Enlace Judío México e Israel.- Stanislawa Leszczynska, ayudó a nacer más de 3,000 bebés en el campo de concentración de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial.

Leszczynska nació el 8 de mayo de 1896 en Polonia. En 1916 se casó con Bronislaw Leszczynski, con quien tuvo dos hijos y una hija. Después, se recibió de matrona (partera) en la Universidad de Varsovia en 1922.

Tras su captura por los nazis, la enviaron junto a su hija al campo de concentración en Auschwitz, donde permaneció por casi dos años, y donde nunca pensó que ejercería su oficio; menos aún en la deplorable situación en que se hallaban las prisioneras.

Ya que, las condiciones en Auschwitz no eran las mejores para dar a luz, tanto por falta de limpieza como de equipo médico.

Además, como parte de las prácticas de los nazis, las mujeres que estaban embarazadas las asesinaban, pues consideraban que los bebés eran “inútiles” y retrasaban las labores de las madres en el campo de concentración.

¿Qué pasaba con los bebés?

Los bebés que lograban nacer los ahogaban en barriles o eran tirados a la basura.

Sin embargo, a los que sí tenían apariencia aria, los llevaban a orfanatos de Alemania para ser adoptados.

Por ese motivo, “Mutti” (Madre) como apodaron a Stanslawa en el campo, tuvo que improvisar una “sala de maternidad” en las barracas que se encontraban junto a las calderas, que estaban infestadas de toda clase de insectos y humedad.

Ese lugar se convirtió en la salvación de miles de madres y niños por nacer.

Sin embargo, la escasez de alimentos hacía que las madres padecieran de desnutrición y otras enfermedades, y por ende, sus hijos recién nacidos podían morir por las mismas causas; pero gracias a los cuidados que Leszczynska brindaba a las mujeres embarazadas hizo que todas dieran a luz a sus hijos y se recuperasen para continuar con “el trabajo” en Auschwitz.

El lugar más cálido, en este campo de concentración, era junto a las calderas de la fábrica.

El crecimiento de la natalidad y la recuperación de las madres, a pesar de las condiciones inhumanas a las que estaban sometidas, llamó la atención de Joseph Mengele, el médico nazi conocido como “el ángel de la muerte”. Él era el líder del grupo que tomaba la decisión de quiénes eran ejecutados en las cámaras de gas y con quiénes iba a realizar experimentos mortales.

El médico alemán, miembro de la SS (“Schutz-Staffel” escuadras de protección del régimen nazi) le dio la orden de asesinar a todo niño que naciera vivo en el parto. Ante ello, la polaca se negó a participar en el infanticidio diciendo: “No, ni ahora ni nunca”.

Su valentía la llevó a continuar con su labor, desafiando la orden infanticida de Mengele, quien no tomó represalia alguna contra ella.

“Mutti” estuvo en Auschwitz hasta su liberación por las tropas soviéticas el 26 de enero de 1945, y pudo reunirse con sus hijos, que estaban prisioneros en Austria. Leszczynska falleció en el año de 1974.

 

 

Fuente:ngenespanol.com