Enlace Judío México e Israel – El profesor Alan Dershowitz, uno de los abogados judíos más destacados de Estados Unidos y del mundo, publicó este miércoles una carta abierta dirigida al fiscal general Avichai Mandleblit, en la que defiende al primer ministro Benjamín Netanyahu.

URI BOLLAG

Se espera que Mandelblit publique su decisión sobre si presentar cargos contra Netanyahu el jueves, con posibles consecuencias sobre el actual ciclo electoral.

En su carta publicada en Haaretz, Dershowitz niega los cargos de soborno y fraude contra Netanyahu y alega que una acusación contra el primer ministro amenazaría el proceso democrático.

“Para derrocar a un primer ministro debidamente elegido sobre la base de una aplicación expansiva y sin precedentes de un estatuto penal amplio y expandible, se pone en peligro la democracia”, escribió Dershowitz.

El profesor de Harvard elaboró en torno a los tres casos (1000, 2000 y 4000, sobre los que se acusa a Netanyahu) y rechazó la legitimidad de los cargos basados en pruebas existentes.

En el caso 1000, en el que se acusa Netanyahu de recibir regalos (puros y champán) a cambio de favores, Dershowitz escribió que no existe una ley aplicable que defina la línea de lo que sería el soborno en este caso.

“La acusación es que Netanyahu tomó demasiados regalos de este tipo e hizo demasiados favores a cambio. ¿Pero cuántos son demasiados? La ley no especifica. Nadie debe ser acusado de un delito a menos que haya cruzado voluntariamente una línea brillante y haya violado claramente un grave estatuto penal”, apuntó.

Los casos 2000 y 4000, en los que se acusa al primer ministro de apoyar una legislación a cambio de una cobertura positiva de los medios, “plantean peligros aún mayores para la gobernanza democrática y las libertades civiles”, continuó.

Dershowitz alega que no se pueden presentar pruebas sustanciales de que se haya violado una ley y que la compleja relación entre figuras políticas y los medios no puede ser objeto de acciones legales. “En su lugar, esto debe ser decidido por el público, que puede elegir votar a favor o en contra de los representantes que se comportan de esa manera”, dice.

En el caso 2000, Netanyahu supuestamente apoyó una ley que restringiría a Israel Hayom para obtener una cobertura más justa de su competidor Yediot Aharonot en un acuerdo alcanzado con su editor Noni Mozes. Netanyahu finalmente votó en contra de la ley, dejando que los fiscales traten con posibles motivos, pero no hay pruebas reales que puedan ser utilizadas en su contra.

De manera similar, señaló Dershowitz, en el caso 4000 en el que Netanyahu supuestamente apoyó las decisiones regulatorias tomadas por los funcionarios públicos a cambio de una cobertura positiva, la acusación se basaría en “especulaciones sobre el estado mental de los participantes”.

“La relación entre la política y los medios, y entre los políticos y los editores, es demasiado matizada, sutil y compleja para que esté sujeta a la mano dura del derecho penal”, escribió.

Dershowitz afirmó que las decisiones de los políticos a menudo están motivadas por la cobertura que reciben de los medios a fin lograr algún tipo de resultado egoísta.

“Otorgarle poder a los fiscales para que prueben estas motivaciones mixtas es empoderarlos para que ejerzan un control antidemocrático sobre instituciones cruciales de la democracia”, reiteró.

El carácter de la política, agregó, y su relación con las instituciones mediáticas de “hoy por mi, mañana por ti” es tan israelí como el falafel y tan estadounidense como la tarta de manzana.

Dershowitz pidió a Mandelblit que deje que Netanyahu “continúe con su importante labor” y que los israelíes decidan en las urnas si aceptan el comportamiento del primer ministro o no.

“Criminalizar estas diferencias políticas es poner en peligro la democracia y la libertad de prensa”, subrayó Dershowitz.

Fuente: The Jerusalem Post / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico