Enlace Judío México – El pasado 5 de marzo, en el Centro Maguén David, se realizó el ‘Primer encuentro contra el abuso sexual infantil’, una iniciativa de la asociación civil Kol Vekoaj, que pertenece a la comunidad judeo-mexicana y que busca crear una cultura de prevención contra el abuso sexual infantil y atender a las víctimas con acciones oportunas y permanentes; escuchando, respondiendo y fortaleciendo la situación emocional de los niños y niñas de México.

El encuentro incluyó la realización de 12 conferencias dictadas por expertos en diversas áreas, mismas que fueron atendidas por unas 200 personas.

La apertura del congreso estuvo a cargo de la directora Esther Nahmad que lleva un largo camino en la docencia en preescolar, y cuyo amor a los niños la llevó a formar Kol VeKoal A.C. “Bienvenidos a este espacio, para hablar y compartir voces y acciones para que juntos enfrentemos el abuso sexual en la infancia”, dijo la directora.

Después se presentó el testimonio anónimo que narró su experiencia: “el abuso sexual es más común de lo que se creé; todos pensamos que es algo muy lejano”, aseguró, “pero abriendo el canal de comunicación con la familia es posible prevenir los abusos, quitarse la venda de los ojos y actuar.”

El conferencista Renato Vélez, por su parte, se dijo convencido de que “México tiene la capacidad para construir una sociedad para que niños, niñas y adolescentes crezcan felices y seguros.” El experto ha dedicado más de 20 años a crear propuestas innovadoras para la detección y combate para las diferentes maneras en que la violencia se manifiesta.

En su turno, Lynda Shamosh y Emilia Asse, colaboradoras de Kol VeKoaj, presentaron “Un modelo integral y avanzado de prevención”. Dijeron que Kol VeKoaj significa voz y fuerza. Voz para todos esos niños que quieren hablar y que sepan que son escuchados, y fuerza para atender los casos de abuso, más de 30 a la fecha.

La psicóloga Shulamit Graber dictó la conferencia “Del sufrimiento al crecimiento: resiliencia y autorregulación emocional, donde narró que, después de sufrir un secuestro, decidió dedicar su vida a ayudar a la gente a superar experiencias traumáticas. Así comenzó a tratar los casos de personas que habían sufrido violencia sexual.

Para cerrar el evento el rabino Moshe Bak contó una historia: a principio del siglo pasado había un hombre joven en Europa que quería estudiar la ley judía de uno de los maestros más grandes en Nueva York; al llegar a la ciudad se alojó en una sinagoga y durmió en una banca, la era noche muy fría. En medio de la noche una persona lo despertó, cuando jalaba la banca para acerarla a la chimenea. Resulta que era el gran maestro. El joven volvió a Europa y unos meses después los nazis la invadieron. Entonces, el hombre fue enviado a Auschwitz.

Un día, cuando estaba a punto de ser asesinado en la cámara de gas, dos soldados Nazis solicitaron la ayuda de los prisioneros para construir dos barracas más. El hombre joven se ofreció a pesar de ser muy corto de estatura, débil y no saber nada de construcción pero recordó, unos meses atrás que el gran maestro despertó para acércalo al fuego. Pensó que quizá el gran maestro vió algo en él, quizá su maestro se salió de su camino para asegurarse, para darle un poco de calor a una él en una noche fría, pues vio en él a una persona que podía contribuir a la sociedad.

Los nazis, al ver el entusiasmo del nombre joven rieron, pero este les dijo: “soy una persona muy limpia, puedo tener limpio el lugar mientras construyen y así lo harán más rápido”. El nazi estuvo de acuerdo con él y lo dejó ayudar a construir las barracas, gracias a lo cual salvó su vida. Hoy tiene 250 descendientes en Israel. El rabino preguntó “¿ustedes creen que el gran maestro pensó que debía meter a este estudiante cerca del fuego para calentarlo, para cuando lo manden a Auschwitz va a sentirse bien acerca de sí mismo? ¡Claro que no!, cada una de las personas aquí presentes tienen un cliente o un estudiante o un hijo que algún día verá atrás y recordará lo que ustedes dijeron o hicieron para hacerlos sentir cálidos. Y eso es lo que va a salvar sus vidas”. Dijo que los niños que desgraciadamente sufran una agresión sexual recordarán a sus terapeutas, a los maestros que se preocuparon por ellos. La calidez y amor salvará una vida.

Kol Vekoaj, con programas nacionales e internacionales, ofrece a todas las instituciones relacionadas con niños, capacitaciones enfocadas a la detección del abuso infantil y la creación de estrategias para construir espacios seguros, promoviendo las relaciones sanas entre adultos y niños.

La asociación pretende disminuir el abuso sexual infantil a través de la educación y el fortalecimiento de las voces de niños y de la capacitación de los adultos alrededor de ellos.

Te invitamos a seguir las conferencias completas abajo.

 

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