Enlace Judío México e Israel.- Nací en el pueblo agrícola de Krasnik, ubicado en la región de Lublin en Polonia el día 15 de marzo de 1929, en el seno de una familia judía ortodoxa, mi familia constaba de mis padres y seis hermanos, siendo yo el quinto hijo.

*ABRAHAM MAJZNER GUTFRAIND Z’’L

Mis padres eran panaderos en el pueblo, bien acogidos por los campesinos de la región, sobre todo los días de mercado, vendíamos té caliente y pastelillos dulces de la época, que ellos saboreaban gustosamente….

El primero de septiembre de 1939 yo era un niño de diez años, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, los nazis invadieron Polonia, entre Rosh Hashaná y Yom Kipur que son diez días. Recuerdo que en ese día se empezaron a escuchar los aviones e inició un bombardeo, estábamos muy asustados y me tocó ver dos eventos que no he podido olvidar, una bomba cayó exactamente en el edificio del ayuntamiento el cual era relativamente nuevo y quedó totalmente destruido, perdiéndose toda la documentación del pueblo, entre ellos títulos de propiedad, actas de nacimiento, etc. Es por eso que yo no cuento con ningún documento de aquellos años.

El segundo evento fue muy impresionante, vi como una bomba entraba exactamente en la chimenea de una casa y unos segundos después la casa se destruyó e inició un incendio… entonces mis padres hablaban entre ellos que había que salir del pueblo y eso hicimos, caminamos toda la noche hacia otro pueblo y el proveedor de harina de mi padre nos dio albergue por unos días.

Para Yom Kipur, mi pueblo Krasnik ya estaba completamente invadido. A partir de entonces el pueblo fue convertido en gueto hasta el año de 1942. Unos meses después de haber cumplido mi Bar Mitzvah, los nazis nos sacaron del pueblo y fuimos llevados a un Campo de Concentración llamado “Plaszow” en el cual estuve un par de semanas para después ser separado de toda mi familia y ser llevado a un campo de trabajos forzados en Austria, llamado “Mauthausen” (uno de los campos de trabajos forzados más terribles de los nazis), en el subcampo llamado “Guzen II” y pasar de ser Abraham Majzner, a ser el número 85378. Este período duró 1,000 días, rodeado de alambres de púas electrificadas, un frío inimaginable en el invierno y una falta de alimento e higiene total. En el campo me tocó hacer trabajos de construcción, como acarreo de materiales, trabajos de limpieza de las barracas de los prisioneros, así como arreglar camas y limpiar los baños.

Después me asignaron un trabajo nada agradable que constaba en transportar en carretas muertos del hospital. Ya se han de imaginar, era muy, muy difícil, me tocaba en muchas ocasiones niños pequeños y hasta bebés, era de verdad terrible…. Ayudar a enfermos a caminar, limpiarlos, darles de comer, acomodar su ropa, era muy difícil, porque muchas veces me tocaba hacer o ver eventos totalmente fuera de lo imaginable…en donde LA DIGNIDAD NO EXISTE NI TIENE CABIDA, en donde no se nos permitía ni siquiera pensar, éramos como borregos llevados al matadero…

El viernes 4 de mayo de 1945, recuerdo muy bien, un día muy soleado, era por la tarde cuando fui liberado del Campo de Concentración por el Ejército Americano. Tenía 16 años y pesaba escasamente 15 kilos. Tuve la fortuna de ser atendido y de recuperarme en unas semanas, hasta tener las suficientes fuerzas para ir a buscar a mi familia a mi pueblo natal Krasnik.

Rondé por aquella zona durante unos meses y tristemente me enfrenté a la realidad de haber perdido a toda mi familia directa. Decidí entonces que tenía que seguir adelante, enfrentar los nuevos retos de la vida y tomar camino a un futuro diferente. El único hermano de mi padre que sobrevivió me llevó a un campo de refugiados en Frankfurt, Alemania y allí me incorporé a un grupo de muchachos llamado “Aliat Hanoar”, todos éramos de Polonia y nos unía el pensamiento de encontrar UN SENTIDO DE VIDA. Llenos de esperanza, irnos todos, como un grupo de buenos hermanos a colonizar y crear un nuevo Estado judío llamado en aquel entonces Palestina, hoy “ERETZ ISRAEL”. Para 1948, ya integrado a la vida del Kibutz llamado “Ramat Yohanan”, pasé a ser miembro del Honorable Tzahal. Participé en la guerra de liberación, luchando para crear nuestra patria: ERETZ ISRAEL.

Pasaron los años y después de este período, decidí probar suerte en la ciudad y me trasladé a Tel Aviv. Trabajé en diferentes cosas y un día de 1953 conocí a la mujer que decidió compartir su vida conmigo Cipora Oliar (todos la conocían como Sylvia) y darme dos hijos maravillosos. Gershon el mayor, nació en Israel. Posteriormente mi esposa y yo decidimos trasladarnos a este hermoso y acogedor país: México, en donde nació nuestro segundo hijo León. De ellos dos, ahora tengo la fortuna de contar con seis nietos increíbles, Alan, Erik, Alejandro, Nicol, David y Sore. También tengo dos bisnietos Simón y Martín. Mi amada esposa Silvia partió antes que yo. Te agradezco todo tu amor incondicional, y haber compartido 54 años excepcionales a mi lado.

Yo, al haber vivido esa etapa oscura de la humanidad, no les puedo explicar la emoción que siento al ver a los jóvenes haciendo el trabajo de aprender, asimilar y comprender lo que fue la Shoá. Ustedes serán el eslabón responsable de contar nuestras historias. Actualmente soy un hombre feliz, lleno de optimismo y sentido de vida, tengo 88 años en este momento y para terminar me gustaría acabar con estas palabras: “LA VIDA ESTÁ LLENA DE MOMENTOS FELICES Y TRISTES, PERO QUIERO DECIRLES QUE NUNCA SE DEN POR VENCIDOS, SIEMPRE LUCHEN POR SUS IDEALES, RESPETANDO AL PRÓJIMO, Y BUSCANDO LA FELICIDAD, YA QUE ESTÁ EN NOSOTROS Y NO EN LOS DEMÁS O EN LOS BIENES MATERIALES. CON TODO MI AMOR A TODOS USTEDES.

ABRAHAM MAJZNER GUTFRAIND

 

*Testimonio del Sr. Abraham Majzner, transcrito por su hijo: Leon Majzner.

 

Fuente: witness