(JTA) — La comunidad judía de Lituania cerró temporalmente la única sinagoga en funcionamiento de la capital, Vilna, citando problemas de seguridad que pueden estar relacionados con un debate sobre el honor de los colaboradores nazis.

“La comunidad judía lituana ha recibido llamadas telefónicas y cartas amenazadoras en los últimos días”, escribió este martes en un comunicado la presidenta de la comunidad, Faina Kukliansky. Fue una “decisión dolorosa pero inevitable” cerrar la Sinagoga Coral en Vilna junto con la sede de la comunidad judía, que también es un centro comunitario judío.

Las clausuras no tienen precedentes en Lituania desde su independencia de Rusia en 1990.

El mes pasado, el alcalde de Vilna, Remigijus Šimašius, ordenó el retiro de una controvertida placa en el centro de Vilna que honraba a Jonas Noreika, un colaborador de las autoridades nazis, presuntamente también involucrado en el asesinato de judíos locales, quien es celebrado de manera póstuma en Lituania como un héroe por luchar contra el comunismo.

El mes pasado, el municipio también votó para cambiar el nombre de una calle que había sido nombrada con referencia a otro colaborador, Kazys Škirpa, quien pidió que los judíos fueran expulsados ​​de Lituania. Las decisiones provocaron protestas e indignación en los círculos nacionalistas.

Los ataques antisemitas son muy raros en Lituania.

La Sinagoga Coral ha estado en el centro de varias controversias y peleas entre la comunidad de Kukliansky y el emisario de Jabad-Lubavitch en el país, el rabino Sholem Ber Krinsky, y sus congregantes.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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