Enlace Judío México e Israel – Ayman Odeh, presidente de la coalición de partidos árabes de Israel, la Lista Conjunta, asegura que, bajo ciertas condiciones, está dispuesto a unirse a un gobierno de centro-izquierda luego de las elecciones del 17 de septiembre.

Este jueves, el periódico israelí Yedioth Ahronoth publicó el avance de una entrevista con Odeh que se publicará en su totalidad mañana viernes, con una cita de él diciendo que está “dispuesto a unirse a un gobierno de centro-izquierda”, informó el sitio The Times of Israel.

Sin embargo, estableció varias condiciones para unirse a dicha coalición.

Junto con la renovación de las negociaciones de paz con los palestinos y la derogación de la Ley Básica: Israel Estado-nación del Pueblo Judío, Odeh exigió el establecimiento de una nueva ciudad árabe, el fin de la demolición de hogares palestinos considerados ilegales en Cisjordania y la derogación de una ley que endureció los castigos por delitos relacionados con la construcción.

También exigió una aplicación más estricta de las leyes sobre armas de fuego en la comunidad árabe-israelí, operaciones contra organizaciones delictivas y el establecimiento de un equipo intergubernamental para combatir las altas tasas de criminalidad en las ciudades árabes. Otras demandas fueron construir un hospital público en una ciudad árabe, aumentar las pensiones para ancianos y aumentar los fondos para los refugios para mujeres.

En un tuit publicado este mismo día en la que difundió la entrevista, Odeh agregó otra condición que no se mencionó en la publicación: “poner fin a la ocupación [en Cisjordania] y negociaciones para establecer un Estado palestino al lado de Israel”.

La Lista Conjunta se formó antes de las elecciones nacionales de marzo de 2015, después de que la Knéset elevó el umbral electoral, aumentando el porcentaje de votos que un partido debe ganar para ingresar al parlamento del 2 por ciento al 3.25 por ciento.

La Lista Conjunta reúne a partidos de múltiples divisiones ideológicas, incluidos socialistas, nacionalistas, secularistas e islamistas.

En los últimos años, los partidos de mayoría árabe han crecido en tamaño, alcanzando un pico de más del 10 por ciento de los votos emitidos en las elecciones de 2015, cuando la Lista Conjunta ganó 13 escaños, convirtiéndose en el segundo partido de oposición más grande.

El partido se dividió en dos facciones para la carrera de abril de 2019, y los votantes respondieron reduciendo su participación combinada a 10 escaños.

Las posibilidades del escenario planteado por Odeh nunca han sido plausibles, ya que los socios de Odeh en la Lista Conjunta, los partidos Hadash, Ra’am, Ta’al y Balad, se oponen con vehemencia a que se lograse conformar un gobierno de esa medida. Ta’al dijo el jueves que estaban en contra de unirse al gobierno.

Incluso dentro de la propia facción Hadash de Odeh, que es la más moderada de las cuatro, el informe dice que la mayoría de los miembros rechazaron la posición de Odeh, aunque dijo que “da la bienvenida” al debate.

Gantz tampoco ha comentado sobre la declaración de Odeh, pero sus colegas legisladores Gabi Ashkenazi y Yoaz Hendel descartaron el jueves la posibilidad de una futura asociación gubernamental.

“Creemos que los ciudadanos árabes de Israel son iguales y así es como deberíamos tratarlos”, dijo Ashkenazi a la Radio del Ejército, pero agregó: “No podremos sentarnos [en un gobierno] con los partidos árabes que no reconocen a Israel como el Estado del pueblo judío”.

Hendel dijo de manera similar que su partido “formaría un gobierno de unidad amplia” que incluye al Likud de Netanyahu. “Respetamos a los ciudadanos árabes de Israel y los vemos como ciudadanos dignos de todos los derechos, pero no nos sentaremos con los partidos árabes que rechazan fundamentalmente la existencia de Israel como Estado judío. Punto final”.

El ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, del partido gobernante Likud, reaccionó rápidamente y tuiteó que “ahora está claro que quien vote por Kajol Lavan probablemente obtendrá un gobierno de izquierda con un partidario del terrorismo”.

Criticó las demandas de Odeh, diciendo que conducirían a una “construcción ilegal desenfrenada”. También atacó la demanda de fondos para los refugios de mujeres, diciendo que “educar y hablar contra la violencia” tiene prioridad.

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