Enlace Judío México e Israel – Una madre de 28 años se está recuperando de una cirugía cerebral combinada con un parto por cesárea después de casi perder a su bebé y su propia vida.

MAAYAN JAFFE-HOFFMAN

Con menos de seis meses de embarazo, una madre israelí comenzó a sentirse mareada. Su visión se volvió borrosa y no podía escuchar por uno de sus oídos, según un comunicado del Centro Médico Hadassah Ein Kerem de Jerusalén.

La mujer fue enviada a Hadassah luego de ser sometida a una tomografía en un hospital de Tel Aviv en la que se le descubrió un tumor canceroso que presionaba el tronco encefálico y crecía rápidamente debido a las hormonas durante el embarazo.

“No podíamos esperar hasta el nacimiento para examinar a la madre, ya que la presión sobre el cerebro y el tronco podría haber causado daños irreparables a su visión y audición e incluso poner en peligro la vida del feto”, explicó el Dr. Emil Margolin, neurocirujano de Hadassah.

Un equipo de neurocirujanos, anestesiólogos, ginecólogos y neonatólogos de Hadassah se reunió para elaborar un plan de acción, sabiendo que la extirpación del tumor cerebral y el parto prematuro podrían causar graves complicaciones. Se decidió realizar una cesárea a las 30 semanas y examinar a la madre para extirpar el tumor 10 días después.

Ambas cirugías fueron exitosas.

“Este no fue un caso ordinario, y por lo tanto nos planteó dilemas que requerían una toma de decisiones conjunta. La cooperación entre los distintos departamentos del hospital fue excelente y junto con la familia tomamos las decisiones correctas para la madre y el bebé”, expresó Margolin.

“Nos salvaron”, dijo la madre. “Estaré agradecida por el resto de mi vida”.

Fuente: The Jerusalem Post / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico