Enlace Judío México e Israel – Israel se beneficiaría de un gobierno de unidad nacional, mientras que una coalición estrecha continuaría por el camino equivocado que conduce a un Estado binacional.

BEN-DROR YEMINI

Dejando atrás la patética campaña electoral y su retórica, la promesa de la alianza Kajol Laván de que no se unirá a un gobierno de Netanyahu, si la cumple, sería el peor servicio para el país.

Se han roto muchas promesas electorales, pero esta debe romperse.

Sin unidad, Israel tendrá otro gobierno religioso de derecha. Cuando se formó el gobierno anterior, los partidos que se negaron a unirse advirtieron que la coalición religiosa no podrá gobernar y está condenada al fracaso. Esta fue una equivocación.

El gabinete saliente de Netanyahu asignó enormes fondos a instituciones religiosas que fueron extremadamente perjudiciales para las relaciones de Israel con los judíos estadounidenses y aumentaron las desigualdades entre la sociedad secular y la comunidad ortodoxa, al ampliar las exenciones del servicio militar para jóvenes ultraortodoxos que se dedican al estudio de la Torá. La sociedad israelí está más fracturada bajo el liderazgo de Netanyahu, pero peor es que el país se ha embarcado en el camino que conduce un Estado binacional.

La mayoría de estos males pueden detenerse. Es posible decidir, por ejemplo, que la construcción en asentamientos se limitará a los grandes bloques y no incluirá comunidades aisladas.

También es posible restablecer los pagos sanos a familias ortodoxas en cantidades similares a las que firmó el ministro de Finanzas Netanyahu antes de asumir el cargo de primer ministro. Los ultraortodoxos podrían servir en el ejército, sus hermanos seculares lo hacen.

En 1984, 2002 y 2013, se formaron gobiernos de unidad con grandes esfuerzos, y estos gabinetes alcanzaron logros sustanciales.

En 1984, el gobierno controló la inflación, estabilizando la economía. En 2002, el gobierno de unidad evitó un desastre económico con Netanyahu como ministro de Finanzas. Esto no habría sido posible en una coalición estrecha con los partidos ultraortodoxos. En 2013, la izquierda y la derecha se unieron para acordar los lineamientos de las negociaciones de paz con los palestinos.

Partidos de centro-izquierda advirtieron de escenarios apocalípticos si se forma una coalición de derecha religiosa. Exageraron en sus predicciones, pero ante la posibilidad de que siquiera una pequeña parte de ellas se hiciera realidad, estos partidos deben luchar por un gobierno de unidad.

¿Qué es más importante? ¿Cumplir las promesas de campaña o salvar al país?

A pesar de que los gobiernos de unidad no completan su mandato, benefician al país mientras duran.

La leyenda de que las coaliciones estrechas son más acordes a la voluntad de los votantes es falsa. Los pequeños partidos ejercen presión para su propio beneficio y ejecutan políticas que no son apoyadas por la mayoría.

El interés nacional es mucho más importante que la hostilidad crónica y las promesas de campaña. Así que por favor crezcan. Un gobierno de unidad es imprescindible.

Fuente: Ynet / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

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