Enlace Judío México e Israel.- “No reconocer a Jerusalén como capital por temor a la violencia es aceptar que los violentos ganen”, dijo la precandidata.

La mítica carretera que va de Tel Aviv a Jerusalén, escenario de una estratégica batalla en la guerra de 1948, propone un ascenso geográfico pero también espiritual, dicen en Medio Oriente. A Jerusalén no se va, sino “se sube”.

La ciudad de alto valor simbólico para judíos, cristianos y musulmanes se convirtió en territorio en disputa desde la creación del Estado de Israel y, sobre todo, desde que las tropas del ejército israelí tocaron, en junio de 1967, la pared que quedó de la muralla que defendía el antiguo templo del monte, destruido por última vez en el año 70 por parte de los romanos. Y mientras israelíes y palestinos siguen discutiendo el destino de Jerusalén en un futuro tratado de paz , algunos gobiernos movieron fichas para poner presión internacional. Primero fue Donald Trump, luego el gobierno de Guatemala y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, retomó el guante.

En esta línea hay una precandidata uruguaya que dice que si llega a la máxima magistratura hará lo mismo que esos gobiernos. La nacionalista Verónica Alonso impulsará el traslado de la embajada uruguaya de Tel Aviv a Jerusalén si es presidente, una iniciativa que le planteó este miércoles a la embajadora de Israel en Uruguay Galit Ronen.

“Se puede trasladar perfectamente. Es una cuestión de decisión política”, dijo la senadora a El Observador. A la precandidata le parece “justo reconocer a Jerusalén como capital de Israel” y cree que es “innegable la existencia de dos estados, Palestina e Israel, que deben convivir en paz”.

Durante la reunión con la embajadora, Alonso hizo énfasis en que Israel “es la única democracia plena en la zona de Medio Oriente”.

“Compartimos mismos valores. No reconocer a Jerusalén como capital por temor a la violencia es aceptar que los violentos ganen. Vamos a defender la existencia del Estado de Israel y combatir al terrorismo”, dijo luego del encuentro.

El argumento de que el traslado de una embajada a Jerusalén puede generar violencia fue esgrimido por la cancillería uruguaya cuando, luego del anuncio de Trump de mover la sede diplomática de Estados Unidos, emitió un comunicado en el que manifestaba “preocupación” porque esa medida no contribuía “al imprescindible clima de paz y respeto mutuo necesario para alcanzar una solución justa, completa y duradera”.

A ese comunicado se sumó la opinión del canciller Rodolfo Nin Novoa quien dijo en declaraciones a la prensa que el reconocimiento se trata de “una medida innecesaria que no contribuye a la consolidación de las resoluciones de las Naciones Unidas (ONU)”.

La respuesta de la diplomacia israelí no demoró en llegar. Para la por entonces embajadora de Israel, Nina Ben-Ami, las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores fueron sorpresivas y decepcionantes. “Sorprendida y decepcionada de escuchar al canciller declarando que Tel Aviv es la capital de Israel. ¿Capaz Salto es la capital de Uruguay? Israel tiene una capital, Jerusalén, ya hace 70 años. La Knesset (parlamento) ,los ministerios, la residencia del primer ministro y del presidente, la Corte Suprema, estan allí”, tuiteó.

Ese tuit en su cuenta personal motivó una reunión pedida por la cancillería, que le solicitó a la exembajadora que mantuviera los intercambios gubernamentales “por los canales oficiales correspondientes”.

Tierra sagrada

Uno de los principales dirigentes de la agrupación de Alonso, Esperanza Nacional, es el diputado Álvaro Dastugue, pastor de la iglesia evangélica Misión Vida. En esa iglesia, liderada por el pastor Jorge Márquez, Israel es sinónimo de respeto y veneración. Tal es así, que en el campamento de la organización Beraca (de esa iglesia) el cartel de bienvenida está escrito en español y abajo en hebrero.

Dastugue dijo en diciembre, en entrevista con El Observador, que considera que hubo un despertar de “los sectores judeocristianos” y eso “tiene muchísimas más incidencia que los outsiders de la política” y puede repercutir favorablemente en la votación que tenga Alonso en la interna. “Me parece que la gran mayoría del espectro judeocristiano la va a apoyar. Además hay un electorado del Partido Nacional que cree que no podemos jugar con el mismo cuadro de hace cinco años. Buscan un delantero que meta un gol y esa es Alonso”, afirmó

La embajada de Uruguay en Israel se movilizó varias veces a lo largo de esa carretera que une Tel Aviv con Jerusalén. En un inicio, cuando Uruguay reconoció el establecimiento del estado, la sede diplomática uruguaya se instaló en Tel Aviv. Sin embargo, producto del importante lobby comunitario local y de Matitiahu Hindes, un embajador israelí muy activo, el Consejo Nacional de Gobierno decidió mover la embajada hacia Jerusalén en la década de 1950. En aquel entonces, el argumento del gobierno uruguayo era que si el gobierno de Israel había decidido instalarse en Jerusalén, entonces Uruguay debía respetar su tradición de asignar la principal representación diplomática en el mismo lugar en donde estaba la sede del gobierno local.

Durante unos 25 años la embajada estuvo en esa ciudad hasta que en agosto de 1980 el gobierno dictatorial resolvió regresar a Tel Aviv, tras una resolución del Consejo de Seguridad que se efectuó a raíz de la decisión de Israel de modificar la situación jurídica de la ciudad.

Desde entonces y hasta el día de hoy, la embajada ha estado en la costa del Mediterráneo. En la actualidad, está instalada en la coqueta Herzliya Pituach.

Seguridad y tecnología

Por otro lado, Alonso pedirá al gobierno israelí asesoramiento para combatir la inseguridad porque está convencida de que”Israel es uno de los países más seguros del mundo a pesar de encontrarse en una zona de mucha complejidad”.

“Hay excelentes buenos ejemplos para tomar y replicar en nuestro país”, afirmó. Para la senadora, se debe “aprender de las buenas experiencias de países exitosos que han salido adelante”. En esa línea, durante la reunión conversó con la embajadora que se debe fortalecer el intercambio de tecnología.

“Israel es también tecnología, avance y ciencia. Es educación y desarrollo y el ejemplo más claro de que un país amenazado puede crecer, desarrollarse y ser exitoso’, afirmó.

 

 

Fuente:elobservador.com.uy