Enlace Judío México e Israel – Los restos de cientos de judíos de la era del Segundo Templo recibieron sepultura este martes en el asentamiento de Kfar Adumim, luego de que fueron encontrados dispersados fuera de sus antiguas tumbas en Jericó, Cisjordania.
Los restos fueron encontrados cerca del sitio arqueológico de los palacios hasmoneos en Jericó, una de las ciudades más antiguas del mundo, después de que se reportara el saqueo de las tumbas donde se encontraban localizados, informó el sitio The Times of Israel.
Según la organización colona israelí Regavim, las tumbas fueron “saqueadas por ladrones árabes”.
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Los restos recibieron de nuevo una sepultura judía en el cementerio del asentamiento de Kfar Adumim en un funeral al que asistieron cientos de personas, organizado por arqueólogos de la Administración Civil del Ministerio de Defensa de Israel y por el Consejo Regional de Mateh Binyamin.
Los miembros de Regavim descubrieron las tumbas con signos de destrucción, aparentemente demolidas en parte por tractores palestinos que intentaron despejar un área para plantar el campo hace varias semanas.
Los agricultores locales informaron a los activistas que “los sarcófagos de los cuales se extrajeron los huesos habían ‘desaparecido’ recientemente”, dijo Regavim en un comunicado este martes.
Residentes de comunidades israelíes aledañas, oficiales militares y una variedad de figuras públicas de la derecha participaron en el funeral.
Líderes y activistas locales criticaron lo que llamaron “un pisoteo” palestino de sitios arqueológicos vinculados a milenios de historia judía en Cisjordania.
El director de Regavim, Meir Deutsch, calificó el entierro como “un acto de verdadera gracia, no sólo hacia los restos de nuestros antepasados, sino también a nuestra herencia y nuestra historia, que la Autoridad Palestina está pisoteando brutalmente, en Jericó y en miles de otros sitios arqueológicos en Judea y Samaria (Cisjordania), la tierra de la Biblia y la cuna de la cultura judía”.
El jefe del Consejo de Mateh Binyamin, Yisrael Gantz, también habló en el entierro, arremetiendo contra los destructores de las tumbas como “ladrones codiciosos e insensibles que no respetan la dignidad humana [y] ponen sus manos sobre los restos de nuestros antepasados”.
Prometió erigir una “piedra conmemorativa adecuada” en el sitio en cuestión de días.
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