Enlace Judío México – Estamos acostumbrados a pensar que el esfuerzo necesariamente trae frutos. Sin embargo, por más que nos esforcemos si nos dirigimos a un camino incorrecto el resultado que obtendremos no será el que queremos. Lo mismo sucede con la fe, la fe se da sólo cuando uno busca colocarse en un espacio y un ambiente que sea propicio para el crecimiento. Si uno constantemente se rodea de un ambiente nocivo, y no construye a su alrededor un ambiente que le permita acercarse a D-os es muy difícil que logre sus objetivos espirituales y es muy difícil que después de un tiempo siga creyendo y comportándose bajo principios morales sólidos.

Esto lo podemos ver con el ejemplo del pueblo de Israel, mientras vivían en el desierto. Llegaron al punto de olvidar los mandatos más esenciales que habían recibido de sus padres. El siguiente fragmento de Rab. Shlomo Katz nos habla de la importancia que tiene cumplir con el Shabat para encontrar la paz interna. Esperamos les gusten.

El Éxodo, el Shabt y la fe. Rab. Shlomo Katz

En la perasha (fragmento de Torá) de Vaera leemos cuando Moisés trasmitió las palabras de D-os al pueblo de Israel “pero ellos no escucharon, puesto que su aliento era corto y su trabajo pesado.” Rab Tzaddok Hakohen Rabinowitz z’’l (1823 -1900, el rebe jasídico de Lublin, Polonia) explica este verso a la luz del Midrash Rabba. Dicha fuente nos cuenta que mientras Moisés vivía en el palacio del faraón lo convenció que dejar descansar a los esclavos un día hacía más eficiente su trabajo. El faraón lo escuchó y le ordenó a Moisés mismo implementar dicha idea. Moisés arregló la situación para que los Hijos de Irael pudieran respetar el Shabat.

Sin embargo, más adelante (al final de la misma perasha) leemos que el faraón incrementa el trabajo a los judíos: “Que el trabajo sea más pesado sobre ellos; que los hombres se ocupen de él y no permitan que atiendan a palabras engañosas” El faraón quitó su día de descanso para que no tuvieran tiempo de pensar en la redención. Rab. Tzaddok escribe: “El Shabat mismo es una fuente de emuná (fe). Por ello, cuando se les quitó Shabat a los Hijos de Israel su emuná (fe) también se perdió.”

El pasaje sigue siendo incierto y requiere de explicación. Moisés mismo atribuía su fracaso inicial con el pueblo a una debilidad verbal especial que tenía (“aral sefatim”). Rab Tzaddok explica que no se refiere al tartamudeo del cual se habla previamente, ya que D-os le había prometido curar esa condición. En cambio, Moisés se refería a que siendo él líder del pueblo judío su habilidad para hablar frente al faraón era proporcional al nivel de fe que los Hijos de Israel tenían. Y dicha fe estaba sujeta a la observancia del Shabat (Pri Tzaddik: Vaera 7).

Fuente: torah.org