Enlace Judío México e Israel.- El emir qatarí Tamim bin Hamad al-Thani envió la semana pasada un cable de felicitación al presidente iraní Hassan Rouhani en honor del 40 aniversario de la Revolución Islámica, como hicieron el emir adjunto y el primer ministro de Qatar. The Peninsula, un sitio noticioso semioficial en idioma inglés, incluso publicó muchos artículos celebratorios, incluida una foto del embajador de Irán ante Qatar cortando un pastel con muchos ministros del gabinete qatarí. Estas son las últimas señales de que Doha continúa flotando hacia el otro lado del Golfo.

VARSHA KODUVAYUR

Los lazos qataríes-iraníes se han profundizado desde que Arabia Saudita, los EAU, y Bahrein colocaron a Qatar bajo un bloqueo en junio del 2017 después de acusarlo de apoyar al terrorismo financiando a grupos islámicos y albergando a extremistas mientras cultiva también vínculos estrechos con la República Islámica. Dos meses después, Qatar restableció vínculos diplomáticos plenos con Irán en desafío al bloque liderado por los saudíes, el cual había exigido que cierre las misiones iraníes en Qatar, expulse a miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, y cumpla con las sanciones contra Irán. A medida que el bloqueo se dirige hacia su segundo aniversario, Qatar no muestra ninguna señal de abandonar a Irán.

El comercio entre Doha y Teherán subió rápidamente desde el bloqueo, con las exportaciones de Irán a Qatar duplicándose. Después que el bloque liderado por los saudíes excluyó a Qatar Airways de sus cielos, el espacio aéreo iraní alberga ahora 200 vuelos diarios más de Qatar Airways que antes del bloqueo. Esto enriquece a Irán en u$s2,000 por vuelo, el costo de su tarifa de espacio aéreo. La aerolínea insignia de Doha sumó hace poco más rutas a Irán, por un total de 20 vuelos directos semanales a la República Islámica. Su ministro del exterior criticó incluso la reimposición de sanciones por parte de EE.UU, diciendo que Qatar está contra “medidas unilaterales contra cualquier país” y que “las sanciones no son el camino a seguir.” Además, apenas días después de que EE.UU se retiró del acuerdo nuclear con Irán, Doha albergó a una comisión económica conjunta qatarí-iraní, la primera de tales reuniones en 13 años.

Destacablemente, Doha se las ha arreglado para profundizar sus vínculos con Washington mientras se vuelve más cercano a Teherán. El año pasado, Estados Unidos y Qatar establecieron un dialogo estratégico anual para funcionarios de nivel gabinete, el cual ha visto dos repeticiones hasta ahora. En estas reuniones, Qatar acordó volverse más duro contra la financiación terrorista, profundizar la cooperación contraterrorista con Estados Unidos, y expandir la base aérea al-Udeid, los cuarteles de avanzada del Comando Central de Estados Unidos.

Pero Washington no debe recompensar a un aliado que ostenta abiertamente vínculos con Irán mientras Estados Unidos está trabajando para aislar a la República Islámica tanto económicamente como diplomáticamente. De hecho, el bloqueo liderado por los saudíes no es una excusa para involucrarse con el principal estado patrocinador de terrorismo en el mundo. Estados Unidos debe condicionar los diálogos estratégicos futuros y acceso de alto nivel a las pruebas tangibles que Qatar está manteniendo a Irán a distancia.

 

*Varsha Koduvayur es analista de investigación en la Fundación para la Defensa de las Democracias, donde se enfoca en el Golfo.

 

Fuente: Informe político de la Fundación para la Defensa de las Democracias

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.