Enlace Judío México e Israel.- Estimados Amigos:

Septiembre fue un mes complicado en los mercados, pero no tan malo como en el pasado donde históricamente es el peor del año.

LUIS MAIZEL

El impacto político y comercial ha sido mucho más importante que los resultados obtenidos por las empresas y el sentimiento generalizado es que hay crisis en demasiados frentes y poco liderazgo político para contenerla.

Si listamos algunos de los focos rojos en el mundo nos tenemos que preocupar, ya que aún sin estar en una guerra declarada, las batallas diarias llenan los periódicos y la cabeza de los inversionistas.

Irán: un tratado de no proliferación nuclear fallido y actos desesperados como el ataque a la producción petrolera Saudí.

Hong Kong: Desafío abierto a la dictadura china.

Venezuela: Inflación desorbitante, emigración masiva e inflación terrible que lleva a escasez y hambruna.

Argentina: Retorno al Peronismo, devaluación y posible default en la deuda.

Inglaterra: Brexit inminente sin acuerdo post-salida con el resto de la Unión Europea.

Italia: En su gobierno 67 en los últimos 50 años.

Israel: Dos elecciones sin ganador definido y enormes problemas para constituir un nuevo gobierno.

México: En desaceleración muy seria con muy poca inversión, fuerte salida de recursos y un gobierno populista alejado de la realidad.

Corea del Norte: Sin arreglo con EUA y reiniciando sus pruebas nucleares.

Rusia: Movimiento de protesta, intentando con poco éxito recuperar su influencia global, y con dependencia cada día mayor en el sector energético.

Francia: Continuas protestas de los “chalecos amarillos” y dando marcha atrás a las reformas económicas de Macron.

Brasil: Con un viaje poco popular a la derecha y los incendios en el Amazonas que han puesto al mundo entero en su contra.

Dejé Estados Unidos hasta el final, pues a pesar de que la economía sigue sólida, hay muchas cosas que no están bien y ponen en riesgo el mantenimiento de estos buenos resultados económicos que estamos viendo.

El Presidente Trump no ha logrado que los diputados demócratas aprueben el nuevo tratado comercial con Canadá y México, a pesar de que ambos países ya lo firmaron; la guerra comercial con China se le está saliendo de las manos y podría causar una caída en el PIB global de cerca de 1%; la huelga de General Motors ya lleva 2 semanas y tiene fuerza por el bajo índice de desempleo que permite que los trabajadores no estén tan asustados si pierden su trabajo y ahora la amenaza de un proceso político a Trump por la famosa llamada con el Presidente de Ucrania.

A pesar de todo lo anterior, la economía sigue sólida, el desempleo constante en 3.7%, la inflación moderada en 1.6% anualizada, y el índice de confianza del consumidor pronosticando estabilidad positiva para el futuro inmediato.

La caída de las tasas hipotecarias ha revivido el mercado habitacional, sobre todo para los compradores de su primera casa, una de las áreas de la economía que preocupaba por estar floja. Cuando un crédito de 30 años está por debajo del 4%, el índice de accesibilidad se dispara y mucho más compradores califican para obtener el préstamo.

Aproximadamente 50% de los economistas pronostican una recesión en los próximos 18 meses y yo no coincido con esa visión.

El principal argumento es que “ya toca”, dado que estamos viviendo el período más largo de la historia sin recesión (10 años, 9 meses). A raíz de la globalización, Estados Unidos optó por ser un país de servicios y no de manufactura. El ciclo de expansión excesivo que saturaba los mercados obligando al cierre de las fábricas más antiguas, con el consiguiente despido de trabajadores y caída económica cambió. Se dio paso entonces a solo tener que limitar el envío de mercancía de los proveedores extranjeros hasta que el mercado pidiera más producto, exportando de esta manera la recesión a los países manufactureros.

No dudo que la desaceleración global afecte el crecimiento en EUA (el FMI acaba de recortar su pronóstico global a 2.9%, el menor crecimiento desde 2009) pero no veo dos trimestres negativos en EUA sino, en el peor de los casos, crecimiento anualizado entre 1 y 1.5%.

No puedo dejar pasar la necesidad de comentar sobre los bonos de tasa negativa, es decir que hay que pagar para entregar nuestro dinero en lugar de cobrar intereses.

17 trillones de dólares de deuda de distintos gobiernos y 860 billones de deuda corporativa ya cobran por usar el dinero de los depositantes. Se ha llegado a la ridiculez de que 2 bancos franceses han otorgado créditos hipotecarios a -0.17%, es decir que por cada $100,000 que prestan al comprador de la casa, este solo paga principal, sin intereses y recibe!! $170.00 dólares anuales de regreso.

Los bancos centrales emitieron a partir de la crisis y para “revivir” las economías, $15.5 trillones de dólares, dinero que no se fue a inversiones como fábricas, etc. sino que sirvió para inflar las bolsas de valores y los bienes raíces ya construidos.

La única explicación de comprar un bono de tasa negativa es que el inversionista crea que la cosa se va a poner aun peor y que la tasa se vuelva aún más negativa, aumentando el valor del bono. Yo no creo que esto suceda y nunca compraría un bono de tasa negativa, pero sabemos que cada cabeza es un mundo.

En Israel se le dio el mandato a Netanyahu para formar un nuevo gobierno. Si no logra convencer a Gantz de un mando compartido, dudo que logre los 61 escaños necesarios y podría ser condenado por corrupción, pero bien sabemos que es un país que, al final, resuelve sus problemas y sale victorioso de las crisis.

En Septiembre los bonos perdieron un poquito de valor, las bolsas de valores estuvieron estables y el dólar se fortaleció ante la mayoría de las monedas extranjeras.

El oro se mantuvo arriba de $1,500.00 y me empieza a gustar, pues las alternativas de inversión están rindiendo poco y el costo de mantener el oro se ha reducido materialmente.

Les envío como siempre un caluroso saludo y mis mejores deseos para el año nuevo 5780.

Luis