LUIS MAIZEL PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO E ISRAEL.

Estimados Amigos:

Abril fue un mes importante tanto para Estados Unidos como para México.

En EUA se conoció finalmente el reporte del fiscal especial Muller, sobre las elecciones de 2016 y aunque no se pudo determinar que hubo colusión con los rusos, tampoco se pudo exonerar al Presidente Trump del cargo de obstruir la justicia. En varias instancias se determinó que Trump pidió a sus colaboradores que tomarán acciones que sí hubieran sido problemáticas, y estos no las quisieron ejecutar.

En México AMLO siguió su campaña anti-FiFi, mencionó la posibilidad de un efecto Robin Hood de quitarle a los ricos ganancias que él consideraba mal habidas y dárselas a los pobres, pero lo más grave de todo fue el decir que la justicia, la cual es subjetiva, está por encima de la ley, que es absoluta.

México no siempre ha sido 100% transparente como estado de derecho, pero cuando el presidente considera que la ley es secundaria, esto se vuelve muy grave, ya que eso caracteriza a las dictaduras, no a las democracias.

Para cambiar la constitución se requiere la aprobación del 75% de los senadores y Morena no tiene esa mayoría, lo cual blinda de alguna manera a los ciudadanos de México. Sin embargo, los comentarios del presidente ponen en duda su deseo de proceder en forma convencional y constitucional.

La economía de Estados Unidos sigue su paso lento pero sostenido, con un crecimiento en el 1er trimestre del 3.2%, cifra muy respetable hasta que se analizan a fondo los números. Parte de esto fue fabricación de inventarios y no solo ventas reales y el impacto del intercambio comercial previo a la imposición de sanciones a China. Sin estos dos elementos el crecimiento hubiera sido un modesto 2%.

El sector inmobiliario lleva ya 7 meses de precios hacia abajo y ventas decrecientes al igual que el sector automotriz que proyecta una reducción de 1 millón de unidades vendidas con relación al año anterior.

La confianza del consumidor sigue en niveles altos, pero ha crecido más el ahorro que el consumo, lo cual refleja que la gente sigue algo incierta respecto al futuro.

En México el PIB se contrajo 0.2% en el primer trimestre respecto al último de 2018, aunque superó en 1.5% al del año pasado. No me sorprende la contracción a pesar de que se proyectaba un crecimiento de 0.3%, ya que la mayoría de los proyectos nuevos se han detenido en espera de una visión más clara del futuro, y sólo se están completando las obras iniciadas en el año anterior.

Me preocupa sobre manera que el sector productivo tenga desconfianza y no esté invirtiendo, ya que eso podría llevar al país a un PIB negativo y una recesión. Si bien la popularidad de AMLO sigue altísima entre el pueblo, los inversionistas nacionales y extranjeros no comparten esta adulación del presidente.

El peso sigue fuerte alrededor de los $19.00 por dólar, pero esto es gracias a unas tasas de interés muy altas que no son sostenibles a largo plazo, ya que los que solicitan créditos para sus proyectos, no pueden justificar las inversiones cuando el dinero prestado es tan caro.

Europa dio ligeras señales de vida en el 1er trimestre al repuntar su crecimiento del 0.9% al 1.3%, pero sigue habiendo mucho viento en contra, sobre todo por la no resolución de BREXIT, la próxima salida de la Sra. Merkel y sobre todo las elecciones del Parlamento Europeo de fines de Mayo, donde los nacionalistas y la extrema derecha en los diversos países parece tener más fuerza cada día.

En Israel se llevaron a cabo las elecciones y volvió a ganar Bibi Netanyahu, sobre todo gracias al voto de los jóvenes. En Tel Aviv, población más cosmopolita y liberal, la izquierda obtuvo 72% del voto, pero en el resto del país el status quo dominó los comicios.

Es muy interesante hacer notar que la relación deuda/PIB se ha reducido en Israel de 73.1% a 59.4% del 2009 al 2018, resultado de políticas fiscales razonables y control del gasto público. Muy importante es hacer notar que el % del presupuesto dedicado al servicio de la deuda es de solo 2.8%, la cifra más baja desde los años ochentas.

Los mercados de renta fija se mantuvieron muy estables con un alza mínima en los índices, mientras que los mercados accionarios tuvieron un muy buen mes alcanzando máximos históricos.

La justificación del incremento en las bolsas es la llamada FOMO (fear of missing out) ó sea miedo de no participar en el crecimiento, lo que hace que los inversionistas compren acciones, aunque sientan los mercados caros.

El hecho de que el FED haya dicho que no subirá las tasas en 2019 hace menos atractiva la renta fija, lo que crea demanda de acciones a pesar de que los resultados de las empresas no han sido demasiado favorables.

El dólar sigue muy fuerte, sobre todo frente a las monedas europeas y el peso, con una ganancia del 3.8% en el año, es la moneda con mejor comportamiento en 2019.

El oro sigue estando en una banda de $1250 a $1300 y ha perdido su atractivo como inversión convirtiéndose más que nada en un refugio contra posibles crisis graves.

Les envío como siempre un muy afectuoso saludo.

Luis