Enlace Judío México e Israel – El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, rechazó todos los pagos de ingresos fiscales que Israel transfiere a la Autoridad Palestina, en respuesta a la retención de más de 138 millones de dólares sobre los pagos de Ramala a terroristas palestinos y sus familias.

Esto significa que la Autoridad Palestina rechaza una gran parte de sus ingresos mensuales, lo que podría llevar a su colapso financiero. Las autoridades palestinas señalaron que actualmente Israel recauda y transfiere 222 millones de dólares a la AP cada mes, según informes de Reuters.

El gabinete de seguridad de Israel aprobó el domingo la retención de 138 millones de dólares de los impuestos de un año que Israel debe recaudar en nombre de la Autoridad Palestina.

La decisión fue tomada en un esfuerzo por comenzar a implementar una nueva ley que permite a Israel retener el dinero de los impuestos que transfiere a Ramala por los pagos a terroristas detenidos en Israel y sus familias.

“No recibiremos los fondos de impuestos. No los queremos. Déjenselos a ellos”, dijo Abbas a una delegación de miembros del Congreso de EE.UU. y de la organización judía J Street en la sede presidencial de la Autoridad Palestina en Ramala.

“Les digo honestamente que si sólo tuviéramos 20 o 30 millones de shekels, que es lo que se les paga [mensualmente] a las familias de los mártires, se los daríamos a ellos. Quiero decir que si la Autoridad [Palestina] tuviese esa cantidad únicamente, se la daría a las familias de los mártires, los prisioneros y los heridos. Esto debe entenderse”, según grabaciones de los comentarios emitidos el miércoles en Voz de Palestina, la estación de radio oficial de la AP.

“Además, me quejaré ante todas las instituciones internacionales. Quizás el mundo me escuche”, agregó Abbas.

Un alto funcionario palestino insistió el martes en que los palestinos no pueden suspender los pagos a presos de seguridad o a las familias de los terroristas que han sido abatidos, ya que eso sería un “suicidio político”.

“Estos pagos son de los temas más delicados en la sociedad palestina”, dijo el funcionario, quien habló bajo condición de anonimato. “Si la Autoridad Palestina los suspende, sería un suicidio político, especialmente teniendo en cuenta la difícil situación política”.

Los funcionarios palestinos han condenado a Israel por la retención de 500 millones de shekels, argumentando que el movimiento equivale a la “piratería” de los fondos palestinos.

Por su parte, funcionarios israelíes defendieron la decisión del gabinete de seguridad, argumentando que los pagos de la AP incentivan la violencia y el terrorismo.

El rechazo de todos los ingresos fiscales podría significar la pérdida de cientos de millones de shekels mensuales para la Autoridad Palestina: varios miles de millones al año, y tal vez hasta un tercio del presupuesto total de la Autoridad Palestina, como lo señaló esta semana el analista del Times of Israel, Avi Issacharoff.

“En otras palabras, podría significar el colapso de facto de la Autoridad Palestina”, escribió. “Cuando Abbas amenazó con rechazar todos los fondos en el pasado, Israel se retractó cada vez, temiendo un aumento en la violencia que podría conducir a la desaparición de la Autoridad Palestina. Pero Israel se encuentra ahora en medio de la campaña electoral, en la que un gobierno de derecha podría verse políticamente incapaz de ceder ante la amenaza palestina”.

Las encuestas han revelado que la gran mayoría de los palestinos se oponen a que la Autoridad Palestina suspenda sus pagos a los presos de seguridad, incluidos los terroristas que han matado a civiles israelíes.

Un sondeo publicado en julio de 2017 por el Centro Palestino para la Investigación de Políticas y Encuestas encontró que el 91 por ciento de los palestinos se oponen a suspender los pagos.

El establishment de defensa de Israel ha apoyado durante mucho tiempo el fortalecimiento de la Autoridad Palestina, argumentando que las iniciativas para debilitarla podrían desestabilizar la situación en Cisjordania y entorpecer la capacidad de las fuerzas de seguridad palestinas para combatir el terrorismo.

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