Enlace Judío México e Israel – La exposición “Los refugiados judíos de países árabes” llegó al Instituto Cultural México Israel. Para conocerla, en Tishá B’Av, la Comunidad Maguén David organizó un recorrido al que acudieron más de 100 de sus miembros. 

El domingo 11 de agosto la Comunidad Maguén David organizó un recorrido al Institutito Cultural México Israel, para que sus miembros pudieran disfrutar la exposición “Los refugiados judíos de países árabes”, organizada por la Federación Sefaradí de Latinoamérica.

Más de 100 personas llegaron en autobuses desde la Comunidad Maguén David para presenciar la exposición. Fueron recibidas por Nina Sacal, coordinadora del Instituto Cultural México Israel. Antes de iniciar el recorrido, Jeny de Serur, a nombre propio y de David Serur, saludó a las personalidades congregadas y luego ofreció una breve plática introductoria sobre la presencia judía en los países árabes.

Dijo la señora de Serur que era aquel “uno de los días más melancólicos y tristes del calendario judío”, pues se conmemoraba la destrucción del primero y el segundo templo de Jerusalén. La efeméride resultaba ideal para abordar el tema que había congregado a los asistentes. De Serur recordó que aproximadamente 50% de la población judía de Israel proviene de países árabes.

“¿Cómo es que llegaron a vivir todos estos judíos a países árabes? Los judíos constituyeron una comunidad estable e histórica en
estos países, que data por lo menos de 3,000 años, siglos antes del periodo de Mahoma; la comunidad siria de Alepo se remonta a la época del rey David, la comunidad yemenita al rey Salomón hace 2,900 años; las comunidades iraní e iraquí datan del primer exilio babilónico, hace 2,500 años; y la comunidad egipcia data de hace 1,000 años.”

La anfitriona habló de las condiciones de vida de los judíos en los países de mayoría musulmana, donde no podían poseer tierras ni cargos públicos y debían portar una estrella de David amarilla. “No fue un invento de los nazis”, dijo.

Agregó que, en otra época de la historia, “barcos llenos de judíos encontraron refugio en los pueblos del norte de África, incluyendo a Argelia, Túnez y Marruecos, y en el imperio otomano recibieron encantados a los talentosos judíos exiliados. Los
recién llegados fueron vistos como una fuerza vital para un imperio en expansión, el cual estuvo poblado aproximadamente por 250,000 judíos.”

Tras la partición de Palestina en dos estados para dos pueblos, según el proyecto de Naciones Unidas, la violencia antijudía estalló en los países árabes, lo que llevó a la expulsión masiva  o el exilio voluntario de los judíos de aquella región.

”Donde no hay recuerdo no hay verdad, donde no hay verdad no hay justicia, donde no hay justicia no habrá reconciliación y donde no hay reconciliación no habrá paz”, dijo De Serur para terminar su plática y dar paso al recorrido por la exposición.

 

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