Enlace Judío México e Israel.- Los países de la UE, cautelosos ante los castigos anunciados por Washington por romper las sanciones, hasta el momento han demostrado ser incapaces de ofrecer las ventajas económicas prometidas a los iraníes

JEAN-BAPTISTE OUBRIER

El acuerdo nuclear de Irán requiere que sus socios tomen medidas para impulsar la economía del país, pero las compañías europeas siguen temiendo exponerse a las sanciones de Estados Unidos, dijeron los expertos a la AFP.

El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán envió el miércoles una carta a los demás signatarios del acuerdo, diciendo que había decidido suspender los compromisos contraídos en virtud del acuerdo, algunos de inmediato y otros al cabo de 60 días, si no se avanzaba en su economía.

Los líderes de China, Francia, Alemania, Gran Bretaña y Rusia recibieron una carta, pero es de particular importancia para los países europeos que hasta ahora han demostrado ser incapaces de ofrecer las ventajas económicas prometidas.

La razón principal es la renuencia de las compañías privadas en el continente para hacer negocios en Irán.

Temen las “llamadas sanciones secundarias de los Estados Unidos“, dijo la abogada Anahita Thoms a la AFP, refiriéndose a las sanciones de los Estados Unidos que se aplican a cualquier organización no estadounidense que se involucre en ciertas partes de la economía iraní.

También enfrentan “desafíos prácticos, como encontrar un banco, una empresa de transporte o una aseguradora“, agregó el experto con sede en Alemania en materia de leyes de sanciones.

El tema bancario es particularmente delicado, ya que los principales prestamistas europeos temen tener problemas con las autoridades estadounidenses.

Solo en abril, el banco italiano UniCredit y el prestamista británico Standard Chartered fueron multados con más de mil millones de dólares por violar las sanciones estadounidenses contra Irán y otros países.

Comercio “imposible”

La situación se ha vuelto más difícil desde el año pasado, cuando EE.UU. intensificó las medidas contra la industria petrolera de Irán y sectores clave como el transporte marítimo y la aviación, junto con un bloqueo en el procesamiento de transacciones financieras.

El sistema financiero iraní ha estado sujeto a sanciones secundarias desde noviembre de 2018, que se aplican a todas las instituciones bancarias, no solo a las estadounidenses, aunque las transacciones sean en euros u otras monedas“, dijo Olivier Dorgans, un abogado de sanciones en Hughes Hubbard & Caña.

Estas sanciones secundarias hacen que sea imposible que las instituciones europeas negocien, aunque no tengan vínculos bancarios con los Estados Unidos“, agregó el abogado con sede en Francia.

París, Berlín y Londres establecieron a fines de enero el llamado sistema de comercio Instex para facilitar las transacciones entre Irán y la UE en productos que no están cubiertos por las sanciones secundarias, combinando las exportaciones de petróleo y gas de Irán con productos de la UE.

Pero Instex no tiene licencia bancaria y, por lo tanto, debe respaldarse en los bancos para canalizar los fondos, un servicio que los bancos europeos se resisten a brindar.

Parece muy poco probable que la UE pueda hacer algo concreto en esta etapa que sea suficiente para alentar a más empresas europeas a participar en Irán“, advirtió Michael Lyons, un abogado con sede en Londres de Clifford Chance.

Particularmente ahora, en circunstancias donde existe la posibilidad de que el acuerdo se desmorone por completo y el entorno de sanciones se haga más estricto“, agregó.

La ministra del ejército francés, Florence Parly, no descartó la posibilidad de que la UE imponga sanciones contra Irán, mientras que en Londres, el ministro de Relaciones Exteriores Jeremy Hunt habló de “consecuencias” si Teherán dejara de respetar sus compromisos nucleares.

Fuente: The Times of Israel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico