Enlace Judío México e Israel – Según informes de medios árabes, el bombardeo de blancos sirios e iraníes cerca de Damasco y Homs el domingo por la noche fue uno de los mayores ataques atribuidos a Israel en los últimos años. Su momento fue intrigante, también, unos días después de la cumbre de asesores de seguridad nacional de EE.UU., Rusia e Israel celebrada en Jerusalén, y en un momento de enfrentamiento entre Estados Unidos e Irán en el Golfo Pérsico.

AMOS HAREL

El lunes, se informó que Irán había cumplido con su amenaza al superar el límite de reservas de uranio establecido por el acuerdo nuclear, por primera vez.

Periodistas en Damasco relatan que varios sitios vinculados con Irán cerca de Beirut también fueron bombardeados durante la noche, al igual que un depósito de armas cerca de la frontera libanesa, en Siria. La distribución de los sitios atacados podría indicar el verdadero objetivo: alcanzar la cadena logística que suministra armas avanzadas a Hezbolá, uniendo a Irán con el Líbano a través de Siria.

El número de víctimas reportadas hasta ahora es inusual: nueve combatientes, la mayoría de ellos extranjeros, y seis civiles sirios. Las muertes de civiles por ataques aéreos israelíes contra Siria son bastante raras.

El anuncio oficial tras la cumbre trilateral de Jerusalén la semana pasada fue muy breve en detalles. En la conferencia de prensa conjunta, el asesor de seguridad nacional de Rusia, Nikolai Patrushev, incluso mencionó la alianza entre Rusia e Irán en Siria. Pero es evidente que Rusia no está tomando medidas activas para reducir los ataques de Israel contra blancos iraníes en Siria.

El sistema de misiles tierra-aire S-300, que los rusos dicen que entregaron al ejército sirio luego de que su avión Ilyushin fuera derribado accidentalmente en septiembre, tampoco fue activado esta vez. Los sirios dispararon una descarga masiva de misiles S-200 más viejos en respuesta a este último ataque aéreo; uno cayó por equivocación en la parte turca de Chipre. Al igual que en el incidente de Ilyushin, esta vez, los sirios parecen estar disparando armas de manera bastante histérica sin considerar las consecuencias.

A pesar de que este es un período electoral en Israel, a diferencia de los ataques anteriores, esta vez funcionarios locales no insinuaron sobre la posible participación de Israel. Durante la Conferencia de Herzliya, el jefe del Mossad, Yossi Cohen, habló sobre la situación en el norte, en general.

“No tenemos interés en una guerra con Siria”, dijo Cohen. “Pero no aceptaremos el atrincheramiento de Irán contra nosotros en Siria, ni que el territorio sirio sirva como base logística para el transporte de armas al Líbano”.

Agregó que, en su opinión, la actividad de Israel en Siria hará que Irán decida no operar allí. Cohen, quien dedicó gran parte de su discurso a la amenaza iraní contra Israel, mencionó la intención de Teherán de superar el límite de uranio enriquecido permitido en virtud del acuerdo de 2015 con las seis potencias mundiales, del cual Estados Unidos se retiró el pasado mayo. Y de hecho, una hora más tarde, se informó que Irán, por primera vez, había superado el límite.

En el fondo, continúan las tensiones con EE.UU. en el Golfo Pérsico. Tras los recientes ataques contra petroleros, plataformas y portaaviones a los que se ha culpado a Teherán, un costoso dron espía estadounidense fue derribado en el Golfo el 20 de junio. Irán afirmó que el avión no tripulado había infiltrado en su espacio aéreo. Trump reconsideró su respuesta inicial al incidente y canceló una ofensiva que según él, habría costado 150 vidas, pero también anunció más sanciones económicas contra Teherán.

Si bien no se han reportado más incidentes en el ínterin, los iraníes están ejerciendo presión al violar el acuerdo nuclear. Su propósito parece ser llevar a EE.UU. a la mesa de negociaciones, tal vez con la esperanza de aliviar las sanciones. Hasta ahora Trump no ha mordido el anzuelo. Por el contrario, está señalando medidas severas.

Tarde o temprano, las partes deberán reanudar negociaciones directas, pero en este momento se encuentran en la etapa de amenazas. Es bastante obvio que ninguno quiere un conflicto militar directo, pero como se ha dicho antes: la situación regional es tan compleja que no se puede tener la certeza que los estadounidenses y los iraníes tendrán la sensatez de no llegar a ese punto.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

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