Enlace Judío México e Israel.- La enfermedad de Parkinson es una de las enfermedades neurológicas más misteriosas. Por mucho que sepamos acerca del cuerpo humano, el cerebro es un órgano con inmenso territorio inexplorado.

El Dr. Michele Tagliati, Director del Programa para Desórdenes de Movimiento del Departamento de Neurología del Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles, está llevando a cabo un estudio acerca de los beneficios potenciales de un medicamento para la diabetes para pacientes con enfermedad de Parkinson que no tienen diabetes.

Queremos saber si los pacientes pueden beneficiarse de medicamentos que están diseñados para tratar la resistencia a la insulina. Estudios previos han mostrado resultados positivos al usar estos tipos de medicamentos.

Hay una larga historia de conexión entre la diabetes, una condición que afecta la forma en que el cuerpo procesa el azúcar y la enfermedad de Parkinson.

Hay varios estudios que muestran que si se tiene diabetes, parece ser más propenso a desarrollar la enfermedad de Parkinson. Por lo tanto, existe la idea de que todo lo que ocurre con la diabetes, en particular con la resistencia a la insulina, podría afectar de alguna manera al cerebro y llevar a la neurodegeneración.

Con base en un estudio anterior que hicimos en Cedars-Sinai de 154 pacientes con Parkinson, el 58% era resistente a la insulina. Para mantener el nivel de azúcar o glucosa en la sangre, en niveles normales, sus cuerpos necesitaban más insulina, lo que es un signo de resistencia a la insulina. Con esta información nos preguntamos: “¿Pacientes no diabéticos con Parkinson tienen problemas para procesar azúcar?” Si lo hacen, sospechamos que un medicamento para tratar la resistencia a la insulina podría ayudar a mejorar los síntomas de Parkinson.

Actualmente tenemos un ensayo clínico de fase 2 que involucra a 57 pacientes con Parkinson. El ensayo durará 2 años: un año administrando medicamento y placebo y un año de seguimiento con los pacientes.

Vamos a analizar los efectos secundarios y si el paciente se siente mejor o no según las evaluaciones de sus síntomas motores y no motores antes y después de tomar el medicamento.

Además, vamos a ver si su cerebro maneja mejor el azúcar con base en una tomografía PET de glucosa. Finalmente, veremos si su cerebro está funcionando mejor o no.

El objetivo inmediato y obvio del estudio es ver si las personas se sienten mejor a corto plazo al mejorar sus síntomas y al mismo tiempo probar la seguridad del medicamento en los pacientes con Parkinson.

El segundo objetivo es ver si las mejoras persisten después de que los pacientes dejan de tomar el medicamento al final del primer año. Si es así, esto sugeriría una posible modificación de la enfermedad y no solo una respuesta a la administración activa de medicamentos. Lo que estamos buscando es una desaceleración de la progresión de la enfermedad, que es uno de los objetivos más importantes de la investigación de la neurodegeneración.

 

 

Fuente:el news semanal