa pública vocal por parte del embajador estadounidense en Berlín, influenciaron probablemente en la decisión de Alemania de cancelar esta semana las rutas de Dusseldorf y Múnich de Mahan, aún más importante, de bloquear a Mahan del espacio aéreo alemán.

Alemania es el primer país de la U.E. en tomar esta medida y es un gran golpe para Irán. El régimen ha dependido tradicionalmente de las redes de adquisición basadas en Alemania para adquirir tecnología de doble uso necesaria para sus programas de misiles y nuclear. Estas redes, a menudo apiñadas en centros alrededor de grandes áreas industriales y puertos, dependían de los servicios de carga de la aviación iraní para enviar sus adquisiciones prohibidas de regreso a casa. Agentes que el régimen enviaba a Europa para conducir actividades de evasión de sanciones volarían frecuentemente las rutas alemanas de Mahan Air. Dusseldorf es un centro clave de tales empresas. El fondo soberano de riqueza de Irán tiene una filial allí, y una gran red vinculada al negocio empresarial del Líder Supremo fue expuesta justo afuera de Dusseldorf en el 2013.

Es probable que la prohibición de Alemania tenga un efecto de onda sobre los destinos europeos restantes, incluidos Atenas, Barcelona, Milán, y París. El cierre del espacio aéreo alemán frustrará cualquier intento de abrir rutas nuevas en el norte de Europa y pueden ahora influenciar a los que todavía permiten aterrizar a Mahan.

Menos advertido, pero también probablemente resultado de la presión estadounidense, es que numerosas otras capitales europeas ya habían cerrado las operaciones de Mahan Air o rechazaron sus ofertas de abrir nuevas rutas.

Lo que sigue es tan crucial para proscribir para siempre a Mahan Air como estas medidas recientes.

Primero, el Tesoro debe continuar sancionando a los proveedores de servicios de Mahan alrededor del globo. En testimonio ante el Congreso en abril del 2017, identifiqué al menos 67 empresas en la Unión Europea, Rusia, Turquía, el Golfo, India, China y el Lejano Oriente proveyendo servicios a Mahan. Los que continúan ayudando a Mahan Air deben ser los próximos blancos de sanciones.

La administración Trump debe también continuar poniendo intensa presión diplomática sobre los aliados de Estados Unidos a lo largo del Medio Oriente y Asia para que proscriban los vuelos de Mahan Air. Especialmente en una época en que aliados de EE.UU. tales como los Emiratos Árabes Unidos están reabriendo embajadas en Damasco y parecen preparados para dar vuelta la página sobre las atrocidades de Assad, Washington debe recordarles que Irán es el sostén principal de Assad, así que si ellos esperan ayuda estadounidense contra Irán en otros frentes, ellos no deben permitir que Mahan Air aterrice en sus aeropuertos.

Finalmente, el Tesoro debe golpear duro a los que proporcionan aviones a Mahan. Sus designaciones más recientes dejaron en claro que Qeshm Fars Air — cuya pequeña flota de dos aviones de carga Boeing 747 fue sancionada la semana pasada — está operando en nombre de Mahan para transportar armas y tropas a Siria. En el pasado, el Tesoro golpeó a intermediarios de Mahan que la ayudaron a comprar aviones y partes. Esa práctica debe continuar como una disuasión para los que piensan que se pueden beneficiar de ayudar a volar a la aerolínea terrorista de Irán.

 

 

 

*Emanuele Ottolenghi es el principal miembro de la Fundación para la Defensa de las Democracias, un instituto de investigación no partidario con base en Washington que se enfoca en seguridad nacional y política exterior.

 

Fuente: The Hill

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.