Enlace Judío México.- Cornell, un Jardín del Edén intelectual, ha sido mi “hogar lejos del hogar” por tres semestres milagrosos. Hay sólo otro lugar paradisíaco sobre la tierra que es tan cercano a mi corazón como el Gran Rojo: El Estado de Israel. Diferí mi registro en Cornell, resistiendo el atractivo de sus 25 acres de jardines botánicos , para tomar un año sabático en la Universidad Hebrea de Jerusalén, con su Jardín Botánico similarmente atractivo de 25 dunams sobre el Monte Scopus. El milagro de una “nación renacida,” como el autor israelí Daniel Gordis describe el retorno del pueblo judío a su patria, se encuentra en el corazón de mi conexión profunda con el Estado de Israel. Fui aceptado en Cornell diecinueve años después de haber nacido en el Centro Médico Weill Cornell; el Gran Rojo era mi destino. De igual manera, mi pueblo estaba destinado a retornar a Sión. Cuando el primero amenaza con boicotear al último, como hacen Estudiantes de Cornell para la Justicia en Palestina (SJP), se rompe mi corazón.

AVRAHAM SPRARAGEN

La campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones contra el estado judío regresó oficialmente al campus el mes pasado, después de ser derrotada en el 2014. El 18 de febrero, SJP anunció el inicio de su iniciativa #CornellDivest, describiendo a mi patria como “moralmente reprensible.” Dos años después, SJP eligió la división por sobre el dialogo amenazando con ir tras Israel usando los “nombres y direcciones” de sus partidarios. SJP luego publicó su carta de desinversión al Presidente Pollack. Plagada de inexactitudes y lenguaje cáustico, la carta y su correspondiente nota al pie en Facebook ignoran el indigenismo judío a Palestina y engendran odio hacia los cornellianos pro-Israel, tales como yo mismo. Lamentablemente, esta no es la primera vez que SJP eligió el odio sobre el amor, en contravención directa de los principios fundadores de Cornell. El semestre pasado, cuando un bombardeo de cohetes desde Gaza estaba cayendo sobre el sur de Israel, un miembro de SJP publicó una carta en The Sun aprobando la “destrucción de Israel como un estado judío.” Yo respondí a este ataque odioso con un artículo mío, en el cual extendía una rama de olivo a “los críticos bien intencionados de Israel.” Yo ofrecí “participar en dialogo civilizado y sustancial” y alenté a “todos los cornellianos a permanecer fieles a la consigna de nuestra universidad de aceptar a “cualquier persona.’” Esta rama de olivo fue golpeada hasta hacerla pulpa mientras SJP ha continuado con su vituperación del estado judío. La campaña actual llena de odio del BDS es su última iteración.

No dignificaré el empleo por parte de SJP de consignas feroces y basadas en la ficción (por ejemplo “estado racializado de aparteid,” “proyecto colonial enraizado en el genocidio,” “limpieza étnica”) con una refutación integral. El ataque más reciente de SJP contra la comunidad pro-Israel en el campus habla por su yo mal concebido: En respuesta a un informe en The Sun sobre una “reunión a puertas cerradas” entre un “miembro de la junta ejecutiva del Centro Jabad Roitman en Cornell” y representantes de la S.A., SJP acusó a Jabad, una organización judía apolítica, de “política turbia.” Esta acusación es totalmente infundada; el ´miembro de la junta ejecutiva´ de Jabad no se reunió con representantes de la S.A. en una capacidad oficial, según el Rabino Eli Silberstein, el director del Centro Jabad Roitman en Cornell. La calumnia de SJP llegó con un mensaje de “esperanza [sincera] que este proceso entero sea mantenido de forma civilizada.” Aquí está mi mensaje a SJP: En vez de usar la patraña antisemita acusando a los judíos de ‘política turbia,’ presten atención a su propio consejo y compórtense civilizadamente. También, mi oferta del semestre pasado todavía sigue en pie. Intercambiemos puntos de vista de manera respetuosa, en vez de amenazar con BDS y la destrucción de Israel.

El movimiento BDS tiene tres demandas: 1) “Terminar la ocupación y colonización de todas las tierras árabes [por parte de Israel],” 2) “Igualdad plena” para los “ciudadanos árabes palestinos de Israel,” y 3) “Promover los derechos de los refugiados palestinos a retornar a sus casas.” Mis preguntas a SJP son las siguientes: El demandar un fin a la “colonización israelí de todas las tierras árabes,” ¿están ustedes negando el derecho de Israel a cualquier parte de la Palestina histórica? Al demandar que a unos 5 millones de palestinos les sea concedido un “derecho al retorno,” ¿su objetivo es borrar el carácter judío del Estado de Israel, desmantelando así el refugio seguro de mi pueblo? Respecto a la demanda número dos, reconozco que existen inequidades en mi país, como en países en todo el mundo. También concuerdo de todo corazón en que Israel debe asegurar igualdad plena a su 20% de minoría árabe. Nuestra respuesta, no obstante, no debe ser buscar la eliminación de Israel, sino luchar por reformas significativas. En tanto el BDS y la destrucción de Israel ya no estén más sobre la mesa, yo soy su aliado en la lucha contra las desigualdades persistentes en la sociedad israelí.

Por último, insto a SJP a considerar las quejas contra el BDS que Cornellianos por Israel (CFI) esbozó en una carta reciente en The Sun, tanto como las palabras del presidente de nuestra Universidad. En una declaración respondiendo a la Iniciativa #CornellDivest de SJP, el Presidente Pollack escribió que el llamado del BDS al “boicot académico” está “en polos opuestos con el compromiso central de Cornell con la libertad académica y el intercambio abierto de ideas.” Un ejemplo de este ‘compromiso central’ en la práctica es el Instituto Jacobs Technion-Cornell, una empresa conjunta entre Cornell y el Instituto de Tecnología Technion-Israel para “servir al bien común en todo el mundo.” ¿SJP quiere ver la disolución de esta colaboración altruista globalmente también? Reflexionando sobre mi experiencia en la Universidad Hebrea en un artículo para el Times of Israel, describí la “educación” como tener el poder de “romper muros.” Estoy confiado en que rechazando el BDS y participando en su lugar en discurso productivo, podemos romper el muro entre la pendiente y el Monte Scopus.

Fuente: The Cornell Daily Sun- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

Avraham Spraragen es un estudiante de segundo año en el Colegio de Artes y Ciencias, Cornell.