Enlace Judío México e Israel – En un manifiesto publicado en línea de más de 4 mil palabras, el presunto atacante de la sinagoga de Poway, que dejó un muerto y tres heridos, justificó su acto como parte de una “revolución” para salvar a la “raza europea” y externó un odio visceral contra los judíos. 

Identificándose como John Earnest, de 19 años de edad y estudiante de enfermería, afirma ser “un hombre de ascendencia europea”, describriendo con orgullo sus supuestos orígenes paterno y materno. “Ciertamente, estoy bendecido por Dios por tan magnífica línea de sangre”.

Las autoridades policíacas del condado de San Diego confirmaron que el sospechoso detenido luego del ataque responde al nombre de John T. Earnest, y que se enfocarían en verificar el manifiesto.

Asegura en su texto que llevaría a acabo el acto contra la sinagoga para “sacrificarse” por su “raza” en contra de “la judería internacional”, sin importarle si resultaba muerto o detenido en prisión. Descarta sin embargo quitarse la vida luego de su acto, “no pecaré contra mi Dios y no me suicidaré. Planeo vivir (sólo ustedes saben el resultado)”, dice.

Acusó a todo judío de “un genocidio planeado sobre la raza europea” y le achacó múltiples características negativas que conformaron una retahíla de conocidos tropos antisemitas: esclavizador mediante la usura y bancos, perpetrador de innumerables crímenes, embaucador del público en los medios de comunicación, iniciador de guerras, inmiscuido en el comunismo y el feminismo o impulsor de “propaganda degenerada” de entretenimiento.

Además de las vastas acusaciones de índole moderna vertidas, Earnest recurre al antisemitismo de más viejo calado en sus argumentos, el religioso, al hablar “de su rol [de los judíos] en el asesinato del Hijo del Hombre, que es Cristo”, al que acompañó de acusaciones de persecución por judíos de devotos y mártires cristianos. “Todo judío joven y viejo ha contribuido a esto. Por estos crímenes no merecen más que el infierno. Yo los enviaré ahí”, escribió.

Dice sentir “repugnancia” contra los judíos, ya que “cada judío vivo actualmente juega parte en la destrucción de mi raza”, y afirma que odia a todo aquel que quiera destruir a la “raza europea”, incluyendo a los hispanos y a los musulmanes, a los que califica de “títeres” de los judíos”.

Aseveró que para proteger a la “raza europea” existen tres caminos que deben de producirse al mismo tiempo: uno, difundir la verdad; dos, tener hijos para continuar la raza; y tres, defender a la raza. Earnest se colocó a sí mismo en el último estrato, asegurando que no buscaba poder ni fama, y que deseaba inspirar con ello a otros.

Citando múltiples extractos del Nuevo Testamento, defendió su devoción cristiana y dejó en claro que, de acuerdo a sus ideales, el acto de homicidio contra judíos no afectaba en nada su naturaleza como cristiano, ya que no quedaba otra opción más que matarlos por su “instinto genocida” al que había que evitar a toda costa.

Presuntamente habría recibido el auxilio de un tal Felix Aevid Ulf Kjellberg para poder llevar a cabo su acto, e instó a sus “hermanos de sangre”, remarcando en especial a los internautas del foro /pol/ del controversial sitio 8chan, a continuar por todos los medios, desde tiroteos hasta la publicación de memes en internet, el embate contra la “raza europea”, sugiriendo incluso tips y recomendaciones para los actos.

En este punto, Earnest asegura que el fue el responsable de un incendio provocado en una mezquita en la ciudad de Escondido, California, y se mofa de que las autoridades no pudieron dar con él.

“Estamos en las etapas tempranas de la revolución. Necesitamos mártires. Si no quieren ser atrapados porque tienen hijos que dependen de ustedes, pueden simplemente atacar un objetivo y regresar a la vida normal”, exhorta.

Afirma que Brenton Tarrant, el joven australiano responsable de los ataques a dos mezquitas en Nueva Zelanda donde asesinó a 50 devotos musulmanes, fue clave, “un catalizador”, para llevar a cabo su ataque, instando de nuevo a otros a que llevaran a cabo actos de la índole.

En declaraciones finales a manera de pregunta y respuesta, niega estar loco, ser un conservador o respaldar el gobierno de Donald Trump, al que acusa de “sionista, amante de judíos, anti-blanco”, además de rechazar ser un terrorista, tal y como Tarrant sí lo admitió en su respectivo manifiesto.

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