Enlace Judío México e Israel – El presunto homicida de la joven israelí Ori Ansbacher fue acusado formalmente por fiscales este jueves ante el Tribunal de Distrito de Jerusalén.

Arafat Irfaiya, un palestino originario de la ciudad de Hebrón de 29 años, fue acusado de violación y homicidio en el contexto de un acto terrorista, por atacar brutalmente a Ansbacher, de 19 años, en un bosque de Jerusalén la tarde del 7 de febrero pasado, informó el sitio The Times of Israel.

El proceso judicial se continuará en una fecha posterior. El Tribunal decidió mantener a Irfaiya bajo custodia hasta el próximo 17 de marzo.

Según la acusación, Irfaiya entró armado con un cuchillo e ilegalmente a Israel desde Cisjordania a principios del mes de febrero.

“Se encontró con Ansbacher y decidió matarla porque era judía”, establecieron los fiscales en el documento de acusación. “Atacó a Ori con violenta crueldad, y aunque ella trató de luchar contra él, la dominó. Él la apuñaló con un cuchillo varias veces por todo su cuerpo, causando su muerte”.

La oficina del fiscal del distrito de Jerusalén dijo que no se revelarían más detalles sobre el asesinato de Ansbacher.

Durante la audiencia, los fiscales estatales presentaron al Tribunal pruebas contra Irfaiya, incluido su ADN, el cual se encontró en el arma localizada en la escena del crimen. Los fiscales también informaron al Tribunal que durante su interrogatorio, Irfaiya reveló detalles sobre Ansbacher que lo implicaron en su asesinato.

El mes pasado, el servicio de seguridad Shin Bet anunció que el asesinato fue un ataque terrorista, argumentando que Irfaiya recreó nuevamente el asesinato de Ansbacher frente a los interrogadores y “se involucró definitivamente en el incidente”.

Según un informe de noticias del Canal 12 israelí, Irfaiya dijo a los interrogadores que entró en Israel y buscó una víctima judía porque quería volverse un “mártir”, un concepto nacional-religioso que dentro de la causa palestina designa a aquellos que mueren en su nombre.

Según el informe, Irfaiya dijo a los investigadores que no planificó gran parte del ataque por adelantado, más que el hecho de comprar una kipá para poder deslizarse en Israel sin ser detectado.

El día del asesinato, Ansbacher, que era voluntaria en un centro juvenil en la capital, fue a dar un paseo por un bosque en Ein Yael, al sur de Jerusalén.

Irfaiya dijo a los investigadores que se encontró con Ansbacher sentado en una roca, escribiendo en un cuaderno, y decidió que tendría relaciones sexuales con ella “con o sin su consentimiento”.

Un portavoz del Shin Bet dijo previamente que Irfaiya había pasado un tiempo en prisión por delitos relacionados con la seguridad y que había cruzado a Israel sin un permiso antes de llevar a cabo el asesinato.

El asesinato de Ansbacher provocó indignación en todo Israel, así como en sectores palestinos, y llevó al gobierno a aprobar la implementación de una ley según la cual el gobierno israelí deducirá de los ingresos fiscales que recauda desde los años 90 en nombre de los palestinos, la cantidad que la Autoridad Palestina paga a terroristas exconvictos y a familiares de terroristas presos y muertos.

La acusación de Irfaiya se produjo un día después de que las FDI informaron a su familia del plan de demolición de su hogar en Hebrón, decisión que pueden apelar ante la Corte Suprema de Justicia de Israel.

Las autoridades israelíes defienden las demoliciones de casas como elemento disuasivo contra futuros ataques terroristas, mientras sus opositores dicen que el movimiento equivale a un castigo colectivo y es inefectivo contra el terrorismo.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico