Enlace Judío México e Israel – Con una asistencia multitudinaria y en medio de un júbilo inocultable, el 27 de octubre se realizó el festejo de los 80 años de la Comunidad Maguén David. 

 

El 27 de octubre, la Comunidad Maguén David festejó en grande sus 80 años de existencia. Al evento asistieron importantes personalidades, como el embajador de Israel en México, el señor Zvi Tal, el rabino Shlomo Tawil y el señor Salomón Cherem, presidente de la comunidad.

En el lobby se ubicó una mesa donde un escribano custodiaba un rollo de la Torá para que los socios que así lo desearan escribieran una letra. Dentro del salón, los diversos grupos que integran la comunidad se tomaban fotos. Estaban integrantes del Comité de damas, del Patronato, presidentes anteriores y otros grupos de voluntarios.

Para comenzar, los jazanim Zury Dabbah y Jack Levy entonaron varias canciones. En ese momento entró el Señor Salomón Cherem, cargando los rollos de la Torá envueltos en una coraza de plata. Al podio subió junto con la Torá el Sr. Joe Sitt, presidente honorario de la comunidad, en nombre de todas las mesas directivas para entregar el Sefer Centenario, un símbolo de unión y continuidad para las siguientes generaciones.

Recibieron el Sefer jóvenes representantes de las Tnuot (organizaciones juveniles) Jai Be Kayam y Ahaba Ve Shalom. “La idea es de transmitir a las siguientes generaciones los valores y tradiciones. El futuro de nuestra comunidad está en sus manos”, dijo Sitt.

Luego tomó la palabra Salomón Cherem: “Hoy tengo el privilegio de representar a la Comunidad Maguén David. Estamos reunidos en este magno evento, histórico de la comunidad y para todos nosotros, celebrando 80 años desde su fundación. Me parece un momento apropiado para agradecer, agradecer lo que a veces damos por sentado. La gratitud es un valor que nos da la conciencia de lo sagrado en la vida y nuestra intención de retribuir.”

Dijo que reconocer nos hace conectar con lo que hemos recibido y con los resultados de lo logrado con nuestro esfuerzo. Agradeció a Dios “por otorgarnos la vida y la posibilidad de estar aquí en este momento. Sheejeyanu Ve Kimanu Vehigianu Lazman Aze.

“Querido Joe Sitt, presidente honorario, queridos precedentes de las distintas mesas directivas, cada uno de ustedes ha sido una fuente inagotable de inspiración por su trabajo y esfuerzo, cada uno ha dejado lo mejor de sí para la construcción de la comunidad.

“Queridos rabinos, no hay palabras para agradecer su entusiasmo y amor a la Comunidad Maguén David. Durante 80 años nos ha iluminado la guía de nuestros maestros desde el rabino Zedka Harari, el rabino Lobaton hasta el día de hoy que contamos con un grupo de magníficos rabinos. Su sabiduría, la comprensión de nuestras sagradas escrituras, sus enseñanzas nos han permitido vivir en una comunidad con el judaísmo activo en todas sus facetas.”

El directivo agradeció la presencia del embajador Tal y reconoció su cercanía con las comunidades. También saludó y agradeció al presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México, Moisés Romano, y al presidente electo, el arquitecto Marcos Shabot. “Gracias por representarnos en los foros más importantes de México y el mundo.”

También agradeció a las mujeres, “columna vertebral de esta comunidad, “han sido, a lo largo de la historia comunitaria, las que han formado a los hombres y mujeres de bien. A nuestras comunidades hermanas e instituciones de la vida judía en México. Es y ha sido un placer compartir con cada uno de ustedes al largo de los cien años de historia común.”

Así mismo, Cherem agradeció a México que, dijo, nos abrió las puertas hace más de 100 años. “Tierra de oportunidades, de respeto absoluto y de libertades. Nos permitió entretejer nuestra vida en este país para poder producir y aportar por el bien de todos. Somos mexicanos judíos, somos portadores de una historia de más de tres mil años desde Aleppo. Desde que llegamos aquí nos convertimos en hombres y mujeres que hemos aportado el bienestar y procurado al más cercano. Gracias, México.”

En su turno, el embajador Zvi Tal dijo que, de acuerdo a algunos intérpretes, 80 años era la edad de Moisés y de Aarón cuando Dios les ordenó liberar al pueblo judío de Egipto, “lo que muestra que en los ojos de Hashem ellos todavía tenían suficiente fuerza para llevar a cabo tan ambicioso trabajo.”

Dijo que, para otros, “no es necesariamente la existencia de la fuerza física, sino la resiliencia mental y la madurez. Otros sabios consideran que a la edad de 80 años uno ya no es víctima de las tentaciones y otros elementos para desviarse de los objetivos reales que necesita alcanzar. Mirando atrás, hace 80 años, en el horrible año de 1939, cuando inició la Segunda Guerra Mundial, por un lado, y por el otro ver el magnífico logro de la Comunidad Maguén David, debemos pagar tributo a las maravillosas características de los judíos de Alepo, quienes concretizaron sus sueños en una floreciente y próspera comunidad.”

El rabino Shlomo Tawil dijo que 80 años se dicen fácil. “Ochenta años no es un aniversario, es toda una vida. ¿Cómo se sabe si una comunidad trabaja y sirve a sus semejantes como debe ser? Dice la Mishná: ‘Cuando uno ve el éxito significa que se están haciendo las cosas bien’. Todas las comunidades son sagradas. Esta comunidad se destacó por Sedaka Marpe, por ayuda a sus semejantes. ‘Sedaka’: caridad. ‘Marpe’: salud. Queridos hermanos, para que un edificio no se caiga con un huracán necesita de cimientos y columnas bien fuertes. Nos comprometemos a estar en 20 años, Hashem lo permita, para ver el Sefer Torá del centenario. Esas columnas las construyeron nuestros padres.”

La Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México, dirigida por el maestro Marcos Lifshitz, interpretó los himnos nacionales de Israel y México. Posteriormente, música del compositor Ramón Fuentes y música israelí, para concluir con “Jerusalén de Oro”.

Con bailes y cantos entonados por niños de las escuelas de la comunidad y, claro, con una deliciosa degustación de bocadillos, terminó esta celebración histórica.

 

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