Enlace Judío México e Israel – El nuevo ministro de asuntos religiosos de Sudán pidió a los judíos que residían en el país africano que regresen de nuevo, tras el derrocamiento del dictador Omar Al-Bashir, informó el sitio The Times of Israel.

“Sudán es pluralista en su pensamiento, pluralista en su cultura, en sus ideologías y sectas religiosas islámicas, e incluso en religiones. Hay islam, cristianismo y una minoría que sigue la fe judía”, dijo Nasr-Eddin Mofarah a la cadena saudita Al Arabiya en una entrevista el viernes.

“Es posible que ellos [la minoría] hayan abandonado el país y desde aquí nos gustaría pedirles a través de su derecho de ciudadanía y nacionalidad que regresen a este país porque este país, Sudán, siempre que haya un civil gobierno, la base de la nacionalidad son los derechos y obligaciones”, agregó.

Se cree que pocos judíos permanecen en Sudán, cuya comunidad contó en cierto momento con más de 1,000 personas.

Sin embargo, el establecimiento del Estado de Israel en 1948 y las guerras árabes israelíes trastocaron la vida de los judíos sudaneses. Protestas contra Israel estallaron y surgió retórica antisemita, lo que generó sospechas, odio e intimidación.

La nacionalización de las grandes empresas a principios de la década de 1970 aumentó las dudas sobre su futuro. Ante la amenaza, la mayoría de los judíos sudaneses emigraron a EE.UU., Gran Bretaña, Suiza o Israel, dejando atrás sus hogares, tiendas, amigos y riqueza.

En entrevista el viernes con Sudania 24 TV, el escritor sudanés Haidar Al-Mukashafi dijo que la comunidad judía en Sudán era muy antigua. Alegó que, posiblementen, su nexo al país databa de 1,000 años.

También dijo que un rumor en la ciudad de Merowe apunta a que el primer ministro Benjamín Netanyahu es de Sudán, según una traducción de sus comentarios hecha por el el Middle East Media Research Institute (MEMRI), por sus siglas en inglés.

“Existe el rumor de que Benjamín Netanyahu nació y creció en Sudán. Dicen que nació en la ciudad de Nuri, en el estado norteño de Sudán, y que se crió allí. En cualquier caso, esto es prueba de que había presencia judía, al menos en Merowe”, dijo Mukashafi.

En cuanto al posible regreso de los judíos sudaneses al país, Mukashafi dijo que tenían pocas razones para regresar.

“El país los ha rechazado”, dijo. “No tienen motivos para regresar a menos que haya reformas en el país, y a menos que haya incentivos para que los judíos sudaneses o no judíos regresen”.

Los comentarios de Mofarah y Mukashafi ocurrieron en medio de la transición de gobierno en Sudán tras la caída de Al-Bashir. El primer gabinete del país desde su destitución en abril tomó posesión el domingo.

Bashir tomó el poder en un golpe respaldado por islamistas en 1989 y gobernó a Sudán con puño de hierro durante tres décadas hasta su derrocamiento.

Bashir ahora es juzgado por cargos de adquisición y uso ilegal de fondos extranjeros.

Más de 250 personas han muerto en violencia relacionada con las protestas desde diciembre. De ellos, al menos 127 fueron asesinados a principios de junio, durante una brutal represión en una protesta de una semana fuera del cuartel general militar en Jartum. Los funcionarios han dado un menor número de muertos.

Bajo Al-Bashir, los lazos hostiles con Israel parecieron en un momento aligerarse.

En enero, a Al-Bashir presuntamente se le aconsejó que normalizara los lazos con Israel. La medida pareció ser un intento por ayudar a estabilizar el creciente descontento interno que amenazaba su gobierno.

Israel siempre ha sido cauteloso con Sudán, que tradicionalmente se consideraba cercano a Irán. Sin embargo, a principios de 2017, Jartum se unió a Baréin y Arabia Saudita para romper sus lazos con Teherán.

El ministro de Relaciones Exteriores, Ibrahim Ghandour, dijo en una entrevista de 2016 que Sudán estaba abierto a la idea de normalizar los lazos con Israel a cambio de levantar las sanciones norteamericanas a Jartum.

Según reportes israelíes de la época, los diplomáticos israelíes intentaron conseguir apoyo para Sudán en la comunidad internacional, después de que cortó sus lazos con Teherán.

En marzo pasado, el jefe del Mossad, Yossi Cohen, presuntamente sostuvo una reunión con su contraparte sudanés en la ciudad de Múnich, Alemania.

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