Enlace Judío México e Israel – La Policía de Alemania entregó este martes a Israel miles de documentos robados y manuscritos pertenecientes a Max Brod, el amigo y albacea literario del escritor checo judío Franz Kafka, reportó la agencia AFP.

Brod, quien murió en Tel Aviv en 1968, es el principal responsable del éxito de Kafka como uno de los escritores más influyentes del siglo XX, después de haber publicado muchas de sus obras después de la muerte del escritor en 1924.

Nacido en Praga, Brod huyó del régimen nazi de Adolf Hitler hacia Tel Aviv en 1939, llevando la propiedad de Kafka en su maleta, a pesar de que este había insistido en que sus obras fueran destruidas después de su muerte.

En una ceremonia este martes en Berlín en la residencia del embajador israelí en Alemania, Jeremy Issacharoff, la Policía alemana entregó miles de documentos personales de Brod a la Biblioteca Nacional de Israel.

Con ello concluye una búsqueda de estos documentos faltantes de Brod que, según la Biblioteca Nacional de Israel, fueron robados hace 10 años en Tel Aviv.

Los documentos, cartas y memorias reaparecieron en 2013, cuando dos israelíes se acercaron a los Archivos Literarios Alemanes en la ciudad alemana de Marbach, y a coleccionistas privados, con una enorme colección de documentos inéditos pertenecientes a Brod.

La importancia de los documentos, incluida una tarjeta postal de Kafka enviada a Brod en 1910, emergió rápidamente y fueron confiscados después de un intento de venta.

“Las autoridades fueron notificadas y quedó claro que unas 5,000 páginas de documentos formaban parte del archivo privado de Brod y que habían sido robados”, dijo la embajada israelí en Berlín en un comunicado.

En enero pasado, un tribunal de Wiesbaden dictaminó que los documentos deberían ser devueltos a la Biblioteca Nacional de Israel.

Los manuscritos, incluidos los pasajes inéditos del diario de Brod y la correspondencia temprana con su esposa, podrían proporcionar una visión más detallada de la vida de Kafka.

Cuando Brod murió en 1968, dejó sus papeles personales y los manuscritos de Kafka a su secretaria Esther Hoffe.

En el año 2007, los documentos llegaron a manos de su hija Eva, de 101 años de edad entonces, a quien le robaron parte de la colección.

Con el tiempo, la colección se dividió en tres ubicaciones: una bóveda bancaria israelí, una caja fuerte en Zurich, Suiza, y el piso de Eva Hoffe en Tel Aviv.

Según los informes, ella vivía con casi una docena de gatos con la inestimable colección de documentos parcialmente almacenados en un refrigerador apagado.

Unas 35 cajas del archivo Kafka/Brod fueron retiradas de su apartamento cuando murió en 2018.

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