Enlace Judío México e Israel.- La secuencia de los hechos acontecidos estas últimas semanas, con diversos ataques antisemitas, demuestran que el odio hacia los judíos y el Judaísmo es una epidemia infecciosa que hay que tratar con urgencia. La brutal agresión al rabino argentino Gabriel Davidovich, en su propia casa, es una alerta roja del peligro que se corre por ser judío y por ser religioso.

JOSÉ IGNACIO RODRÍGUEZ

El Judaísmo es la religión más perseguida violentamente de la historia de la humanidad sin exagerar en lo más mínimo. Las persecuciones, pogromos, asesinatos en masa y el conocido por todos Holocausto no solo atacó mortalmente a los judíos por ser judíos, sino además por ser practicantes del Judaísmo. La vileza y crueldad con que el Cristianismo como institución, no confundir con los cristianos, ha perseguido al Judaísmo solo tiene paragón con la persecución que también sufre el Judaísmo actualmente por parte del Islam.

En estos momentos de la línea del tiempo en donde se habla tanto de derechos humanos y en donde tan poco se respetan, vemos como el Judaísmo como religión es perseguida de forma mortal. No podemos olvidar los acontecimientos en India 2008 cuando la Casa de Jabad en Mumbai fue asaltada por terroristas islámicos asesinando a Rabbi Gavriel y Rivka Holtzberg, además de cuatro visitantes que se encontraban en la mencionada casa. El ataque terrorista dejó un saldo de ciento sesenta y cuatro muertos y cientos de heridos ¿Fue causal el ataque terrorista contra judíos? Evidentemente no. El componente religioso pesó tanto o más que el hecho que fueran judíos.

Las guerras de religión son una evidencia innegable que no se puede obviar incluido el tiempo actual en el que vivimos. El asesinato de judíos es consecuencia directa del concepto religioso que se les presupone como integrantes de un Judaísmo que ha llenado el mundo de sentido, justicia y bendición. El terrorismo islámico lleva el componente venenoso de una religión que se creó para enfrentarse directamente contra el Judaísmo.

El Cristianismo primero y el Islam después crecieron y se desarrollaron en abierta oposición violenta contra el Judaísmo que los judíos representaban y representan. La persecución religiosa contra el Judaísmo es un hecho innegable y sucintamente ocultado por los gobiernos e instituciones del ámbito internacional. Los judíos son perseguidos por ser judíos y por ser religiosos ¿Quiere decir esto que no se persigue a los judíos que no son religiosos o que reniegan de todo concepto relacionado con el Judaísmo? Indudablemente que no. A los judíos se les persigue, como ya dijimos antes, por ser judíos y por formar parte de la Comunidad Judía entendiendo este concepto como Judaísmo en sus diferentes corrientes.

La persecución religiosa que sufre el Judaísmo y una gran mayoría del Cristianismo, por participar de unos ciertos orígenes, está llevando a la humanidad a las cavernas de la oscuridad más violenta y degenerada. La frustrada y frustrante Alianza de Civilizaciones que impulsó un expresidente de España cuyo nombre no quiero acordarme, llamado José Luis Rodríguez Zapatero, y su homónimo Barak Obama junto con Recep Tayyip Erdogan ha sido y sigue siendo un semillero de antisemitismo disfrazado de una especie de “liga de justicia” internacional.

Una Alianza de Civilizaciones entre Occidente y el mundo árabe y musulmán que se diseñó para combatir el terrorismo islamista por otro camino que no fuera el militar ¿Se puede combatir a un terrorista islámico armado de Hamás o Hezbolá con una alianza de buenas palabras? ¿Acaso los incivilizados e inhumanos terroristas se les puede civilizar?

El mundo occidental se ha dejado encantar por los cantos de sirenas de un pacifismo mal entendido que lo único que pretende es desarmar a los judíos para que no se defiendan de los ataques terroristas. El desarme de carácter bélico y el desarme espiritual es aquello que la ONU y sus secuaces pretenden imponer por la fuerza a Israel, a los judíos y al Judaísmo. Gracias al Cielo El que guarda a Israel no se duerme.

 

 

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.