Enlace Judío México e Israel.- Walter Elías Disney, probablemente el hombre más famoso de los últimos siglos, de quien no se sabe más si era una marca o un hombre de carne y hueso, un ser mitológico o un hombre de pasiones, virtudes y defectos. Su nombre se ha pronunciado desde hace décadas más veces que los nombres de los mismos dioses, carga esa imagen con un obscuro rumor, una leyenda urbana arraigada en la cultura popular que lo acusa de antisemita desde hace décadas hasta las irresponsables declaraciones de Meryl Streep de hace unos años o la malintencionada representación de Disney en “Family guy” de Seth McFarlane que mantienen vivo el rumor con necios comentarios. A primera impresión parece imposible pensar que el creador del “ratón más famoso del mundo” (con el perdón de Chuck E. Cheese) hubiera sido un antisemita, ¿Sería consistente que el creador del lugar más feliz del mundo haya tenido una visión triste, negativa y de odio contra el pueblo judío? ¿Sería posible que la mente creativa, abierta del visionario que creó un paraíso en la tierra e imperio para niños, coincidiera con las mentes mediocres poco brillantes, amargadas y de criterio limitado que crearon y promueven el antisemitismo?

ROGER MARTIN

A los 17 años “el pionero de las caricaturas” dejó la escuela para enlistarse en la ejercito de los EE.UU. para combatir a los alemanes en la primera guerra mundial, por ser menor de edad no fue admitido, pero fiel a su carácter de no aceptar la negativa, logró entrar en una unidad de ambulancias militares de la Cruz Roja del ejército de los EE.UU. para rescatar heridos en el campo de batalla. Dicha unidad desesperada por personal no verificó su edad y así Disney entró en la Primera Guerra Mundial voluntariamente. Eso nos deja claro que se trataba de un hombre de convicciones que estaba dispuesto a luchar por lo que creía correcto, de ayudar al prójimo, de hacer lo decente, valiosas cualidades y rasgos de personalidad de la que carecen los amargados antisemitas y que son pilares culturales del mismo judaísmo.

De Hombre a Marca Global

A su regreso y gracias a su hermano mayor Roy, veterano de la Primera guerra mundial, Walter consiguió trabajo como cartonista comercial. Antes de la guerra estuvo en el Instituto de Arte de Chicago, su ciudad natal. Su infancia la pasó en Marceline Missouri ayudando a su padre en la
granja familiar. Ya como cartonista comercial en Kansas City, conoció a Ub Iwerks (considerado hoy en día el mejor animador de la historia y con quien creó a Mickey Mouse) y lo enroló en su primera compañía “Iwerks Disney Commercial Artists”, la cual fracasó. Después fundó Laugh-OGram Studios en Kansas City, junto con Iwerks; allí conoció, empleó, motivó, influenció y entrenó a Friz Freleg, Rudy Ising y Fred Harmon, todos ellos posteriormente cabezas en Warner Brothers en donde colaboraron para crear a los Looney toons, Bugs Bunny, Daffy Duck (el pato Lucas) etc.

Sin duda el talento de Disney para inspirar gente y potencializar el talento ya era tangible. Al fracaso de Laugh-O-Gram Studios, deja todo, quebrado y endeudado se instala en Los Ángeles con la intención de fundar allí otro estudio de Animación. El emblemático equipo de Laugh-O-Gram sigue a su líder hasta la soleada California y esta vez con la valiosa ayuda de su hermano Roy, lanza Walt Disney Studios.

Disney vs Hitler

Siendo ya exitoso en Hollywood por sus logros como animador, cartonista, director y productor, y después de haber creado el primer largometraje animado en la historia “Blanca Nieves” en 1937, continúa siempre con la intención de crecer y mejorar cada idea y producto en aras de su objetivo, pero el mundo fue obscurecido por nubes negras, en 1939: Los nazis (que ya se habían anexado Austria en 1938, tierra natal de Hitler) invaden Polonia y dan inicio a la sangrienta Segunda Guerra Mundial.

En 1943 Walt Disney produce dos cortometrajes anti-nazis (disponibles en YouTube) “Education for Death: The Making of the Nazi” que trata de la manera en la que los nazis manipulaban a los niños para convertirlos en bestias de guerra robándoles la infancia, futuro y dignidad y “Der Fuehrer’s Face” donde el Pato Donald vive en Nutziland “Tierra de locos”. Allí el Pato Donald tiene una pesadilla: trabaja en una fábrica de municiones del régimen Nazi en dónde el autoritarismo y lavado de cerebro es lo normal, en una clara burla y crítica a la manera en que el fanático partido nazi militarizaba todo y enfermaba a la población sembrándoles ideas y teorías extrañas, poco coherentes y nocivas. Estos cortometrajes producidos por Disney sirvieron para vender bonos de guerra en apoyo al ejército de los Estados Unidos en su guerra contra la Alemania Nazi. En ambos cortometrajes muchos de los animadores y guionistas eran judíos. En 1929 pocos años antes que los Nazis tomaran el poder en Alemania (1933) las autoridades del Cine Alemán vetaron a Mickey Mouse por representar en una caricatura a unos gatos vestidos con uniformes alemanes de la primera guerra mundial, recordando que Disney participó en la Primera guerra mundial y tenía la intención de combatir a los alemanes. No existe testimonio o prueba en donde Disney haya apoyado a los nazis de ninguna forma, al contrario, existe mucha evidencia de que Disney era antinazi, usó su empresa, imagen y personajes para apoyar al ejército de los EE.UU. en derrotar a los nazis y parodió y se burló de ellos y del mismo Hitler en los cortos mencionados, Por ejemplo cuando el Pato Donald cumplió 50 años fue condecorado por el ejército americano como veterano de la Segunda Guerra Mundial ya que su imagen estuvo pintada en varios aviones y tanques que combatieron a los nazis. Pero a pesar de esto, el rumor que Disney era un “nazi” y “antisemita” ha existido desde hace décadas, Pero ¿de dónde viene?

Disney acusado de Antisemita

Hay tres momentos de los que este rumor se alimenta:

El Primero. Disney produjo en 1933 un cortometraje sobre la historia “de los tres cochinitos” en donde “el lobo feroz” se disfraza de un hombre judío para entrar a la casa de los cerditos, Si bien es otra época en donde ciertas cosas, bromas, burlas y estereotipos raciales eran tolerados o
vistos como inofensivos, esta caricatura recibió atención negativa y quejas. Recordemos que es ese el mismo año en que los apestosos nazis tomaron el poder en Alemania y la retórica antisemita de ese grupo ya era conocida. Disney al enterarse de las quejas pronto retiró y modificó la caricatura problemática quitando la referencia que tanto había ofendido; aun así fue considerado antisemita por ese hecho. La empresa se disculpó y argumentó que fue un error insensible; importante notar que muchos de los caricaturistas y guionistas de esa pieza eran judíos y no consideraron nada denigrante en ella, sin embargo lo fue y para los estándares de hoy ni se diga, esa caricatura manchó la imagen de Disney hasta nuestros días. Existió otra, en donde Mickey Mouse hace bailes jasídicos, hubo judíos que se ofendieron y otros que salieron la defensa de esa caricatura argumentando no tenía nada de ofensivo que un personaje bailara de esa forma, hubo quien dijo que eran bailes rusos, otros rumanos etc. Como sea la cosa, la empresa
se disculpó de nuevo por el insensible error. Importante: Disney nunca se disculpó por atacar a los nazis, al contrario y esa diferencia deja muy en claro que sí era y que no.

El Segundo. Walter Disney se afilió a la “Motion Pictures Alliance for the Preservation of American Ideals” (MPA), agrupación que estaba en contra de los nazis y comunistas por considerar que estos intentaban ideologizar a los demás estados europeos y a EE.UU. con su perversa doctrina
utilizando al cine como medio masivo de comunicación. Su objetivo era defender el estilo de vida y valores americanos contra la influencia extranjera, por lo cual prestaron especial atención a las intenciones nazis y soviéticas de entrar en Hollywood. La MPA era considerada como una
agrupación “blanca y protestante”; pronto se le consideró anti-minorías y antisemita. Algunos opinaban que el notorio control judío de Hollywood podía pronto dejarse seducir por los comunistas, y que la MPA era una respuesta preventiva ante eso. Muchos de los judíos en la industria en esa época y jefes de estudio de renombre eran migrantes nacidos en el este de Europa: Rusia, Hungría, Polonia etc. Lo cual generaba “desconfianza” a muchos americanos.

Importante mencionar que nunca existió declaración alguna de la MPA que pudiera ser considerada antisemita, de hecho jamás existió comentario alguno sobre los judíos, aun así era percibida como antisemita, anti-sindicatos, anti-minorías y anti-libertad de expresión al vetar el discurso pro nazi y pro comunista en Hollywood, al tiempo que delataban ante el congreso americano a miembros de la comunidad cinematográfica por sospechas de su posible simpatía pro nazi o pro soviética. Algunos de sus más prominentes miembros eran judíos y muy famosos como los directores Cecil B. DeMille y Victor Fleming, el guionista Ayn Rand y el dramaturgo Morrie Ryskind por mencionar a algunos.

La MPA negó fueran una organización blanca y protestante, antisemita y anti-sindicatos, le solicitó al mismo Morrie Ryskind, dramaturgo judío, que escribiera una aclaración para la prensa en donde Ryskind mencionaba y daba una lista de varios miembros de la MPA que eran líderes de
sindicatos o que como él mismo, junto con otros miembros de la MPA, era judío, aclaró el tema de la siguiente “pintoresca” forma:

“… Ahora, realmente y a mi edad y con mis antecedentes (siendo mi abuelo un judío devoto de estatura pequeña con una barba más alta que él mismo y probablemente solo superando a la del abuelo de Elmer por una yarda al menos) sería yo un pobre tonto por estarme afiliando a organizaciones “antisemitas” ¿no creen?…Y no se diga de los “goyim” miembros de la MPA que trabajan con, comen con, beben con, juegan golf con, juegan bolos y bridge con puros judíos, Se dé al menos tres de esos goyim “antisemitas” que tuvieron la “chutzpah” de casarse con lindas
chicas judías…”

Es decir, la MPA difícilmente sería antisemita pero algunos de sus miembros eran acusados de ser “conocidos antisemitas”, tanto que los mismos anti-comunistas y judíos Louis B. Mayer y Jack Warner se negaron a ingresar. El que la MPA se dedicara a delatar y acusar a gente del medio ante el congreso los hacía ver como una organización que empleaba tácticas fascistas y dictatoriales (como los nazis) que bien podrían ser usadas para eliminar a rivales del medio basados en cualquier criterio que quisieran, como afiliación política, religión o grupo étnico según sus detractores.

Por ese motivo, temor y desconfianza pronto surgió un grupo contra la MPA, llamado “El Consejo de Sindicatos y Uniones de Hollywood” que era mayoritariamente compuesto por prominentes judíos de la Industria y que tenían una visión más liberal de las cosas, estando en contra de lo que
consideraban una “cacería de brujas” por parte de la MPA, a la que después de todo la etiquetaban de antisemita, porque se sabe que muchos judíos en Hollywood eran de izquierda y que terminaron compareciendo ante el congreso americano por acusaciones provenientes de la MPA, que oficialmente nada tenían que ver con el hecho de si eran o no judíos, pero los enemigos del grupo aseguraban que si tenía que ver, aunque nunca ha existido prueba de eso.

El mismo Disney se distanció pronto de la MPA y prohibió usar su imagen para efectos del grupo al radicalizarse el conflicto interno en Hollywood, que fue un momento muy complicado para trabajar rompiendo equipos de escritores, colaboradores y afectando al negocio fílmico por mantener una guerra entre ambos grupos sobre como tenía que ser el mensaje de Hollywood hacia el mundo y cuáles deberían ser los valores americanos a homenajear y más importante aún sobre quienes tendrían la “autoridad” de imponer sus criterios o porque algún grupo debería tenerla. Si bien se sospechaba que algunos miembros de la MPA si eran antisemitas privadamente (sin que Disney sea uno de ellos), se le acusó entonces de “tolerar” al anti-semitismo de algunos miembros según las sospechas, para Disney eran ataques para dañar su imagen, que como ya se dijo antes había prominentes miembros judíos en la MPA amigos de Walt.

Y el Tercero. Existe un rumor que es sólo la interpretación coloquial de la gente y de prensa sensacionalista de la época que veía con buenos ojos fabricar rumores o chismes de Disney para vender periódicos con estas historias o leyendas urbanas que contaban que: “seguramente” Walt
Disney desde su fallido “Laugh-O-gram Studios” en Kansas City donde contrató a varios animadores judíos y que al romper relaciones con estos no de muy buena forma, estos exempleados de Disney que fueron importantes personalidades en “Warner Brothers” posteriormente y en otros studios creando la competencia a “Disney Studios” lo tenía molesto y resentido contra estos artistas (casualmente judíos) porque era “su escuela” la que ahora era usada en su contra.

Cuando ninguno de ellos era conocido, siendo inexpertos y sin preparación real, incluyendo al mismo Disney fueron recibidos, entrenados, apoyados y empleados por Walt que era el “entrepeneur por excelencia”. Más allá de sus diferencias, ninguno de estos cartonistas jamás hizo declaración alguna acusando al creador de Mickey Mouse de antisemita, ni pública ni privada, sus problemas fueron exclusivamente laborales donde a nadie le importaba su origen o religión, y de ambas partes. Aun así el rumor se alimentó de las interpretaciones irresponsables de terceros, incluyendo el episodio que al momento en que estos conflictos surgían entre Disney y su personal, Charles Mintz, abogado importante en Nueva York, judío como la mayoría de los
altos ejecutivos de Hollywood, distribuidor y socio de los grandes Studios y dueño de derechos de algunos trabajos de Walt Disney en sus inicios, financiaba las producciones de “Disney Studios” o mejor dicho; Mintz tenía atrapado y acorralado contra la pared a Disney como un gato acorrala
a un ratón… irónicamente, lo tenía en la peor posición sin ventajas para negociar, mal pagado y explotado con un contrato injusto y ventajoso que casi destruye al “genio americano de la animación”, hasta que éste con más valor que inteligencia rompió relaciones con Mintz para independizarse. Dicha situación alimenta el rumor de que pudo sembrar desprecio hacia los judíos en general por el comportamiento de Mintz y ex colaboradores ya que Walt tuvo que empezar de cero otra vez, pero ahora sin su equipo completo. Muchos de sus animadores se fueron a trabajar con Mintz; se cree que Disney lo tomó como traición, pero para sus exanimadores fue un asunto de necesidad financiera. Walt no entendía que no todos tenían ni tienen esa capacidad de quedarse hasta sin comer con tal de crecer en su proyecto, esa clase de visión y fe ciega es tal vez el más importante talento que tuvo Disney, y no es diferente a la fe y tenacidad de los líderes judíos durante siglos para mantener el camino y fundar Israel, tanto Disney Studios e Israel necesitaron esa clase de “ganadores” para desafiar la adversidad y salir adelante con la victoria. El rumor arraigado en la cultura popular a pesar de su falta de veracidad cuenta que “seguramente” este católico Irlandés se sentía sólo, en una industria plagada de judíos que, como se dijo antes, algunos de ellos lo habían traicionado, saboteado y afectado, y posiblemente eso sea verdad, pero por asuntos laborales, demostrando que la acusación de
antisemitismo es un argumento débil y absurdo, basado en interpretaciones de la prensa sensacionalista de la época y no en datos concretos, menos en declaraciones del mismo Disney. La realidad es que todo queda en rumores creados por la competencia.

¿Pero hay pruebas?

El historiador Neil Gabler biógrafo de Disney y uno de los escritores más objetivos sobre el tema y de los pocos en recibir permiso de Disney Studios para consultar y estudiar los archivos personales y privados de Disney, comenta en su libro “Sobre los judíos que trabajaron con Disney” como realmente “era difícil encontrar a alguien que considerara a Walt antisemita”. Joe Grant, quien fuera jefe del departamento de modelado y de la historia de “Dumbo”, declaró en entrevistas que “Walt para nada era un antisemita, de hecho algunas de las personas con más influencia en Disney Studios eran judíos”. Grant también recuerda sin lugar a dudas que los gerentes de producción Harry Tytle y Kay Kamen responsables del departamento de “merchandising” de Disney Studios afirmaron “que la oficina de Disney Studios en Nueva York tenía más judíos que el mismo Levítico”.

Maurice Rapf guionista de izquierda amigo de Disney concuerda en que “Walt jamás fue un antisemita, era un tipo muy conservador, pero eso no tiene nada que ver con las atroces acusaciones por parte de la competencia de Disney sobre el supuesto antisemitismo”. Todos estos hombres que saltaron a la defensa de Walt no solo se consideraban sus amigos; más allá de tener puestos importantes en el Studio, eran judíos.

Cuando se pregunta específicamente qué pruebas existen para acusar a Disney de antisemita surge un silencio exonerador. Douglas Brode en su libro “Multiculturalismo y el ratón: Sexo y raza en el Universo Disney” concuerda que no hay evidencia escrita o de alguna conversación antisemita ni pública ni privada para pensar en esas acusaciones. El mismo Brode comentó para “The Hollywood Reporter” que “Disney utilizaba más actores judíos que ningún otro estudio durante la llamada época de oro de Hollywood, incluidos los Studios controlados por los grandes productores judíos”.

David Swift, uno de los huelguistas contra Disney Studios en 1941 a los cuales se les atribuye el rumor de haber fabricado y llevado a la prensa la acusación de antisemitismo contra Disney, fue despedido cuando era un dibujante, para irse a Columbia Pictures donde ya tenía trabajo, según éste, despedido por el mismo Walt en persona y que lo hizo porque “era judío”, lanzando supuestos comentarios antisemitas: “Vete allá, a donde perteneces, con todos esos judíos”.

Lo poco probable de esta acusación es que difícilmente Walt estaría involucrando en despidos, menos creíble en el despido de un dibujante promedio; si Walt estaría involucrado en despidos, serían de los cargos altos del Studio y no de personal menor, menos por los argumentos que el
dibujante dio. No hay testigos de que Disney hubiera dicho tal cosa, además contradicen todo lo que muchos otros empleados y amigos de Disney judíos aseguran del “ícono norteamericano” incluyendo al mismo Swift. Parece tratarse más de la molestia de un ex empleado inconforme
que de una realidad porque Swift regresó a trabajar a Disney Studios varias veces, lo cual de haber sido “verdad” lo del despido por motivos raciales no tendría lógica, la primera fue en 1945, 1950 y luego en 1960 para escribir y dirigir “Pollyanna” y “The Parent Trap”.

En entrevistas posteriores un agradecido Swift aseguraba que “le debía todo a Disney” y que este le había dicho que “cuando quiera regresar(a Disney Studios) le tenía guardado un cálido lugar para él”.  Otro fue Art Babbit, ex empleado inconforme de Disney que aseguraba haberlo visto en reuniones nazis en EE.UU. antes de la guerra, no hay pruebas ni testigos de esto o de que esas reuniones hayan existido, incoherente, cuando desde antes de los nazis ya habían vetado a Mickey Mouse en Alemania y con el control nazi a Mickey para nada le fue mejor en “Nutziland”. Babbit terminó mal con Disney Studios, en asuntos legales, era sabido que le tenía resentimiento a Disney y se cree que “fabricó” esos horribles rumores. Más allá de las contradicciones de Swift y Babbit y la clara falta de ética de estos, lo que dejan ver las acusaciones(falsas) es que sin duda Disney era un hombre que sabía perdonar y que no guardaba rencor, regresó a Swift y le dio la confianza para dirigir. No parecen
las conductas de un “ferviente antisemita”. Otro “popular argumento” dice que la cineasta de la glorificación del régimen nazi Leni Reinfenstahl antes de la guerra viajó a Hollywood en busca de colaboración y trabajo, se reunió con “El mago de Burbank”, pero Disney jamás le dio trabajo y
nunca colaboró con ella, el mismo Walt argumentó que cuando la conoció no sabía quién era, “todos los días veo multitudes de gente, no puedo saber todo de todos” pero cuando supo quién era prohibió cualquier tipo de contacto con ella.

También existen anécdotas contrarias a esas, contadas en entrevistas como esta de los Hermanos Sherman; músicos judíos, creadores del soundtrack de “Mary Poppins” y de muchas otras canciones emblemáticas del universo Disney. Los Sherman recuerdan cómo alguna vez un amigo de Walt, un abogado “duro” expresó comentarios anti-minorías y que los ofendió por ser judíos, el mismo Disney al momento saltó en su defensa, no permitió que insulten a sus músicos, menos por su origen y rompió amistad con ese abogado por su notoria desaprobación por los comentarios antisemitas, Los Sherman no sólo recuerdan esto, también aseguran que Walt los trató como “familia”.

Está más que comprobado que Disney donaba mucho dinero a muchas instituciones judías, como escuelas, asilos, orfanatos y yeshivot, incluyendo lo que se convirtió en “Yeshiva University”, así como a organizaciones que promovían la Fundación de Israel, todo esto sin publicidad porque Disney no veía moralmente correcto publicitar las obras filantrópicas. Disney creía en la necesidad de un Estado judío, públicamente apoyó al Sionismo contra el mandato Británico de la Palestina, incluyendo al Irgun, es decir apoyaba la necesidad de defensa de los judíos incluyendo a sus ramas más violentas.

En 1955 la B´nai B´rith de Beverly Hills lo nombró “Hombre del año” entre muchas otros homenajes que recibió por parte de instituciones judías durante su vida.

Disney el hombre con un poco de todo menos de odio

Walt Disney pese a los rumores mal infundados y mal intencionados, no fue un antisemita, al contrario, empleó y ayudó a muchos judíos a avanzar en sus carreras, creó un imperio en una industria notoriamente judía. De haber sido antisemita jamás hubiera prosperado en ese ambiente. Los mismos judíos que trabajaron con Disney a través de décadas siempre salieron en su defensa. Disney sería muchas cosas pero jamás un antisemita. Existe un rumor de teoría de conspiración que argumenta que según Walt Disney era Español de nombre José Guirao Zamora y dado en adopción a la familia Disney en 1902 por su madre Isabel Zamora, vecina de los Disney en Chicago y que por falta de dinero lo dejó allí y se regresó a España; que según nació en un pueblo de Almería. Salvador Dalí, amigo personal de Disney y maestro del surrealismo, aseguró que ese rumor era cierto, que Walt se lo confesó, Bueno, ese rumor por absurdo y fantasioso que parezca tendría más sentido que la acusación falsa de antisemitismo.

La realidad es que “el campeón americano de la imaginación” no era ni un dios ni un demonio, ni un trago de vinagre ni una cucharada de azúcar, ni un “bonachón” ni un tirano, era un hombre real, un incansable genio, un gran visionario: “el americano perfecto” que ha sido la luz que derrota a las tinieblas durante la infancia. ¿Cómo sería el mundo sin Disney? ¿Quién otro ha hecho tanto por los sueños y la felicidad de generaciones enteras en todo el mundo? Walt colaboró y usó el talento de miles de escritores, directores, cartonistas, músicos y creativos judíos para el crecimiento de su empresa, la cual no sería lo que es sin ese talento. No es de extrañar que uno de los proyectos más importantes en la historia de la humanidad inició con Disney y un puñado de dibujantes judíos que se propusieron cambiar y salvar al mundo, no por dinero, sino por un ideal noble: como el mismo Walt Disney interpretado por Tom Hanks lo aclara en la película “El Sueño de Walt” (2013):

“Esto es lo que nosotros los contadores de historias hacemos; restauramos el orden usando la imaginación; restauramos la esperanza una y otra vez… y otra vez y otra vez…”.

 

 

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