Enlace Judío México e Israel.-El partido ha pedido “no comprar en negocios judíos” mientras Corbyn en Inglaterra es el primer líder europeo que pone en duda al Estado hebreo.

GIULIO MEOTTI

“No compre a los judíos” es ahora un concepto aceptable. Lo habías escuchado previamente en otro movimiento holandés, el Partido Nacional-Socialista.” Es durísimo el comentario del escritor holandés León de Winter sobre el voto con el cual el partido verde de su país, Groenlinks, ha adoptado oficialmente el boicot al Estado judío. De hecho nunca había sucedido que un gran partido europeo tradicional adoptara el ostracismo programático contra Israel. El boicot ha sido votado el 16 de febrero en el Congreso general del partido que tiene 14 bancas en la Cámara Baja del Parlamento.

El Centro Holandés para la Información y la Documentación sobre Israel, un grupo judío comprometido en la lucha contra el antisemitismo, ha condenado la resolución. “La izquierda verde ha ignorado cómo el boicot va de la mano con expresiones de antisemitismo y está conectado con grupos terroristas”, ha escrito el CIDI.

El grupo pro-Israel Likoed Nederland ha escrito que la izquierda verde “se ha declarado un movimiento racista”, porque el partido no ha aprobado otras mociones de boicot a Marruecos, China, Turquía o Rusia, todos países juzgados a nivel internacional como potencias ocupantes.

“El movimiento del boicot afirma que se trata de justicia para los palestinos”, comenta De Winter. “Pero esto es un engaño. Lo que los palestinos intentan con esa forma de justicia es la destrucción del estado judío. Israel recuerda a los musulmanes la debilidad de sus ejércitos. Recuerda a los europeos cómo han traicionado a los judíos. Y los idiotas útiles proyectan sobre Israel todo lo que detestan en los valores occidentales, el patriotismo, los valores familiares, la continuidad étnica, el optimismo cultural.”

El voto sin precedentes de los verdes cae completamente en el fenómeno de la parte de la izquierda europea que tiene un problemita con los judíos. Después de la decisión inglesa de prohibir incluso al ala política de Hezbolá, el líder del Laborismo, Jeremy Corbyn, ha anunciado querer oponerse a esta decisión. “Amigos”, había definido Corbyn a los terroristas de Hamás y Hezbolá.

Ese Laborismo que, sólo por el antisemitismo, acaba de perder en la calle diez diputados. “Si Corbyn entrara al número 10 de la Calle Downing, sería la primera vez en la Europa pos-hitleriana que una gran nación es guiada por un líder de tendencia antisemita,” ha dicho al Guardian el filósofo francés Alain Finkielkraut, veterano de una agresión antisemita.

Aun si no se cumpliera la profecía de Finkielkraut, Corbyn es ya hoy el primer líder occidental en haber puesto en discusión el derecho a la existencia de Israel. Eso porque sus partidarios no parecen molestos por la acusación de antisemitismo. Ayer, un parlamentario laborista, Chris Williamson, ha afirmado incluso que el Laborismo ha concedido “mucho terreno” a las críticas de antisemitismo. El nuevo antisemita de izquierda, personificado por Corbyn, se proclama “amigo de los musulmanes”, sostiene que Israel es una empresa racista, compara al gobierno israelí con el nazi; considera la causa palestina, revisada por el marxismo cultural, como la punta de diamante del anticolonialismo.

El abogado inglés Anthony Julius ha dicho que el portavoz de Corbyn, el periodista Seumas Milne, cree que la principal cuestión política en Medio Oriente es “1947”, un año antes de la fundación de Israel. Ayer, mientras tanto, en una carta a la escuela judía Yaguel Yaacov de Montrouge, en las afueras de París, alguien ha escrito que “los países árabes vivirían en paz si Hitler hubiese terminado de exterminar a todos los judíos.”

 

 

 

Fuente: Il Foglio
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México