Enlace Judío México e Israel.- En un mundo globalizado y diverso es fácil encontrar muchos tipos de judaísmo, que pueden ir desde lo más ortodoxo hasta solo ser judío por nacimiento. Pero esta diversidad no fue siempre así, el paso de los años y los cambios vertiginosos de la humanidad también estuvieron presentes en el pueblo judío. Revisemos un poco la historia judía para ver si podemos encontrar cómo sucedió.

MARGARETH MICHAN

El movimiento de la Ilustración en Europa occidental en el siglo XVIII trajo nuevas interpretaciones a las preguntas filosóficas de todos los tiempos, proponiendo explicaciones y propuestas racionales por encima de las respuestas teológicas, esta época se le conoce como la Ilustración, pues refiere a que dejó atrás el oscurantismo de la Edad Media, para traer el conocimiento como sinónimo de la luz. Para decirlo de manera sencilla y simplificada la razón estaba por encima de la fe.

Las comunidades judías de esa época se vieron influenciadas por esta corriente adaptándola a su realidad; el resultado fue el movimiento de la Haskalá, donde entre otros cambios, la forma de ser judío dejo de ser una sola para dar lugar a las primeras corrientes religiosas.

A consecuencia de estos fenómenos sociales y geopolíticos, el judío que vivía en el gueto tuvo la oportunidad de salir a las grandes ciudades e interactuar con el resto de la población gentil, situación que no ocurría en la Edad Media; así fue como muchos judíos dejaron su religión mientras que otros buscaron soluciones intermedias como el reformismo, que proponía ser judío en la casa y no en la calle, adaptando y eliminado gran cantidad de mitzvot que no les permitían interactuar con la población gentil. Como reacción a esto, otro grupo se aferró al judaísmo buscando no perder su identidad y así nació el término ortodoxia, que antes de este fenómeno no había sido necesario porque solo había una forma de ser judío y era cuidando las mitzvot.

Dentro de este proceso también apareció el conservadurismo, que propuso un modelo intermedio, y así, con el tiempo, nacieron otras corrientes religiosas que buscaron encontrar la solución al dilema de conservar tu identidad judía sin perderte lo que el mundo de afuera ofrece.

Hoy en día hay una gran variedad de formas de ser judío, las explicaciones, filosofías y cosmovisiones no son únicas, conviven tensas dentro del pueblo, rompiéndose en ocasiones y uniendose en otras.

Lo curioso del tema es que también en el siglo IV a.c. durante el auge del helenismo, con la conquista de los griegos a Eretz Israel sucedió un fenómeno parecido, ya que muchos judíos se vieron atraídos por este mundo griego “moderno” dejando o adaptando su forma de ser judíos, viéndose influenciados por prácticas griegas y otro grupo se aferró a la identidad judía rechazando todo lo griego.

Lo increíble de la historia judía es que después de varios siglos, dispersiones, influencias, cambios, fenómenos sociales y de más, el pueblo judío sigue vivo, con una identidad fuerte y dinámica, buscando coexistir y encontrar el punto exacto entre la tradición y la modernidad.

 

 

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