Enlace Judío México e Israel.- El grupo está aún amenazando con conquistar la Galilea, incluso después de que las FDI destruyeron su mayor activo. Lo hace para disuasión, y tiene un plan que involucra a miles de comandos.

AVI ISSACHAROFF

Como un disco rayado, en todo discurso que da el jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, amenaza con una operación militar en territorio israelí si estalla una guerra. A veces él la llama “conquistar la Galilea,” a veces sólo “penetrar.” El mes pasado el ritual se repitió cuando Nasrallah dijo a sus partidarios que el grupo terrorista tiene la capacidad de “penetrar fácilmente la Galilea.”

Sin embargo, a pesar de las palabras temerarias, la cuestión ahora es si después de que el ejército israelí reveló y destruyó el arma estratégica secreta de Hezbolá — los túneles transfronterizos — la organización libanesa tiene aún otra sorpresa táctica que le daría la capacidad de operar dentro de territorio israelí y asumir el control de un pueblo o un pedazo de tierra.

Con o sin un arma estratégica secreta, Hezbolá, incluso luego de los túneles, tiene un plan extremadamente ambicioso y detallado para ocupar comunidades y puestos militares sobre la frontera norteña de Israel.

Debe decirse que Hezbolá y Nasrallah por años han creado la narrativa de conquistar la Galilea, basado principalmente en los túneles. El ataque de esa infraestructura por parte de Israel presenta un problema para el grupo terrorista y su líder de largo tiempo, quienes tendrían que probar en la próxima guerra que pueden cumplir sus promesas belicosas.

La pregunta es cómo podría hacerse eso, cuando Hezbolá es claramente penetrable por parte de la inteligencia israelí. Una opción es hacer a un lado completamente esa cuestión creando suficiente disuasión para ocupar demasiado a Israel como para llevar a cabo ataques en Líbano.

Una parte crucial de ese plan son los intentos del grupo de construir fábricas de misiles de precisión. Los discursos de Nasrallah son también parte de la campaña de disuasión. Él sabe que cada palabra suya es estudiada de cerca, transmitida y repetida por analistas y expertos; de ahí las frases arrogantes que el repite cada tantos días o semanas.

Aparte de eso, Hezbolá tratará claramente de crear una situación en la próxima guerra en la cual las Fuerzas de Defensa de Israel tendrían que lidiar no sólo con planes ofensivos, sino también con proteger a las comunidades norteñas israelíes y la posibilidad de un ataque dentro de su territorio.

Empecemos con los túneles mismos. Es difícil decir con 100% de certeza que Hezbolá no tiene más túneles. Es muy probable que el orden entero de los túneles ofensivos que llegan dentro de Israel fuera destruido, pero aún hay una muy pequeña posibilidad que algo escapara a los ojos de la inteligencia israelí.

Ese proyecto estaba dirigido a conmocionar a Israel, canalizando a cientos de miembros de la unidad comando Radwan del grupo terrorista dentro del país para llevar a cabo varios ataques.

“Radwan” era el alias de Imad Mughniya, el número 2 de Hezbolá, quien fue eliminado por Israel en el 2008. A los miembros de esa unidad se les da alta prioridad en casi todo: presupuesto, equipo, recursos y logística. Sus actividades recuerdan las de las unidades de elite de las FDI, tales como soldados de combate entrenados para usar vehículos todo terreno o combatientes comando de la armada que se supone se infiltren dentro de Israel en naves submarinas pequeñas.

En ausencia de los túneles, a los miembros de Radwan probablemente se les dará la tarea de invadir en forma encubierta Israel y alcanzar una de las comunidades fronterizas o puestos del ejército, tratando de ingresar miles de combatientes en Israel de una vez a través de muchos puntos sobre la frontera mientras bombardean la región fronteriza, esperando superar a las FDI y destruir puestos del ejército.

El grupo tiene un plan bien desarrollado dirigido a demoler la primera línea entera de las FDI al mando. Cada puesto, cada antena. El plan grandioso se propone tener el potencial para asestar a las FDI un golpe tan severo que ninguna fuerza israelí podrá operar sobre la frontera.

Aparte de la artillería dirigida a servir como cobertura para miles de tropas invadiendo Israel, el plan de ataque de Hezbolá involucra toda una logística y aparato de inteligencia que incluya usar drones que transmitirían información en tiempo real y podrían llevar a cabo bombardeos “suicidas” contra objetivos israelíes. También ha designado un centro de mando destinado a dirigir la operación de amplio rango junto a la frontera entera entre Israel y Líbano.

Una barrera terrestre construida por Israel en los últimos años dificultará que se lleve a cabo tal operación, pero los tomadores de decisiones de Hezbolá piensan no obstante que al menos algunos de los atacantes se las arreglarán para penetrar dentro de territorio israelí. Algunos de los combatientes de la Radwan llevarán a cabo asesinatos y regresarán a Líbano, y otros probablemente tendrán que atrincherarse dentro de territorio israelí, filmar lo que puede ser filmado para un logro de relaciones públicas y luego regresar o ser eliminados en batalla.

Está claro para el escalón superior en el ala militar de Hezbolá que tal operación tendría duras consecuencias para su personal, pero ellos ven el efecto psicológico resultante como crucial. Forzaría a las FDI a invertir en defensa, conmocionaría a la opinión pública israelí y crearía presión para terminar rápidamente el combate. Sólo podemos suponer el tipo de efecto que podrían tener las imágenes de miembros de Hezbolá en el pueblo norteño israelí Metulla.

El plan de guerra altamente ambicioso de Hezbolá es excepcionalmente riesgoso para la misma organización, y sus líderes están al tanto de eso. Enviar o tratar de enviar a miles de sus mejores guerreros a través de la frontera podría finalmente probar ser una apuesta muy peligrosa. Después de todo, presentaría una oportunidad excelente para que las FDI eliminen a la fuerza combatiente de élite de Hezbolá en cuestión de horas. Eso, a su vez, expondría el frente interno de Hezbolá a contraataques y facilitaría el camino de las FDI a una victoria clara en una guerra futura.

 

 

 

Fuente: Times of Israel
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México