Enlace Judío México e Israel – El ataque de Irán contra las instalaciones petroleras de Arabia Saudita el mes pasado impresionó a los oficiales de defensa israelíes, y podría requerir cambios en la estrategia de defensa de Israel.

AMOS HAREL

El primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu quiere urgentemente complementar el presupuesto de defensa con miles de millones de shekels para mejorar el sistema de defensa de misiles ante la amenaza de misiles de crucero. El gabinete de seguridad se reunió el domingo por la tarde para discutir la amenaza de Irán.

Netanyahu está respondiendo al ataque iraní contra dos instalaciones petroleras saudíes el 14 de septiembre. En un ataque sofisticado, Irán utilizó una combinación de drones y una versión iraní de misiles de crucero.

Una evaluación inicial de los daños masivos indica que los iraníes lograron pasar por alto el radar de las baterías de misiles Patriot en Arabia Saudita. El ataque, que también impresionó a los oficiales de defensa israelíes, podría requerir cambios en los preparativos defensivos de Israel.

Al parecer, para prevenir ataques similares, Israel tendrá que mejorar su capacidad de detectar las amenazas que se puedan presentar. Y hasta cierto punto tendrá que cambiar su estrategia – y posiblemente fortalecer el sistema de interceptación de los misiles Patriot PAC-2 de EE.UU. y la Varita Mágica (Honda de David) de fabricación israelí contra misiles de medio alcance.

El ataque iraní causó daños considerables a la producción petrolera saudí. El hecho de que Teherán no haya pagado un precio a nivel internacional podría aumentar la confianza del régimen, mientras que Estados Unidos sigue indicando que está dispuesto a revisar los términos del acuerdo nuclear con Irán, del que la administración de Trump se retiró en mayo de 2018.

El éxito de Irán en Arabia Saudita le plantea un dilema: ¿debe seguir caminando sobre el límite en sus provocaciones a Occidente, incluso hasta el punto de fricción con Israel, o aprovechar este éxito e intentar entablar negociaciones con EE.UU.?

En el fondo se encuentran los asuntos pendientes de Irán con Israel debido a los ataques atribuidos a las FDI contra objetivos iraníes en Siria, y recientemente también en Irak y el Líbano. En los últimos días, altos oficiales de la Guardia Revolucionaria iraní han amenazado con represalias contra los ataques israelíes.

Israel ha tomado en cuenta la posibilidad de que Irán utilice a milicias chiítas y lance misiles de crucero u otras armas contra Israel desde el oeste de Irak. Mientras tanto, hay otro acontecimiento: casi 100 iraquíes murieron la semana pasada en violentas protestas contra la corrupción del gobierno chiíta de Bagdad, que cuenta con el apoyo de Irán. En algunas de las manifestaciones se escucharon consignas antiiraníes. Al parecer, Irán también está tomando en cuenta esto.

Estos son los diversos acontecimientos detrás de las recientes declaraciones de Netanyahu sobre la amenaza iraní y el cambio en la situación de seguridad, que, según el premier, se vincula con la necesidad de un gobierno de unidad encabezado por él. “Nos enfrentamos a un enorme desafío de seguridad que se acrecienta y empeora semana tras semana”, dijo Netanyahu la semana pasada. “Estas no son palabrerías ni caprichos, no es Netanyahu que trata de asustarnos”.

Parece que al menos el presidente Reuven Rivlin se ha convencido hasta cierto punto de la gravedad de la situación. En su discurso durante la inauguración de la nueva Knéset el miércoles pasado, Rivlin también señaló los riesgos de seguridad y pidió que se aceleren las negociaciones para un gobierno de unidad. Insinuó que las FDI han estado pidiendo un aumento urgente al presupuesto de defensa, cuyas discusiones han sido retrasadas por la crisis política.

Pero el propio Netanyahu abordó las dificultades en sus esfuerzos de persuasión: ha utilizado la tarjeta de Irán tantas veces para justificar el aplazamiento o la necesidad de elecciones, de un gobierno de unidad o de un gobierno de derecha liderado por él, que las sospechas contra sus afirmaciones parecen ahora naturales.

Sin embargo, por ahora, nada indica un peligro inmediato de guerra con Irán, a pesar de las crecientes tensiones. Cuando Netanyahu habla de la necesidad de unidad para combatir la amenaza iraní, está ignorando – por su propia conveniencia – sus propias contribuciones a la situación de emergencia que describe. Fue Netanyahu quien presionó a Donald Trump para que se retirara del acuerdo nuclear con Irán, de una manera que incrementó las tensiones entre Teherán y Washington. Pero ahora es el presidente de Estados Unidos quien se ha negado a ejercer presión militar sobre Teherán y prefiere reanudar las conversaciones con la República Islámica.

Netanyahu, generalmente con el apoyo de altos oficiales de defensa, ha intensificado su línea militante contra los esfuerzos de contrabando de armas y el afianzamiento militar de Irán en la región. Según informes de medios extranjeros, e insinuaciones del propio Netanyahu, en los últimos meses, el primer ministro ha optado por ampliar las fronteras de la campaña ofensiva de Israel contra Irán en Irak y el Líbano.

Es posible que estas medidas estén completamente justificadas, como afirma Netanyahu. No está tan claro por qué fue necesario provocar a Irán haciendo públicos los ataques. De cualquier manera, ahora parece que hay que pagar un precio por ello, a pesar de los éxitos operativos.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

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