Enlace Judío México e Israel – El caso de Aleksey Burkov, detenido en Israel, se ha ligado en las últimas semanas con el de la israelí Naama Issachar, encarcelada en Rusia.

La Corte Suprema de Justicia de Israel ordenó este domingo una suspensión temporal de la extradición del hacker ruso Aleksey Burkov a EE.UU., informó el sitio The Times of Israel.

Burkov fue detenido en Israel en el año 2015 por petición de Interpol. Las autoridades de EE.UU. lo requieren por presuntos crímenes financieros. Burkov niega los cargos en su contra.

El ministro de Justicia de Israel, Amir Ohana, firmó la semana pasada la orden de extradición de Burkov después de “muchas deliberaciones de fondo en las recientes semanas con varios partidos, entre las que se encontraron figuras políticas y legales”.

El caso se Burkov se ha ligado con el de la israelí Naama Issachar, condenada a 7.5 años de prisión en Rusia, detenida en abril pasado por la posesión de 9.5 gramos de mariguana.

La familia de Naama cree que Rusia la retiene encarcelada en su territorio para usarla como carta de intercambio por Burkov. Los abogados de Burkov aseguran que su cliente necesita ser trasladado a Rusia debido a que lo que se le atribuye fue cometido en Rusia, de la que además posee la nacionalidad y es su centro de vida.

La defensa de Burkov pidió a la Corte Suprema de Justicia evitar la extradición, así como la la defensa de Naama.

La Corte Suprema determinó que la extradición se suspenderá hasta que la petición de Burkov sea discutida y que una decisión sea emitida.

Burkov expresó al periódico Haaretz su respaldo a la idea de un intercambio entre él y Naama entre las autoridades rusas e israelíes, esquema al que calificó de “bueno y amigable”.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, a principios de este mes envió una solicitud formal al presidente ruso Vladimir Putin pidiendo que le otorgara el indulto a Issachar. Moscú ha dicho que el líder ruso considerará la solicitud.

Ohana ha rechazado vincular el destino de Issachar a Burkov, advirtiendo de graves consecuencias si Israel acepta un intercambio.

“Sugiero no crear un precedente muy peligroso aquí, que cada vez que hay un país que quiere que alguien sea extraditado, captura a un israelí y lo convierte en un chivo expiatorio”, dijo Ohana a la radio pública Kan el mes pasado.

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